VITIVINICULTURA

MERCADOS

Las ventas de vino en el mundo van a continuar con tendencia a la baja

29 de julio de 2024

Es atribuible a una menor frecuencia e intensidad de consumo; a la preferencia de las nuevas generaciones por otras bebidas o a socializar sin alcohol… y a la caída de ingresos. El retroceso global es más pronunciado en vinos tranquilos y en los de precios más bajos.

EN EL MEJOR de los casos, se puede ver cierto aumento de la demanda de rosados de primera calidad, vinos orgánicos o vinos espumosos como reemplazo del vino tranquilo. FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.


Durante décadas, el consumo de vino ha ido cayendo en los mercados tradicionales de Europa continental, una tendencia que en distintos momentos fue compensada por el crecimiento en otros países como el Reino Unido, EEUU, el norte de Europa, Japón, China y Australia.

Pero en los últimos 10 años, esos mercados en crecimiento han comenzado a evidenciar retrocesos, y quienes analizan la evolución del consumo global concluyen que hay más de una razón para explicar lo que, claramente, es tendencia.

El análisis de los factores que impulsan la caída del consumo a largo plazo en el mercado mundial del vino está contenido en un reporte de la consultora británica IWSR, que fue recogido -y publicado en su sitio web- por el Observatorio Vitivinícola Argentino.

El resumen del informe expone, en primer lugar, un panorama de lo ocurrido durante prácticamente el último cuarto de siglo, en tres grandes plazas comerciales de referencia: Gran Bretaña, USA y Australia.

«En el caso del Reino Unido -señala- el consumo de vino per cápita alcanzó su punto máximo en 2009 y ha ido disminuyendo desde entonces, salvo un pequeño aumento temporal durante la pandemia de COVID-19. En términos per cápita, el Reino Unido bebe ahora alrededor de un 14% menos de vino que en 2000″.

«En mercados como el de Estados Unidos, el consumo per cápita alcanzó su punto máximo en 2017 y ha experimentado algunas caídas pronunciadas desde entonces, aunque todavía se mantiene por encima de los niveles de consumo per cápita observados por el IWSR en 2000″.

«En el caso de Australia, el pico se produjo en 2012 y su trayectoria de consumo per cápita ha reflejado la del Reino Unido, aunque a diferencia de este último país no experimentó un impulso en la era del COVID-19. Su consumo per cápita es ahora un 11% inferior al de 2000″.

LAS RAZONES DE LA CAÍDA

En el análisis se advierte que esta caída de la demanda no necesariamente coincide con una disminución de la población mundial de consumidores de vino.

El número de bebedores de vino ha aumentado en los principales mercados, como Estados Unidos, el Reino Unido, Japón y Corea del Sur. Peo la menor demanda está en gran medida relacionada con cambios en los patrones de consumo, como la frecuencia e intensidad del consumo.

Según analiza el estudio de IWSR, hay cuatro factores principales que explican la disminución estructural del volumen del vino.

ESTILO DE VIDA / MODERACIÓN

Los consumidores están cada vez más interesados en la moderación como opción de estilo de vida de salud y bienestar; y también hay una mayor tendencia a socializar sin alcohol.

Apunta, en ese sentido, que «en 2023, uno de cada dos bebedores de vino (en los mercados seleccionados) afirmó que estaba moderando activamente su consumo de alcohol».

«Un tercio de los bebedores de vino que moderan activamente su consumo de alcohol lo hacen absteniéndose de beber alcohol en determinadas ocasiones. Alrededor del 20% opta por alternativas sin bebidas o con poca cantidad de alcohol», señala.

«Este cambio de actitud -explica- ha sido impulsado en parte por las redes sociales, que han resaltado el movimiento de curiosidad sobria, haciendo socialmente aceptable cambiar los patrones de consumo (…) hacia un replanteamiento del consumo de alcohol en general».

Añade que «los consumidores también son conscientes de que sus imágenes y videos pueden publicarse en línea muy fácilmente, por lo que desean mantener el control, y las estrategias de moderación ayudan en esto».

«La tendencia a la moderación es intergeneracional, pero en promedio (en esos mercados al menos), la generación Z tiende a ser la principal impulsora», según el estudio de IWSR del que se hizo eco el Observatorio Vitivinícola Argentino.

En efecto, «el 67% de los bebedores de vino de entre 27 y 30 años de edad dicen que han estado moderando su consumo de alcohol». Esta proporción disminuye gradualmente con la edad, hasta “el 61% de los Millennials, el 49% de la generación X y el 43% de los Baby Boomers» .

COMPETENCIA DE OTRAS BEBIDAS

Del relevamiento surgió, además, que en muchos mercados los Millennials (y, cada vez más, también los consumidores de la generación Z) muestran menos afinidad con categorías de bebidas particulares y, en cambio, están abiertos a experimentar y a moverse entre una variedad de productos diferentes.

«Esta tendencia no debería sorprendernos», comenta Richard Halstead, director de Operaciones de Investigación de Consumo de IWSR. Señala que «el vino se ha enfrentado a una gran competencia por parte de un consumidor de alcohol cada vez más aventurero».

Lo explica por «los enormes cambios que se han producido en el mercado de bebidas alcohólicas en la última década y media, incluida la mayor disponibilidad de bebidas especiales, la creciente moda de los cócteles y la adopción generalizada de los teléfonos inteligentes, que ofrecen a los consumidores la posibilidad de encontrar información rápidamente y realizar transacciones» .

PODRÍAN… PERO NO QUIEREN

Otra de las razones es que gran parte de los jóvenes en edad legal para beber alcohol no incluyen al vino entre sus preferencias.

Además, los consumidores de vino adultos más jóvenes, por lo general, consumen menos vino. Dice que «los datos a largo plazo del IWSR muestran que la frecuencia de consumo tiende a disminuir en muchos mercados».

Por ejemplo, «en Australia, el consumo de vino entre los adultos mayores de 24 años se ha reducido a la mitad entre 2010 y 2023″. Esto se debe a «una serie de cambios en el estilo de vida, como el abandono de la comida diaria con vino» .

PREFIEREN MEJORAR LA EXPERIENCIA

En el resumen del reporte de IWSR, se destaca que muchos consumidores prefieren «marcas y categorías más ambiciosas» .

Se lo atribuye, en parte, a que han optado por la moderación como estilo de vida y a la reducción de los ingresos disponibles. Esto ha hecho que beban con menos frecuencia, «pero opten por experiencias más exclusivas cuando lo hacen».

En el caso del vino, esto se puede ver en un «aumento de la demanda de rosados de primera calidad, vinos orgánicos o vinos espumosos como reemplazo del vino tranquilo».

Se advierte sobre una «una evidente división entre los segmentos de precios: los vinos de gama baja están perdiendo volúmenes mientras que los vinos con precios desde súper premium en adelante muestran crecimiento, aunque la tasa de crecimiento se está desacelerando» .

EN RESUMIDAS CUENTAS… 

Detectaron que los problemas para la industria del vino son más pronunciados entre los niveles de precios más bajos y en el caso del vino tranquilo.

Por otra parte, «los mercados de vino emergentes en lugares como India y el Sudeste Asiático están experimentando un crecimiento, pero generalmente a partir de una base reducida«. Ofrecen oportunidades de crecimiento, pero por ahora no alcanzan a compensar las caídas en otros mercados.

Los vinos rosados y blancos generalmente están teniendo un mejor desempeño que los vinos tintos, ya que satisfacen una demanda creciente de perfiles de sabor más ligero y frescos.

Acota que «el cambio climático ha estado haciendo subir los grados de alcohol, lo que a menudo conduce a perfiles más pesados para los vinos tintos» .

El rosado premium está contrarrestando la caída del consumo de vino. Sus mercados clave son Estados Unidos, el Reino Unido y Australia. Sobre todo, si son de estilo fresco y fáciles de beber.

Mejor aún, si los envases tienden a ser más divertidos. Son vinos preferidos en «ocasiones sociales más nuevas, como el brunch sin límite, y la socialización al aire libre en verano». Son las marcas aspiracionales y reconocibles las que lideran el segmento.

Concluye que, «si bien existen claras oportunidades de crecimiento que los propietarios de marcas pueden aprovechar, no serán suficientes para compensar las caídas de los productos de vino de menor precio en el mercado masivo», por lo que es probable que continúen las caídas de consumo general de vino.

Compartimos el enlace que lleva al Reporte de IWSR.

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