VITICULTURA

SANIDAD

Más de 9.000 viticultores mendocinos serán asistidos por la Provincia en la lucha contra Lobesia

1 de agosto de 2025

Con vistas al inicio del nuevo ciclo agrícola, el Ministerio de Producción -a través del Iscamen- prepara el operativo 2025 para frenar el avance de la polilla -con distintas acciones- para proteger cultivos de vid en toda la provincia andina.

EL OPERATIVO, diseñado y ejecutado por el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza desde el 2016, se sustenta en acciones de control integrado, con el propósito de -al menos- mantener las poblaciones de polilla de la vid por debajo del umbral de daño económico. FOTO / GENTILEZA Iscamen.


Mendoza habilitó recursos propios para poner a punto el inicio de la campaña 2025 del plan de lucha contra Lobesia botrana, que permitirá al Ministerio provincial de Producción asistir a unos 9.000 viticultores en el plan de lucha contra Lobesia botrana.

Los recursos, canalizados a través del Fideicomiso -provincial- de Asistencia Vitivinícola, están asignados a la adquisición de difusores de feromonas, insecticidas específicos, servicios de pulverización aérea mediante aeronaves y drones, entre otros medios.

Quieren arrancar con todo lo requerido para una campaña completa de control que se extenderá -en distintos momentos del ciclo biológico de la plaga- sobre una superficie que rondará las 180.000 hectáreas, más que la superficie cultivada con vid en la provincia andina.

EL ISCAMEN ha planificado el desarrollo de la campaña en etapas, definidas en relación con la dinámica de la plaga, su biología, el escenario socio-productivo de las zonas involucradas y la fenología de los cultivos.

EL CONTROL INTEGRADO

El operativo, diseñado y ejecutado por el Iscamen (Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza), desde el 2016, se sustentará en acciones de control integrado, con el propósito de -al menos- mantener las poblaciones de polilla de la vid por debajo del umbral de daño económico.

Operará sobre grandes extensiones, combinando herramientas de control como la Técnica de Confusión Sexual (TCS) basada en el uso de feromonas del tipo «pulverizables» y emisores de feromonas, con aplicación de insecticidas específicos y de bajo impacto ambiental mediante pulverizaciones aéreas y terrestres.

Junto con ello, la estrategia contempla acciones de control preventivo y monitoreo de la dinámica poblacional del insecto y, en paralelo, instancias de capacitación continua de los operarios que desempeñarán distintos roles.

CON DIFUSORES DE FEROMONAS

Un reporte oficial consigna que han planificado el desarrollo de la campaña en etapas, definidas en relación con la dinámica de la plaga, su biología, el complejo socio-productivo y la fenología de los cultivos.

En cada instancia -agrega- los productores serán asistidos con insumos para el manejo de la plaga en grandes áreas. Pero aclara que estas acciones que desarrollará el Iscamen serán «complementarias de los tratamientos intrafinca que deberá realizar cada productor».

Las acciones de la primera etapa estarán orientadas a asistir con difusores de feromonas para cubrir 50.000 hectáreas de vid, en condiciones de media a alta presión poblacional de Lobesia botrana.

CONTROL INTEGRADO. El plan contempla el uso de feromonas de confusión sexual, la aplicación de insecticidas específicos y de bajo impacto ambiental y, en paralelo, acciones de control preventivo y monitoreo de la dinámica poblacional de Lobesia botrana en los viñedos de Mendoza.

APLICACIÓN DE INSECTICIDAS

En una segunda instancia y «partiendo de experiencias previas con resultados comprobados» utilizarán «productos insecticidas de bajo impacto ambiental para su aplicación aérea» aclara.

Trabajarán, en este caso, sobre una superficie total cercana a las 180.000 hectáreas por lo que debería interpretarse que la cobertura alcanzará, inclusive, a parte de la periferia del área efectivamente cultivada con vid.

Cabe señalar, en este sentido, que, según el Informe Anual de Superficie 2024 del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) difundido en febrero de este año, había en Mendoza -hasta el 31 de diciembre último- 142.785 ha implantadas con esa especie (71,4% del total nacional), distribuidas en 14.593 viñedos (dos terceras partes de los registrados en todo el territorio argentino).

Desde el Iscamen señalan que la aplicación aérea «permite una cobertura homogénea sobre los cultivos a trabajar, a la vez que una mayor trazabilidad de los caldos de preparación». En áreas donde no pueden operar aviones, aplicarán el producto mediante drones.

ESPECÍFICOS, DE BAJO IMPACTO

Otra estrategia fue pensada para trabajar en áreas donde no se pueden realizar aplicaciones áreas. Para ello preparan la adquisición de insecticidas específicos y de bajo impacto ambiental también.

Esos productos, categorizados como «Banda Verde» serán destinados a tratar 47.500 hectáreas de vid, considerando 7.500 hectáreas de viñedos bajo producción orgánica.

FEROMONAS ASPERJABLES

Para el manejo de la segunda generación de la plaga se ha planificado la adquisición de feromonas asperjables para cubrir 70.000 hectáreas de vid,

Será aplicadas (desde aviones o drones) de acuerdo a las necesidades del programa, a la dinámica de la plaga y a las particulares de los cultivos.

Por último, para el monitoreo de la plaga durante la campaña, han previsionado recursos para la adquisición de trampas (y los insumos necesarios hacerlas operativas) que son utilizadas para determinar el comportamiento del insecto y el impacto de las herramientas y técnicas de control en todo el territorio provincial.

COMENTARIOS


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*
*

Lo más leído

AGENDA
AGENDA COMPLETA