GANADERÍA
MANEJO
Se habilita así una herramienta de manejo del pastizal en establecimientos ganaderos, y de prevención de incendios forestales. Lástima que se perdió un año.

La Dirección de Recursos Naturales Renovables (DRNR) de Mendoza reglamentó el procedimiento a seguir para la autorización de quemas prescriptas de pastizales y pajonales en predios ubicados exclusivamente en áreas de secano de la provincia, con promedios de precipitaciones mínimas anuales históricas de 200 mm.
La medida fue dispuesta mediante la Resolución DRNR 1946/23 que, junto con sus dos anexos, quedó plasmada en un documento de 24 páginas al que tuvo acceso Campo Andino, y que compartimos para que los interesados puedan descargarlo pulsando aquí.
La quema prescripta o controlada de pastizales tiene como objetivo eliminar el material herbáceo seco diferido o envejecido y permitir el rebrote y mejoramiento de pasturas naturales y/o siembras de especies exóticas o nativas, con el propósito de incrementar la productividad de los campos ganaderos del secano mendocino.
Además, la disminución de vegetación seca (que es combustible), mediante procesos de quema prescripta en épocas de baja temperatura, ha demostrado ser una herramienta que permite restringir la acción del fuego durante la temporada estival, cuando el riesgo de incendios es más alto, y disminuir el avance de las llamas.
Quizás la medida pudo haber llegado a tiempo para que, la herramienta que instituye, hubiera estado disponible para ser aplicada este último invierno (la estación del año indicada para realizar las quemas controladas).
Esta consideración se respalda en expresiones que recogimos apenas iniciado este año, en la segunda mitad de enero, durante una comunicación que mantuvimos con el coordinador general del Plan Provincial de Manejo del Fuego, Diego Martí.
En diálogo con Campo Andino el funcionario revelaba, en aquel momento, que la Dirección de Recursos Naturales Renovales (de la cual depende la unidad que coordina) tenía a estudio un proyecto de resolución para reglamentar la quema controlada de campos en el secano de Mendoza.
«Podríamos terminar esta temporada (se refería a la temporada de incendios) con la nueva normativa en vigencia», decía Martí, considerando que el proyecto de Resolución ya estaba, por entonces, en el ámbito de Asesoría Letrada de la Dirección de Recursos Naturales Renovables, dependiente de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial de la Provincia.
Si la iniciativa había llegado a ese punto, es muy probable que el expediente que la contenía hubiera empezado a circular antes que terminara el 2022. Quién sabe cuánto antes…
Lo cierto es que el tema tuvo resolución, y constituye el corolario de persistentes reclamos del sector ganadero de Mendoza, de una medida que normalizara esta práctica.
Ahora, las quemas prescriptas podrán aplicarse, también, fuera de los límites del Departamento General Alvear. Porque estaba vigente la Resolución 864, del año 2000 (ahora derogada por la nueva norma), que contemplaba la posibilidad de realizarlas solamente dentro de esa jurisdicción.
Lo cierto es que la Resolución DRNR 1946/23 y sus anexos, establecen el procedimiento para la autorización de quemas prescriptas, sus alcances y condicionamientos.
El productor es quien solicita autorización para aplicarla en su campo; pero la ejecución de la tarea queda a cargo de la Dirección de Recursos Naturales Renovables, a través del Plan Provincial de Manejo del Fuego.
Esto, para garantizar las medidas de seguridad que eviten la propagación del fuego, y asegurar la correcta realización de la quema desde el punto de vista técnico y ambiental. El productor solicitante, además, deberá abonar los costos del procedimiento.
El propietario del establecimiento tendrá que presentar un Plan de Manejo que haya sido elaborado por profesional matriculado e inscripto en el Registro de Profesionales de Bosque Nativo de la Dirección de Recursos Naturales Renovables. Junto con ese Plan, el resto de la documentación (que está detallada en el documento que compartimos).
«Aunque la quema haya sido autorizada, en ningún caso el particular tiene permitido realizarla; en todos los casos será ejecutada por personal del Plan Provincial de Manejo de Fuego«, aclaró Sebastián Melchor, director de Recursos Naturales Renovables de la Provincia.
Las quemas controladas sólo se podrán realizar entre marzo y agosto de cada año, y en no más del 10% de la superficie del campo (hasta en un máximo de 1.000 ha). El mismo predio o parcela recién podrá ser tratado nuevamente mediante quema, cuando hayan pasado 10 años.
Este procedimiento no será autorizado para realizar desmonte y/o supresión de flora nativa y bosque nativo para cambio de uso de suelo. Tampoco para eliminar residuos de cualquier índole o para limpieza de fincas o predios en zonas irrigadas; ni si el solicitante registrara multas impagas ante la Dirección de Recursos Naturales Renovables, aunque su plan (de manejo) reuniera las condiciones técnicas para que la quema fuera permitida.
Ramiro Labay, productor ganadero, presidente de la Especifica de Ganadería de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Ganadería de General Alvear, destacó la importancia de la medida «por la que – desde hace mucho tiempo- venimos trabajando las Cámaras empresarias y el Cluster Ganadero, junto con la Dirección de Ganadería, la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial y la propia Dirección de Recursos Naturales Renovables».
En diálogo con Campo Andino, el dirigente sureño explicó que las quemas controladas «tienen un triple impacto». Desde lo económico, «porque contribuirán a incrementar la receptividad y, consecuentemente, la productividad de los campos» ganaderos; ya que «permiten eliminar fachinales, arbustivas y todas esas especies que proyectan sombra y le quitan espacio a otras que son aptas para el consumo animal».
En lo ambiental, «ayudarán a prevenir incendios, que provocan -además de importantes pérdidas económicas- daños en el ecosistema del semiárido». Las quemas estratégicas, explicó el productor sureño, «permiten eliminar material combustible de los campos y trazar fajas negras, a modo de cortafuegos, para frenar el avance de eventuales incendios y, al mismo tiempo, facilitar el ingreso de los brigadistas para atacarlos desde distintos frentes».
Como esta intervención sobre los campos del secano se realiza durante la temporada otoño-invernal, «tendrá también un impacto positivo en lo social, porque demandará un movimiento de brigadistas en momentos del año en el que normalmente tienen menos actividad».
Recodó que «las quemas estratégicas se realizarán en un ambiente controlado por los organismos que tienen que intervenir: la Dirección de Recursos Naturales Renovables y el Plan Provincial de Manejo del Fuego».

ALTO RIESGO. Las tormentas estivales, que suelen llegar acompañadas de intensa actividad eléctrica, potencian el riesgo de incendios en los campos ganaderos del secano semiárido. Sobre todo en veranos que siguen a un año llovedor, que deja abundante materia potencialmente combustible. FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.
El presidente de la Específica de Ganadería de la cámara empresaria de General Alvear aclaró que, como las quemas prescriptas son intervenciones que se realizan durante el invierno, son «una herramienta que, si todo sale bien, la vamos a tener disponible el año que viene».
Mientras tanto, «hay que ir preparando los planes y presentando las solicitudes, que serán evaluadas por el órgano de aplicación». El inicio de la gestión debe hacerse vía digital, pero no se sabe cuándo estará habilitado el sistema.
Reveló, por otra parte, que ya fue establecido el tarifado (en unidades fijas), y aclaró que el costo -que deberán afrontar los productores que soliciten la quema controlada de su campo- variará según la superficie sobre la cual se vaya a intervenir, y la zona donde esté situado el establecimiento.
Eduardo López presidente de la Especifica de Ganadería de la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria de San Rafael, recordó que, cuando se incendian los campos, «el fuego pasa sin control y arrasa todo lo que encuentra, no se lo puede parar»; y «estas quemas controladas nos ayudarán a mitigar estas situaciones porque tendríamos zonas más limpias, libres de pajonales, de mucha vegetación seca».
López, productor ganadero con campo en la zona de La Horqueta, coincidió en que es un procedimiento de impacto «muy positivo para la ganadería, ya que la planta que envejece se termina secando, y con quemas controladas podemos renovarlas».
Es que, es una intervención «medida, suave, que se hace en períodos de más frío, que no elimina todo, si no que es una quema de limpieza, que cuando llega la primavera nos permite tener un rebrote de esa planta o una planta nueva».
La disponibilidad de este recurso forrajero renovado, «es fundamental para las vacas que están empezando a parir, que es cuando más necesitan verde para que tener más leche para sus crías», remarcó el productor sanrafaelino.
Por su parte, el Dr. Damián Carbó, director provincial de Ganadería, destacó que esta herramienta de manejo en el secano es el resultado de «un trabajo que se ha venido realizando con la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial y las cámaras departamentales, específicamente las de General Alvear y San Rafael, ya que esta forma de manejo es más efectiva en los tipos de campo de esas zonas de la provincia».
«Se ha discutido mucho, se ha trabajado mucho en terreno y se ha escuchado a los productores», destacó el funcionario. «Algunos de ellos cuentan con experiencias previas en otras regiones del país, por lo que fueron consultados… y revisados los protocolos de otras provincias donde se realizan estas prácticas».
Carbó subrayó que el objetivo es mejorar el recurso forrajero estratégico con una quema de invierno, lo que producirá el rebrote del pastizal en primavera. «Esto es un aporte de altísima calidad de nutrientes, en un momento estratégico del rodeo», remarcó el médico veterinario que conduce la Dirección Provincia de Ganadería.
«Cuando la vaca comienza a parir -explicó- necesita pasto de poco volumen y alta calidad, porque es el momento en que su rumen se encuentra disminuido por la gestación. Podemos decir que la quema prescripta o controlada tiene un positivo impacto productivo a la vez que controla el monte para que no se generen fuegos naturales de manera descontrolada durante las tormentas del verano», finalizó.
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