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Evalúan un bioinoculante deshidratado para la conservación de forrajes

17 de mayo de 2022

Especialistas del INTA trabajan en una tecnología que mejoraría las condiciones del material ensilado y resultaría más económica que productos similares.


Investigadores del INTA y del Conicet trabajan en el desarrollo de un inoculante para la conservación de forrajes ensilados, a fin de ampliar la oferta de producción nacional y ponerlo en el mercado a menor costo.

Según adelantó un reporte de INTA Informa, es un “cultivo multicepa nativo deshidratado por secado spray”, que permitiría mejorar propiedades nutricionales del forraje y preservar su estabilidad aeróbica, además de favorecer la palatabilidad.

El informe recuerda que “el ensilado es un proceso de conservación basado en una fermentación láctica del material vegetal que produce mayoritariamente ácido láctico y, como consecuencia, una disminución del pH por debajo de 4,5”.

Agrega que este proceso puede ser inducido mediante la incorporación de inoculantes, que vienen siendo utilizados por un número creciente de productores en todo el país; y apunta que “la gran mayoría de los productos disponibles en el mercado proviene del exterior, porque es escasa la producción nacional”.

INDUCIR EL PROCESO

Jesica Blajman, especialista del Instituto de Investigación de la Cadena Láctea (Idical), del INTA/Conicet, recuerda que “la fermentación puede tener lugar por la actividad espontánea de la microbiota naturalmente presente en el material utilizado”. Pero subraya que “también puede ser inducida, controlada, estandarizada y mejorada, mediante el empleo de inoculantes para silos formulados principalmente con bacterias ácido lácticas (BAL)”.

La mayoría de los inoculantes disponibles en el mercado proviene del exterior y existen productos nacionales, pero al parecer tienen menos vida útil o son de ocho a diez veces más caras que el secado spray, como los cultivos líquidos o liofilización, consigna el reporte.

En diálogo con INTA Informa, Blajman señaló sobre este punto que “el secado spray es una tecnología de menor costo y ampliamente instalada y disponible”. Es la que se utiliza para producir leche en polvo, por ejemplo.

De esta manera, ante el crecimiento sostenido del uso de inoculantes para silos en la Argentina, el INTA realiza ensayos y trabaja en el desarrollo de un cultivo multicepa secado spray como herramienta para la conservación de forrajes. “La inoculación permite alcanzar beneficios nutricionales y económicos en comparación con la fermentación espontánea”, agregó la especialista.

AUSPICIOSO. Los ensayos in vivo con cepas nativas arrojaron resultados promisorios. La inoculación aumentó el contenido de materia seca y ácido láctico, mientras que redujo el pH y la concentración de ácido acético, etanol y nitrógeno amoniacal.

EN FASE DE ENSAYOS

Adelantó que “actualmente estamos ejecutando ensayos in vivo en microsilos, de aproximadamente 10 litros de capacidad, en donde comparamos la performance del bioinoculante nativo con uno comercial importado y con un grupo control sin adición de bacterias ácido lácticas”.

Jesica Blajman detalló que el primero cuenta con tres cepas nativas e incluye bacterias que permiten reducir las pérdidas de energía, nutrientes y materia seca y resultan útiles para inhibir el crecimiento de microorganismos indeseables y, de este modo, mejorar la estabilidad aeróbica una vez que el silo es abierto.

RESULTADOS PROMISORIOS

Mónica Gaggiotti, otra especialista del INTA, reveló que “en silos de alfalfa y silos de avena consociada con vicia, los ensayos in vivo arrojaron resultados promisorios”. La investigadora, citada en el mismo informe, explicó que la inoculación aumentó el contenido de materia seca y ácido láctico, mientras que redujo el pH y la concentración de ácido acético, etanol y nitrógeno amoniacal.

En cuanto a las bacterias ácido lácticas totales -microorganismos benéficos- la suplementación incrementó su población. Además, disminuyó los recuentos de hongos y levaduras. De esta manera, los resultados sugieren que los efectos positivos en los silos tratados podrían ser consecuencia de la acción del inoculante nativo.

BUENO, Y MÁS ECONÓMICO

En este sentido, Gaggiotti expresó: “El empleo apropiado de estos productos redunda en una mayor calidad del alimento, menor deterioro aeróbico una vez abierto el silo y una mayor aceptación por parte del ganado”.

Considerando que, según los planteos productivos, el ensilaje puede representar -en promedio- hasta más o menos la mitad de la ración, un inoculante nacional, competitivo desde el punto de vista del costo y de la funcionalidad, “podría ser bienvenido por el productor y optimizar las condiciones sanitarias y de producción de las explotaciones regionales”, consideró la investigadora.

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