GANADOS & CARNES

POLÍTICAS

La Mesa de las Carnes expuso en Diputados su agenda estratégica para la Cadena Bovina

21 de septiembre de 2023

Son lineamientos base para un plan maestro al 2032, que proyecta -entre otras metas- movilizar el equivalente a USD 26.500 millones al año y crear casi 115.000 nuevos puestos de trabajo.

MIRANDO EL FUTURO. En un documento de 106 páginas (que compartimos) el sector expone un plan estratégico a desarrollar en tres etapas durante diez años, con 60 acciones ordenadas en16 ejes estratégicos, asignados a 4 áreas específicas de trabajo. FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.


Mejoras sustanciales en la eficiencia productiva primaria e industrial y la expansión comercial en el exterior, permitirían -a poco de iniciada la década del ’30- incrementar en un tercio la producción argentina de carne vacuna y en un cuarto la creación de puestos de trabajo, llevando el producto sectorial a rozar los USD 26.500 millones/año y a duplicar el volumen exportado y el ingreso de divisas.

Éstas son algunas de las metas expresadas en el documento «Lineamientos Estratégicos para la Cadena Bovina» argentina, un estudio impulsado por la Mesa de Carnes -como «espacio horizontal de trabajo de 25 entidades desde la producción hasta el mostrador»- según definió su coordinador, Dardo Chiesa, durante la presentación realizada este miércoles en el seno de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados de la Nación.

El dirigente destacó que, así como el Congreso (donde fue entregada la propuesta del sector) es el espacio de representación federal por excelencia, «la ganadería es la actividad económica más federal que tiene la Argentina, porque en cada rincón del país se puede criar un animal… y de hecho se hace, en forma comercial o de subsistencia», señaló el dirigente sectorial.

Más de 80 referentes, entre cámaras empresarias y especialistas reconocidos como de consulta obligada, aportaron ideas para elaborar este documento que expresa una visión común para el desarrollo y crecimiento de la Cadena en Argentina, con el objetivo de alinear acciones que permitan potenciarla y modernizarla, declara el texto.

«NO TE DIGO QUE TE VISTAS…»

La Cadena Bovina se encuentra ante un desafío, porque hace medio siglo que está estancada. En dimensión del rodeo y en términos de producción de carne. De manera que, «si no encontramos una salida de crecimiento, y la forma de agregarle valor a nuestra producción, la ganadería vacuna va a dejar de ser la producción emblemática que históricamente fue para la Argentina», vaticinó Chiesa.

Aclaró que el trabajo, elaborado por técnicos de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), «no pretende ser un plan, sino una enumeración de puntos a resolver».

Esta aclaración del presidente de la Mesa de las Carnes me recuerda a la frase (española) de mi padre, sugiriéndome responsabilidades sobre alguna tarea: «No te digo que de vistas… pero ahí tienes la ropa».

Vale decir que, no pretende ser un plan… pero acá está todo lo necesario para que lo sea. Es que el trabajo expone los aspectos internos de la cadena bovina que potencian y limitan el desarrollo (fortalezas y debilidades), como así también las variables externas que condicionan su crecimiento, positivamente o no (oportunidades y amenazas).

Junto con el desarrollo de esta Matriz FODA, el documento plasma la Misión y la Visión de la Cadena; establece metas y un tiempo para cumplirlas; delimita áreas de trabajo; traza ejes estratégicos; y define acciones a ejecutar, con plazos estimados y responsables de llevarlas adelante. O sea… Es un plan estratégico. Hecho y derecho. Y es bienvenido.

Ese desarrollo temporal requiere algunas acciones en lo inmediato. Entre otras, simplificar o eliminar impuestos y trámites en el orden nacional y en las provincias; y poner la lupa sobre la condición fiscal de carnicerías y el funcionamiento de las «cooperativas de trabajo».

También habilitar líneas de financiamiento en condiciones ajustadas a la realidad de cada eslabón de la Cadena; trabajar en un sistema de Buenas Prácticas y en la apertura de mercados, entre otros tópicos de abordaje prioritario.

Seguramente no es casual el momento y el lugar elegido para presentar este supuesto no plan. Fue en el ámbito (político) del Congreso de la Nación, a 30 días de unas elecciones presidenciales que dejan abierto uno de los más inciertos escenarios que hayamos podido ver en décadas.

Obviamente, no pueden entregar el documento cerrado. Porque hay tareas que corresponden a la política. Al Congreso y al Ejecutivo. Habrá que ver a quién le toca recoger el guante (porque alguien deberá hacerlo) a partir de diciembre.  

MUCHO PARA ANALIZAR

Lo cierto es que los «Lineamientos…», fueron desarrollados en un documento de 106 páginas, al que tuvo acceso Campo Andino. El trabajo, elaborado por un equipo técnico de la FADA, fue «financiado por la Unión de la Industria Cárnica Argentina (UNICA), con aportes del Frigorífico General Pico S.A.» según consigna el texto en los párrafos iniciales.

Dicho sea de paso, previo a que David Miazzo (economista jefe de la Fundación) expusiera un resumen del trabajo, habló un par de minutos Ernesto «Tito» Lowenstein, máximo referente de la firma pampeana quien, para dimensionar el potencial de crecimiento de la actividad, señaló que los números de FADA son «muy conservadores».

«Si realmente cumplimos lo que está más o menos diagramado, considero que tendremos un país muy distinto» dijo el empresario, que se identificó como la «sexta generación… y mi hijo, la séptima» de la familia, en el negocio de la carne.

ERNESTO «TITO» LOWENSTEIN. El máximo referente de Frigorífico General Pico S.A. y miembro de la Unión de la Industria Cárnica Argentina dijo que «venimos -al Congreso de la Nación- a presentar algo que hace años parecía imposible: que 25 entidades, al margen de los intereses que pueda representar cada una, nos juntamos atrás de unos lineamientos que podrán ser referencia para un sector que tenemos que mejorar…». FOTO / ARCHIVO (Fines de agosto 2023) Revista Campo Andino & Agroindustria.

EL PLAN ESTRATÉGICO

Al exponer ante los diputados nacionales de la Comisión de Agricultura y Ganadería, David Miazzo dejó un par de números sobre los actores involucrados en la actividad: más de 288.000 productores en todo el país; 1.200 feedlot, más de 900 cabañas de cría; miles de carnicerías; veterinarios; agrónomos; proveedores de insumos, maquinaria y servicios; 380 consignatarios y un número similar de frigoríficos; 4.000 usuarios de faena; más de 50 mercados del exterior a los que accede la carne argentina; los consumidores nacionales… y algo más de 432.000 empleos (al 2020).

El trabajo propone un plan a desarrollar en tres etapas durante diez años; con 60 acciones ordenadas en 16 ejes estratégicos asignados a 4 áreas de trabajo: cadena bovina, producción, mercados (nacionales e internacionales) y aspectos relacionados con el medio ambiente, la inocuidad de los alimentos y el bienestar animal -englobados en el concepto Una Sola Salud-.

ORDEN MACROECONÓMICO

Todo ello deberá estar contenido en un determinado marco macroeconómico que, claramente, no es el que hoy tenemos.

Es que se necesita «una política fiscal y monetaria responsable, cero retenciones, cero restricciones, un solo dólar y reglas de juego claras, para que la actividad pueda crecer y desarrollarse», subrayó Miazzo en su presentación.

La cadena bovina es una actividad de expectativas, requiere reglas de juego claras. Por este motivo, se plantea como necesario partir de un marco macroeconómico ordenado, para que los ejes estratégicos y las políticas que de ellos derivan tengan impactos reales y duraderos.

EFICIENCIA Y MERCADOS

Es oportuno aclarar este punto, porque la macro será definitivamente condición necesaria (aunque no suficiente, por supuesto) para alcanzar las metas propuestas para el año 2032. Entonces, dadas ciertas condiciones medianamente razonables, podría decirse -ahora sí, aunque simplificando- que el impulso de la eficiencia productiva y la expansión hacia los mercados internacionales serán los principales motores del crecimiento sectorial.

Estas metas incluyen incrementos en el stock bovino, mejoras en la relación ternero/vaca, la productividad del stock y el peso de faena, aumento de las cabezas faenadas, de la producción y de las exportaciones.

Se aclara que las políticas públicas, acciones privadas e iniciativas conjuntas, no son responsabilidad exclusiva de los actores e instituciones de la Cadena Bovina, sino que también involucran a instituciones públicas como INTA, SENASA, Cancillería y diversos ministerios.

Al lograr estas metas, se espera generar un impacto significativo en la economía y en la sociedad argentina, como un aumento en la actividad económica, la generación de divisas y la creación de empleo.

LA CADENA está conformada por una numerosa red de actores, un ecosistema de empresas que interactúan entre sí, pudiendo estar en alguna medida integradas. Su entramado es complejo, por la cantidad de actores, por la diversidad de escalas, y por su distribución territorial.

EL IMPACTO ESPERADO

En términos de actividad económica, el estudio proyecta, al año 2032, un aporte adicional de USD 5.505 millones frente a los números que exhibía la cierre del 2022, lo que situaría al producto sectorial cerca de los USD 26.500 millones.

Ello traería aparejada la creación de más de 114.600 nuevos puestos de trabajo, llevando la capacidad de empleo a un total de 550.000 puestos para 2032, considerando el eslabón primario, industrial, comercial y de transporte.

Junto con ello, la expansión comercial en el exterior permitiría al complejo bovino cerrar esos diez años generando divisas por unos USD 8.582 millones, esto es, USD 4.340 millones más que el último registro anual.

El trabajo expone una comparativa del desempeño actual y del esperado (a diez años), de las principales variables del sector primario, de la industria y el comercio de la Cadena Bovina.

Al cierre del año 2022, los principales datos productivos fueron:

• Rodeo: 54.200.000 cabezas.

• Productividad del stock: 57,7 kilos de carne por cabeza.

• Relación ternero-vaca (destete): 65,8%.

• Producción: 3.100.000 t/res con hueso (faena de 13,4 millones de cabezas; peso de faena de 232 kg/res).

• Consumo interno: 2.200.000 toneladas (48,4 kilos por habitante/año).

• Mercado externo: el complejo bovino exportó por USD 4.242 millones entre todos los productos, en base a INDEC, con China como principal destino. En base a MAGyP, se exportaron 892.599 toneladas equivalente res con hueso.

——

Metas a alcanzar en 2032, por mejora en la eficiencia productiva y ampliación del mercado externo:

• Stock: 63.700.000 cabezas.

• Productividad del stock: 63 kg

• Relación ternero/vaca (destete): 75%.

• Producción: 4.200.000 toneladas, 35% de crecimiento en diez años.

• Cabezas faenadas: 15.300.000, 14% de crecimiento diez años.

• Peso de faena: 275 kilos, 43 kg más que en 2022.

• Exportación: 1.800.000 toneladas, 103% de crecimiento en diez años.

• Consumo aparente: 2.400.000 toneladas, con un consumo per cápita estable en 48 kg por habitante/año.

PRIORIDADES Y ESTRATEGIA

El trabajo establece como prioridades: los consumidores, la producción en sí misma (toda la cadena), el desarrollo que puede generar, y el ambiente y el bienestar animal, que son temas centrales para las próximas décadas.

Esos principios son los que direccionan los lineamientos estratégicos contenidos en el documento, que deberán desgranarse en 60 acciones (entre políticas públicas e iniciativas conjuntas con el sector privado), que irán siendo ejecutadas en orden a un «Plan de Implementación».

La propuesta contempla la identificación de los actores que deberán intervenir para viabilizar esas acciones. Además de las muchas que deberá tomar el propio sector privado, será necesario sancionar leyes (lo que, obviamente, involucra al Congreso de la Nación) y lograr medidas del Poder Ejecutivo.

UN ENFOQUE RENOVADO

Destacan, sobre el final, que en este proceso de análisis, diagnóstico y planificación ha sido importante la construcción de consensos, en un marco de participación activa de los diferentes actores de la cadena bovina (incluida la Federación que nuclea a los Trabajadores de la Carne).

Reconocen, por otra parte, que «la sostenibilidad ambiental, el respeto por el bienestar animal y la responsabilidad social deben ser pilares fundamentales del accionar de la Cadena».

Declaran, asimismo, la vocación de «apertura a la innovación y la adopción de tecnologías avanzadas»; para responder a las «tendencias del consuno y las exigencias de los mercados», que demandan «la trazabilidad del producto y certificación de los procesos de producción».

Finalmente, ponderan que «la articulación entre el sector público y privado es clave para establecer un marco favorable que impulse el desarrollo y la competitividad de la Cadena Bovina».

¡LEÉ… NO SEAS FLOJO!

Vaya esta frase a modo de gentil invitación a tomarse unos (cuantos) minutos, para leer detenidamente las 105 páginas más la carátula del documento que contiene los «Lineamientos estratégicos para la Cadena Bovina» argentina.

Es que, realmente, es un trabajo tan minucioso… que aborda cuestiones tan importantes de la actualidad sectorial que, aunque es probable que vayamos desgranando algunos de sus capítulos en sucesivas publicaciones, lo mejor es ir a buscar la información a la fuente.

Por eso es que compartimos el enlace para que puedas descargar desde aquí el documento y (nunca mejor dicho) vayas rumiándolo. Si hay comentarios o sugerencias, aquí abajo está el espacio donde podrás canalizar tus inquietudes.

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