GANADERÍA

PERSPECTIVAS

Es momento de reponer vientres y retener los terneros por más tiempo en el campo

26 de noviembre de 2024

Las perspectivas son alentadoras para el negocio ganadero. Se proyecta un escenario de oferta escasa frente a una demanda consistente, sobre todo del sector exportador.

OPORTUNIDAD para el criador. La relación contra la vaquillona preñada –medida a valor promedio constante de la última década- es favorable a la vaca de refugo. Por otra parte, para el repago de la inversión, la ecuación también cierra, comparando el precio presente del ternero contra el de un año atrás, a valor constante, según un informe del ROSGAN.  FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.


La fuerte reducción de vientres y crías producto de la última sequía; la elevada faena de hembras; y la renovada oferta forrajera en los campos (que preanuncia retenciones más prolongadas), alimentan una expectativa alcista en el precio del ternero al menos durante los próximos dos ciclos.

Es que, según los analistas, la oferta futura de ganado se proyecta escasa para una demanda muy firme, sobre todo desde el sector exportador, lo que ayudaría a recuperar de manera más consistente los precios de la hacienda.

Ese hipotético escenario abre una ventana de optimismo porque, pese a los recientes repuntes experimentados por algunas categorías, se mantienen diferencias interanuales negativas a valores constantes. En algunos casos, inclusive, con retrasos respecto de los precios alcanzados dos años antes… y hasta por debajo del promedio de la última década.

ALICIENTE. La demanda de novillos pesados y el consecuente achicamiento de la brecha contra el macho más liviano, constituye otro factor de incentivo para la invernada pastoril, según el análisis del ROSGAN.

OCASIÓN PARA EL CRIADOR

Pese a ello, al momento de desagregar las cifras surge una alternativa interesante para el criador, porque su moneda de cambio parece estar más fuerte de lo que parece, al menos, al momento de decidir recomponer su rodeo (lo que puede ser atractivo, en línea con las eventuales perspectivas alentadoras para el negocio).

Es que, esos precios lucen más deprimidos considerados en términos nominales. Pero, llevados a valores constantes, dejan en ventaja -por ejemplo- a la vaca de refugo contra la vaquillona preñada (comparando la relación actual con el promedio de los últimos 10 años).

Igualmente, recuperar la inversión necesaria para hacerse de un vientre joven demandaría menos terneros (a valores de hoy) que un año antes.

Estos temas están planteados en el comentario de fondo contenido en el informe semanal del Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario (ROSGAN) cuya edición coordina María Julia Aiassa.

EL TERNERO DE INVERNADA

Al exponer el panorama por categorías, en el análisis se afirma que «el precio del ternero de invernada, a moneda constante, continúa situándose por debajo de los valores promedio de los últimos 10 años» .

Se admite que «al tomar como indicador el valor Índice ROSGAN ($2.769 el kilo para noviembre), se aprecia una mejora real en los últimos meses». Pero también se advierte que este comportamiento responde en gran medida a la estacionalidad de oferta de la categoría.

Al punto que todavía no llega a reflejar «la menor disponibilidad estructural de cabezas registrada este año como consecuencia de la seca pasada». Hace notar, inclusive, la evolución de los precios pese a «una caída en el stock de más de 800.000 terneros este año».

En ese sentido, subraya que «el valor de la invernada permanece unos 18 puntos porcentuales por debajo de los niveles marcados un año atrás y más de un 30% debajo de los máximos registrados en marzo de 2022, con un ternero que, a valores de hoy, se acercaba a los $4.000 el kilo».

EL PRECIO DEL GORDO

En cuanto al valor del novillito gordo, «a pesar del ligero repunte que llegó a marcar la semana pasada -dice- el promedio de la categoría en lo que va del mes (en torno a los $2.100, medido a moneda constante), se ubica un 18% por debajo del promedio marcado a igual fecha de un año atrás, y 13% por debajo del promedio de los últimos 10 años» .

Explica que, «si bien la relación de precios entre la invernada y el gordo en torno a 1,35 resulta un 10% más cara en comparación al año pasado, la oferta forrajera que hoy disponen los campos sumado a la escasez de terneros, es lo que alienta la demanda de reposición» .

HAY FACTORES que pueden empujar al alza el precio del ternero, quizás durante los próximos dos ciclos. Si ocurriera, terminaría repercutiendo en una apreciación de los vientres y de los reproductores machos.

LA «MONEDA» DEL CRIADOR

En lo que respecta al eslabón de la cría, «el valor de una vaquillona preñada se ubica en torno al millón de pesos» señala. La analista toma los precios registrados a esta misma fecha un año atrás y los mide a moneda de hoy, y concluye que «los valores actuales se sitúan unos 19 puntos por debajo» .

«Algo similardice- sucede con la vaca flaca» señalando que «si bien nominalmente las cotizaciones son buenas, al ajustarlas por inflación los valores caen en términos reales más de 25 puntos por debajo de lo que pagado un año atrás».

Aun así, «desde el punto de vista del criador, reponer un vientre joven mediante el refugo de vacas implicaría, hoy, destinar 2 vacas flacas por cada vaquillona preñada, relación que en los últimos 10 años ha marcado un promedio de 2,3″.

Aiassa asegura que «la cuenta también cierra si se analiza el repago de esa inversión», porque «si lo medimos tomando la foto actual, el valor de una vaquillona preñada se paga hoy con menos de dos terneros, algo que un año atrás costaba un 12% más» .

UNA OFERTA RESTRINGIDA

Reconoce que esa relación no siempre termina reflejándose al momento de la venta de los terneros, por lo que, más allá de los números fríos, sugiere «ponderar también las expectativas del negocio, en términos de valores futuros» .

Recuerda que «el año pasado, por la seca, se perdieron más de 800.000 terneros«, y puntualiza que «si bien este año las pariciones vienen bien, y de continuar con el buen clima se proyecta un buen porcentaje de destetes, la caída de más de 700.000 vacas en el stock influirá -y mucho- en la recuperación del número de terneros logrados» .

Además, «este año la faena de hembras continuó siendo elevada por lo cual, pese a la eventual mejora en la preñez, la cantidad de vientres en servicio seguirá limitando la extracción de terneros del próximo año». Éste será «un factor alcista para los precios de esta categoría, al menos por los próximos dos ciclos» asegura.

Dado este escenario, «una suba del precio del ternero, más tarde o más temprano, termina derramando hacia la cría en una apreciación tanto de los vientres como de los reproductores» .

QUÉ CONVIENE HACER

Aiassa concluye entonces que, «con un clima que hasta ahora parece favorecer la producción a cielo abierto, es momento de reponer vientres y retener los terneros por más tiempo en los campos».

Por otra parte, apunta que «si bien el precio del gordo aun no favorece demasiado el engorde intensivo, la demanda de novillos pesados y el consecuente achicamiento de la brecha contra el macho más liviano, constituye otro factor de incentivo para la invernada pastoril» .

Todo ello «de cara a una oferta futura de ganado que -según su análisis-se proyecta escasa para una demanda muy sólida, especialmente del lado de la exportación» .

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