GANADERÍA

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Al filo de la liquidación de vientres parece haber cerrado el año 2024

9 de enero de 2025

Una faena más elevada que lo esperado y una alta proporción de hembras vuelven a correr la línea para alcanzar el crecimiento, dice un informe privado.

A ESPERAR OTRO AÑO. Aunque faltan datos oficiales de la efectiva faena vacuna al cierre de diciembre, los (ya conocidos) sobre el movimiento de hacienda a frigoríficos -con un acumulado en la participación de hembras cercana al 48%- dejan gusto a poco respecto al potencial de recuperación del rodeo de cría, al menos para el ciclo 2025. FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.


En un año en que las proyecciones iniciales apuntaban a la retención de hacienda y la recuperación del stock, un nuevo revés climáticosumado a un contexto de fuerte presión en los costos y precios retrasados terminó por neutralizar esas expectativas, dejando como saldo un nuevo año sin recuperación de vientres.

Es el panorama planteado en el análisis de fondo del último reporte surgido del Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario (Rosgan), aún con la salvedad de no contar con datos oficiales de faena efectiva a fin de diciembre.

Considera que, mientras se cierra formalmente esa información, «el dato de movimientos de hacienda a establecimientos frigoríficos resulta un buen indicador» para dejar en evidencia ese gusto a poco respecto al potencial de recuperación del rodeo de cría.

Según la información que puede extraerse del Senasa, durante el mes de diciembre los envíos a frigoríficos totalizaron 1.229.596 animales. Este dato, sumado a la estadística oficial de faena reportada hasta noviembre, permitiría proyectar una faena anual cercana a los 13,9 millones de cabezas, un 4,2% menos que lo registrado en 2023 (cuando la faena había superado los 14,5 millones de animales).

RETROCESO. Estiman que las cifras finales del 2024 terminarán arrojando una nueva caída en número total de vientres útiles, que podría situarse entre los 500.000 y 800.000 menos que los contados un año atrás.

VENÍAMOS DE UN MAL 2023

En el análisis se recuerda que «2023 marcó uno de los períodos de mayor liquidación de hacienda, luego de los años 2008/’09, atravesados también por una severa y prolongada sequía que nos costó –sumado a otros factores- una pérdida de más de 10 millones de cabezas del stock».

Durante 2023, el stock nacional cayó en más de 1,5 millones de cabezas al pasar de 54,2 a 52,8 millones al 31 de diciembre de ese año, con una faena que creció en 1,1 millones de cabezas.

Al cierre de 2024, en tanto, cabe suponer (en base a la faena informa al cierre de noviembre más los envíos a frigoríficos durante diciembre) que la faena se contrajo en apenas 700.000 cabezas respecto del año anterior.

De esta manera, la faena vacuna de 2024 resultaría ser «una de las más altas de los últimos años, equiparable a los máximos registrados en los años previos a la pandemia», se advierte.

LAS HEMBRAS FAENADAS

«Pero más allá del número general, lo que alerta es la cantidad de hembras faenadas» a lo largo de 2024, «en especial las hembras jóvenes que, en otro contexto, podrían estar abasteciendo la reposición» señala el informe del Rosgan.

Según la misma estadística preliminar, de los 13,9 millones de animales que se estiman faenados en 2024, 2,63 millones fueron vacas y unos 4 millones, vaquillonas, «cifra que no presenta disminución alguna respecto al pico de faena alcanzando en 2023 como consecuencia de la sequía», subraya.

ADVERTENCIA. Menos vientres en producción dejan al sector en un plano de mayor vulnerabilidad para afrontar eventuales adversidades climáticas, y restringe su potencial de crecimiento aún en ciclos con clima favorable.

AL FILO DE LA LIQUIDACIÓN

Así, de confirmarse estas cifras, «cerca del 48% de la faena total (6,64 millones de cabezas) habrían sido hembras, lo que representa un nivel muy proclive a la liquidación, considerando que en 2023 –pleno año de seca- ese porcentaje fue del 48,1% y el stock perdió unos 900.000 vientres».

El análisis apunta que «en números absolutos, al descontar la cantidad de vacas y vaquillonas faenadas durante el año (pasado), y asumiendo una reposición y mortandad de moderada a baja en ambas categorías, estimamos que las cifras finales del 2024 terminarán arrojando una nueva caída en número total de vientres útiles, que podría situarse entre los 500.000 y los 800.000 menos que los contados un año atrás».

ESTO LIMITA EL CRECIMIENTO

Reconoce que el número general de stock ganadero probablemente termine manteniéndose sin cambios al final del ciclo 2024, debido a una -esperada- mejora esperada en los porcentajes de parición y destete.

Pero subraya que «el hecho de no recuperar vientres productivos es lo que, en definitiva, genera mayor exposición ante aquellas variables que están fuera de nuestro control, como, por ejemplo, el clima» .

El análisis del último reporte del Rosgan, cuya edición coordina María Julia Aiassa, finaliza diciendo que «una cantidad de vientres en producción que aún no logra consolidarse, no solo nos deja vulnerables frente a adversidades climáticas que puedan comprometer la eficiencia reproductiva del rodeo, sino que, además, restringe significativamente el potencial de crecimiento y expansión durante años más benignos».

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