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Cabras viejas engordadas a corral mejoran ingresos de productores riojanos

3 de febrero de 2025

Es una alternativa para explotaciones de menor escala, impulsada desde la Agencia de Extensión Rural Chepes del INTA. Suman unos 7 kilos (peso vivo) por animal en menos de 2 meses.

TRES ETAPAS prevé el proceso de engorde a corral de cabras improductivas. Una semana -o poco más- de adaptación; un período intermedio de engorde; y unos días de terminación antes del envío a faena. FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.


El INTA La Rioja viene trabajando con productores de zonas serranas, para promover el engorde a corral de animales de descarte que no tienen forraje suficiente en los duros campos de la provincia andina.

Jorge Vera -técnico de la Agencia de Extensión Rural del INTA Chepes– destacó que esta iniciativa apunta, por un lado, a diversificar la producción de carne caprina y hacer más eficiente el uso de los recursos.

Pero, sobre todo, habilita -a nivel local- una alternativa productiva y comercial, y contribuye a incrementar ingresos en las comunidades rurales de la zona serrana del Departamento Rosario Vera Peñaloza, en La Rioja.

Asistencia técnica para mejorar prácticas de manejo animal y de recursos naturales, junto con la formulación y seguimiento de proyectos, han permitido a los emprendedores riojanos revalorizar un producto que, regularmente, no tiene desarrollo comercial.

7 KILOS EN 2 MESES O MENOS

El negocio consiste en reunir cabras de descarte -viejas, sin dientes, que no pueden seguir produciendo- y en un período total de 40 a 60 días lograr un incremento del peso vivo, por animal, de alrededor de 7 kilos.

Hace falta, sí, contar con una infraestructura mínima. Hay que disponer de corrales con dos o más separaciones, bebederos, comederos y área techada o sombreada.

El alimento que consumen contiene maíz molido y partido; sorgo; afrechillo de trigo; expeler de soja; conchilla marina; urea; sal; monensina; y núcleo vitamínico mineral.

El procedimiento contempla un período de acostumbramiento 7 a 10 días, con suministro de fibra más alimento balanceado para rumiantes hasta el 2 % del peso vivo.

Luego, durante 20 a 30 días se les provee balanceado al 2,5 % del peso vivo; y en el tramo final se entrega el equivalente al 3 % del peso vivo, hasta el momento de la faena.

«Las reses llegan a un promedio de 18.6 kilos de carne, con una ganancia diaria de peso promedio de 157 gramos, es decir, se logra incrementar 7 kilos en el peso vivo de las cabras» a lo largo del encierre, destacó el técnico Jorge Vera. 

Explicó que el INTA acompaña a estos procesos mediante asistencia técnica y monitoreo; y capacitando, por ejemplo, en la adecuación de infraestructura para alojar a los animales y la preparación de alimentos balanceados, inclusive con recursos de la zona como algarroba, mistol o liga.

EL MERCADO «YELPE»

Las cabras engordadas a corral, ya faenadas, son comercializadas en una carnicería instalada en el Mercado Yelpe, de Chepes, un espacio destinado a la venta de productos de la agricultura familiar donde se promueven los precios justos.

Allí, los productores pueden colocar esos animales que no tenían mercado y mejorar sus ingresos; y los consumidores locales pueden disponer de buena carne, a precios accesibles.

La calidad de la carne se valora porque «el gusto es más suave», que la de los animales que permanecen alimentándose a campo, explicó Enzo Ruarte, integrante del grupo de jóvenes Nueva Senda.

El referente local aseguró que la alternativa de engordar a corral las cabras viejas «nos ha dado muy buenos resultados» y valoró el acompañamiento técnico del INTA desde el momento en que pusieron en marcha el proyecto.

DEBERÍAN DAR OTRO PASO

Desde la unidad local del organismo nacional, en tanto, aspiran a que los productores caprinos se organicen para recibir capacitaciones que les permitan, en primer lugar, disminuir la cantidad de cabras descarte.

Además, para reunir lotes de animales lo suficientemente numerosos que justifiquen el traslado hasta los lugares de engorde. Eso ayudaría a «generar futuros acuerdos comerciales que garanticen la oferta y demanda de cabras viejas» concluyó Jorge Vera, de la Agencia de Extensión Chepes del INTA.

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