VITIVINICULTURA

MERCADOS

Los despachos de vino en febrero, cayeron 3,3% frente a los de enero de este año

27 de marzo de 2025

Pese a una suba interanual de 6,1%, los envíos de vinos fraccionados al mercado interno argentino registraron un segundo retroceso intermensual consecutivo. Por qué miramos el «mes a mes» y no el interanual.

PUNTO DE VISTA. Por lo que exponemos en los párrafos que siguen, consideramos prudente, en esta oportunidad, prestar más atención al «mes a mes» que al «interanual». En febrero contra enero de este año, los que perdieron más fueron los varietales fraccionados. Los de color, un poco menos que los blancos. FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.


A pesar de un incremento interanual de 6,1%, los despachos al mercado interno de vinos fraccionados registraron, en febrero pasado, una caída de algo más de 1.818.700 litros frente al mes previo lo que, expresado en términos relativos, equivale a 3,3%.

Al discriminar, surge que salieron 1.260.700 litros menos de vinos varietales, producto de la suma de los 680.100 litros menos de blancos y de los 580.600 litros menos de varietales de color.

A eso hay que agregar los 351.000 litros menos de vinos sin mención varietal. Los blancos crecieron en 1.713.400 litros, pero fueron despachados 2.064.500 litros menos de vinos de color.

El panorama (siempre hablando de febrero contra enero de 2025) se completa con 187.000 litros menos de «otros vinos» y un puchito -menos también- en el caso de los espumosos.

EL RETROCESO DE ENERO

En enero, en tanto, los despachos totales de vino fraccionado con destino a mercado interno ya habían caído en 3.565.100 litros respecto de diciembre de 2024.

El triste primer lugar en el podio de los perdedores intermensuales lo habían logrado, en esa oportunidad, los vinos sin mención varietal, con despachos por 1.752.500 litros menos que en diciembre.

En ese mismo período, el volumen de varietales había experimentado un retroceso de 1.371.460 litros en relación con las salidas del mes anterior con destino al mercado nacional. El resto (440.000 litros +/-) de la diferencia intermensual negativa (enero vs. diciembre), se completaba con las caídas de los espumosos y «otros vinos» .

CUÁNTO REPRESENTA

Ese retroceso intermensual acumulado de casi 4,83 millones de litros en el primer bimestre, equivale a casi el 10% de un flojo mes de despachos del 2024 (por ejemplo, los magros enero, o febrero del año pasado, cuando estuvieron rozando -cada uno- los 50 millones de litros).

Si vamos a la otra punta, la caída acumulada de enero-febrero 2025 representa bastante menos (prácticamente 6%) frente al ciclo mensual con mayor volumen de salidas de vinos fraccionados, que fue agosto del año pasado.

De manera que (al margen de la estacionalidad, si es que fuera prudente marginarla), si se aceptara la proyección antojadiza de estos números al resto del año, podríamos suponer que, en el mejor del peor de los casos (que el consumo siguiera cayendo… pero no más), en 6 bimestres, las bodegas habrían acumulado el equivalente al 60% de cualquiera de los peores meses del año pasado, y apenas el 37% (+/-) del mejor de 2024.

Esto no sería nada… si no fuera porque, por el lado de la oferta, hay en stock el equivalente a varios meses de despacho; y porque –a pesar de las diferencias, que quedarán resueltas cuando aparezcan los números de elaboración- la vendimia de este año va a sumar un volumen importante. Y porque, por el lado de la demanda, parece -a priori- poco probable que vaya a revertir tanto la tendencia, como para equilibrar la balanza.

MES A MES, VS. INTERANUAL

Los datos del mes a mes del primer bimestre podrían parecer poco relevantes por las cifras en sí; y escasamente representativos (un par de meses… y, sobre todo, los primeros del año, si es que esto incidiera en términos de estacionalidad) para proyectar lo que pueda ir ocurriendo a lo largo de 2025.

Pero, en todo caso, habría que ver qué es menos relevante. Si el mes a mes de una economía distinta, y en pleno proceso de ajuste (que parece incluir acentuados cambios en las conductas de consumo), o un interanual que compara los primeros sesenta días del segundo año de la nueva economía (enero-febrero de 2025), con el derrumbe de los conmocionados sesenta días de transición desde el modelo anterior (primer bimestre de 2024 en este caso).

Por eso, según nuestro criterio, quizás convenga tener a la vista el mes a mes, y no descartar que la demanda nacional pudiera seguir con el freno puesto a medida que avance el año. Permítasenos esperar, con los pies sobre la tierra… mientras llegan las Fuerzas del Cielo.

Es que las cuentas se pagan con la plata de hoy… y los costos (y los gastos) se proyectan en función de los ingresos esperables. En este entendimiento, la gente tiene va a seguir priorizando la energía eléctrica, el gas, el servicio de telefonía y Internet, etc. Las empresas… ni hablar.  Todo eso, más sueldos, cargas tributarias, mayores costos de logística… Lo que ya sabemos.

De manera que… lo que cuenta es la plata de hoy, y la que suponemos que habrá disponible a medida que transcurran los meses. Sobre todo en esta coyuntura (con este escenario), y con un año electoral por delante, con la carga de incertidumbre que trae en la mochila.

Así, consideramos prudente seguir el mes a mes, para asegurarse de llegar hasta el verano. Recuerdan los versos del mendocino Jorge Marziali, ¿no? “Aguánteme hasta el verano / dijo un viejito cuyano. / Y en agosto, se murió…”.

En cualquier caso, mientras todos nos vamos acomodando y tomando previsiones ante la nueva realidad conocida y a lo que aún desconocemos de la nueva realidad… y seguimos a la espera de nuevos datos mensuales, podríamos ir repasando algunas cifras comparativas de períodos previos, por si fueran útiles.

FEBRERO 2024 VS. 2023

Por ejemplo, en febrero de 2024, (o sea, un año antes) el volumen salido de las bodegas a mercado interno había crecido 0,7% en relación con igual mes de 2023. Mientras que, comparado con el mes anterior (enero de 2024) había retrocedido un irrelevante 0,003%. Nada.

Ahora bien, el crecimiento interanual mayor (que el de febrero ’24 vs. ’23) anotado ahora, en el segundo mes del presente año, no debería llamar la atención, si se considera uno y otro contexto.

Porque aquel registro reflejaba un movimiento comercial muy condicionado, todavía, por el fuerte impacto de la devaluación del peso argentino y el estado de incertidumbre que siguió, por entonces, a la asunción del nuevo Gobierno nacional, ocurrida un par de meses antes.

EL ESCENARIO DE 2025

El 2025, en tanto, arrancó con el alivio de varios meses de marcado retroceso de la inflación y en un contexto de reconfiguración (aunque muy incipiente todavía) de las reglas de juego para la economía argentina.

Es en este escenario donde se dan dos meses consecutivos de caída en los despachos de vinos fraccionados con destino al mercado nacional. Esto es: 6% menos (o poco más que 6) en enero ’25 que en diciembre ’24; y 3,3% menos durante el mes pasado en relación con el total de enero de 2025.

QUIÉNES Y POR QUÉ

Ante la evidencia que las ventas siguen en caída, seguramente los analistas del sector estarán tratando de determinar en qué segmentos del mercado (y por qué) está en retroceso la demanda.

Dicho sea de paso, el sector tiene instituciones abocadas a estos temas (o, al menos, contratan consultorías para que lo hagan) por lo que, si no lo tienen determinado, probablemente están en vías de… Suponemos.

Por lo pronto, habrá que ver qué pasa con los hábitos de consumo en los sectores de mayor poder adquisitivo, y hurgar en los bolsillos de los que no quisieran resignar su vinito del día a día, o de algunos días a la semana… pero no llegan con el presupuesto. Quizás eso ayude a entrever cuán lejos están de poder llegar y, en consecuencia, cuán lejos están de retomar su regularidad demandante.

Por lo pronto, está claro que estos últimos deben estar priorizando otros consumos, sobre todo los de servicios básicos que vienen con sostenido incremento de tarifas. Si a eso se le suma que el precio del vino en góndola ha empezado a moverse hacia arriba, y que no es un producto de primera necesidad…

En fin. Habrá que ver, dentro de un mes, qué muestran los números sobre la dinámica del mercado interno durante este marzo que ya termina, y cómo continúa en los meses siguientes.

LA MITAD LLENA. No dejaremos de cumplir con los más optimistas (por su naturaleza… o por la objetividad de su análisis, porque el nuestro podría haber partido de premisas erróneas). Lo cierto es que, para ellos, dejamos aquí los datos del primer bimestre de este año contra los de igual lapso de 2024 que, efectivamente, indican una diferencia positiva en favor del inicio de 2025.

ES INFORMACIÓN OFICIAL

En este punto, cabe aclarar que los datos de febrero (no nuestras especulaciones) surgen del «Anticipo de comercialización Mercado interno» de vinos fraccionados, correspondiente a ese mes de 2025 (así como el resto de los que consignamos están contenidos en reportes oficiales previos, correspondientes a cada período mencionado).

El «Anticipo…» fue elaborado por la Coordinación de Promoción y Asuntos Técnicos del Instituto Nacional de Vitivinicultura y difundido por el Centro de Prensa e Información del organismo.

En el reporte se aclara que estos datos «son de carácter provisorio y pueden sufrir modificaciones por declaraciones juradas efectuadas fuera de término o por rectificativas que presenten los inscriptos».

La aclaratoria agrega que, al momento de realizar este informe, «existen algunos establecimientos que todavía no han comunicado su declaración jurada» y que «estos datos se verán reflejados en el informe mensual detallado».

LOS NÚMEROS DE FEBRERO

Ahora, sí, al mirar la comparación interanual, se ve que los 53,28 millones de litros de vino fraccionado (de todo tipo y color) salidos de bodegas en febrero, situaron a los despachos con destino al mercado interno de Argentina un 6,1% por encima de los registrados en el segundo mes de 2024.

En esta oportunidad, el avance fue más notorio en el caso de los blancos, con un 11,1% positivo, que recortaron de esta manera el retroceso interanual de enero, que se había situado en -12,7%.

Los de color quedaron, en febrero último, con diferencia a favor también… aunque fue de 4,3% según el reporte del INV. Achicaron así el desempeño interanual favorable del primer mes, cuando habían superado en 20,1% (en volumen) a los despachos de igual período de 2024.

SIN MENCIÓN VARIETAL

Los vinos sin mención varietal subieron en casi 2 puntos porcentuales su participación relativa en los despachos totales, para alcanzar el 72,4%.

Los de color de esta categoría, representaron poco más de la mitad (50,77%) del total de vinos fraccionados salidos de bodegas hacia el mercado interno durante febrero pasado.

EL PRIMER BIMESTRE

Por otra parte, en el acumulado enero-febrero de 2025, la comercialización de vinos en todo el país alcanzó los 108.440.900 litros según consigna el informe del INV.

En la comparación interanual, este volumen representa un aumento del 8,1% con respecto a la suma de los dos primeros meses de 2024. Los de color crecieron el 12% mientras que los blancos cayeron el 1,7%.

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