GANADOS & CARNES
COMERCIO
La eventual imposición de alícuotas adicionales dejaría a Brasil prácticamente fuera de ese mercado. Aunque Australia y Nueva Zelanda estarían en primera fila para cubrir el bache, Argentina parece picar en punta entre los posibles relevos sudamericanos. Hay expectativa por eventual acuerdo arancelario diferenciado entre Argentina y EEUU.
MENOS… PERO MÁS. La posible ampliación de los envíos de carne vacuna argentina a Estados Unidos (con la que se especula; y sin considerar un eventual acuerdo de arancel cero) permitiría aumentar sustancialmente el valor por tonelada exportada en comparación con lo que actualmente paga China. Si ocurriera, hasta podría reemplazarse parcialmente un mercado de volumen por otro más acotado, pero con precios significativamente superiores. FOTO / GENTILEZA Senasa.

El endurecimiento de las políticas de aranceles a las importaciones de Estados Unidos, con alícuotas de ingreso adicionales a las informadas en abril para los envíos de varios países, afirma el interrogante sobre el impacto que esta medida tendría en el comercio global.
Es que, si bien la Gestión Trump extendió el lapso de negociación hasta el 1º de agosto (tres semanas adicionales para alcanzar posibles acuerdos), al mismo tiempo anunció que aplicará incrementos de entre 25 y 50 puntos porcentuales en algunos casos.
El tema es abordado en el reporte semanal del Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario, cuya edición coordina María Julia Aiassa, analista del ROSGAN, quien hace foco en los alcances que esto podría tener en el mercado internacional de carne vacuna.
Advierte que «en el extremo» de la medida dispuesta por el Gobierno de USA, «se encuentra Brasil, con un (anunciado) arancel adicional del 50%» y descuenta que esto no sería inocuo, considerando que el socio mayor del Mercosur es el primer exportador mundial de carne bovina, y EEUU el segundo mayor importador global del producto.
Si esto se concretara, la alícuota total para los ingresos de carne brasileña al país del Norte quedaría en 76,4%, a partir del 1º de agosto, un nivel que considera «prácticamente prohibitivo para mantener ese mercado como destino viable».
LA AMENAZA. Si Brasil quedara con excedentes exportables (por la eventual imposición de derechos adicionales para sus envíos a USA) buscaría reubicarlos; y pasaría a competir abiertamente con Argentina por el espacio en otros destinos, sobre todo en China.
Aiassa expone que «en los primeros seis meses del año Brasil exportó a Estados Unidos unas 156.000 toneladas de carne vacuna, valuadas en aproximadamente 791 millones de dólares» .
Explica que eso representó casi el doble de sus envíos a ese destino en igual periodo del año pasado, y el 12% del total exportado a todos los destinos, por el país sudamericano.
Recuerda que «2025 se perfilaba como un ciclo de relativa estabilidad para el saldo exportable de Brasil». De hecho, «el USDA proyectaba un crecimiento mucho más moderado para este año, del orden del 3% anual».
Esa estimación «llevaría el volumen total a unos 3,75 millones de toneladas en 2025; pero lo cierto es que, en la primera mitad del año, Brasil superó ampliamente esas expectativas».

La analista del ROSGAN cambia el enfoque, situándose del otro lado del mostrador. En ese sentido, señala que Estados Unidos, que tenía una proyección inicial de 2,2 M de toneladas de importación para este año (5% más que en 2024) aumentó su ritmo de compras en los primeros meses, superando esa estimación.
Ahora, el USDA corrigió su estimación anual para llevarla a 2.35 millones de toneladas, (11,9 % más que el año anterior), debido a «la robusta demanda de carne magra que requiere para su procesamiento interno» explica.
Aclara que «más allá del peso específico que tienen ambos países en el comercio global», no hay que perder de vista que «se encuentran en diferentes fases de sus ciclos ganaderos» lo que «los fuerza a alterar las propias proyecciones de oferta y demanda previstas para el período».
Apunta que «Brasil, contrariamente a lo esperado, continúa registrando tasas de faena muy elevadas, lo que genera excedentes exportables y lo torna sumamente agresivo en sus estrategias de colocación internacional».
Por su parte, Estados Unidos (como comprador) «evidencia una fuerte necesidad de abastecimiento, debido a la abrupta caída que ha sufrido su producción local en los últimos años».
A eso se suman las restricciones sanitarias que impuso al ingreso de ganado de México, lo que implica una merma adicional en la oferta disponible para faena.
REORIENTACIÓN. Podrían abrirse dos vías para favorecer el ingreso de un mayor volumen de carne vacuna argentina a USA. Una, el eventual acuerdo arancelario diferenciado (en el que entraría ese producto). La otra, una posible ampliación del contingente de 20.000 toneladas que actualmente ingresan a ese mercado con arancel cero. Esto podría habilitar un redireccionamiento de los flujos comerciales para la carne vacuna Argentina.
En este punto… vamos a lo que vinimos. Tratar de determinar cómo quedaría posicionada Argentina en el negocio global de la carne vacuna, dado el escenario expuesto.
Aiassa plantea, de movida, dos cosas. Una, que Brasil es un fuerte competidor para Argentina, porque «compartimos la mayoría de los mercados de destino para nuestras exportaciones de carne».
La otra, que «una posible disrupción comercial entre Brasil y Estados Unidos generaría un vacío en ese mercado».
Expone que «esto podría representar, por un lado, una oportunidad para que Argentina coloque parte de su producto». Pero «también una amenaza respecto de otros destinos, dada la agresividad con la que Brasil probablemente buscará reubicar sus excedentes en lo que resta del año».
En este contexto, «China se presenta como el principal mercado hacia el cual Brasil seguramente orientará estos saldos» interpreta la analista del ROSGAN.
Comenta que, hasta mayo, de las 1,085 M/t de carne vacuna que ingresaron a China, 46% fue provisto por Brasil, mientras que Argentina aportó 16%. Un año atrás, esas participaciones eran del 42% y del 26%, respectivamente.
«Esto muestra claramente la creciente agresividad comercial de Brasil -subraya Aiassa- incluso en un escenario en el que Estados Unidos aún se mantenía como un destino activo para su carne».

Está claro que la eventual ausencia de Brasil -que hasta ahora abasteció el 26% de la demanda norteamericana total de carne vacuna- abre una gran oportunidad para ganar participación en ese mercado.
Pero los que podrían estar a la cabeza de la lista de espera podrían ser Australia y Nueva Zelanda «por el tipo de producto que ofrecen -dice Aiassa- pero, fundamentalmente, por los acuerdos comerciales que mantienen» con USA.
Eso sí, «dentro del grupo de países sudamericanos, Argentina se posiciona como el principal candidato a ganar terreno en este nuevo escenario», destaca.

En este punto, la referente del ROSGAN recoge versiones provenientes de Washington que abren la expectativa de un eventual acuerdo arancelario diferenciado entre Argentina y Estados Unidos.
«Según estas versiones -con excepción del acero y el aluminio, que mantendrían un arancel del 50%- Argentina podría obtener arancel cero para cerca del 80% de sus productos exportables a Estados Unidos, incluida la carne vacuna» comenta.
Fuera de eso, «en paralelo -desliza- también se pondera una posible ampliación del contingente de 20.000 toneladas de carne vacuna que actualmente ingresan a ese mercado con arancel cero» .
Resume que, «si se concretan los avances en materia arancelaria, podrían producirse importantes re direccionamientos en los flujos comerciales, en los que Argentina se vería claramente beneficiada» .

En otro orden, la posibilidad de ampliar los envíos a Estados Unidos –sin considerar un eventual acuerdo de arancel cero- permitiría aumentar sustancialmente el valor por tonelada exportada en comparación con lo que actualmente paga China.
La especialista repasa, en este punto, los valores de referencia publicados por la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA).
De allí surge que «el precio promedio de los cortes que ingresan bajo cuota a Estados Unidos ronda los USD 10.400 por tonelada, mientras que los sets de corte destinados a China promedian entre USD 5.000 y USD 6.000 por tonelada».
Dado este escenario, entonces, «se estaría reemplazando parcialmente un mercado traccionador de volumen por otro más acotado, pero con un precio significativamente superior» subraya.
Por otra parte, recuerda que en China está pendiente la resolución de la investigación por salvaguardas, por lo que no se descarta la eventual imposición de nuevos aranceles y/o restricciones de acceso, lo cual podría alterar las condiciones de competitividad en ese destino clave para la carne argentina.
María Julia Aiassa puntualiza -sobre el final de su análisis- que «un potencial movimiento entre ambos destinos abriría la posibilidad de rebalancear el portafolio de nuestros mercados de exportación, disminuyendo la elevada dependencia actual del mercado chino y mejorando el valor promedio de colocación de nuestras exportaciones».
«Esto -concluye- adquiere especial relevancia en un año en el que la oferta local tiende a ser limitada y el valor comercial de cada tonelada exportada resulta clave para maximizar ingresos y sostener al sector» .
EXPORTACIONES ARGENTINAS DE CARNE VACUNA MERCADO MUNDIAL DE CARNE VACUNA