FRUTICULTURA
SANIDAD
El ISCAMEN, de Mendoza, recomienda una serie de acciones preventivas a realizar en los meses de otoño, invierno y primavera para frenar la mosca del Mediterráneo y otros insectos. La primera quincena de abril es clave para iniciar aplicaciones.

La planificación y ejecución de medidas preventivas al finalizar la cosecha son fundamentales para iniciar el próximo ciclo agrícola en condiciones sanitarias óptimas, y constituyen parte esencial del proceso productivo y manejo del monte frutal.
Desde Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (Iscamen) recomiendan una serie de prácticas agrícolas a tener en cuenta en los meses de otoño, invierno y primavera, como complemento de las acciones de Manejo de la plaga en grandes áreas que realiza Mendoza.
La propuesta está basada en ensayos de campo, por lo que su aplicación resulta determinante para el control de mosca del Mediterráneo.
Para los oasis Norte y Este, áreas de escasa prevalencia de la plaga, durante este periodo del año es conveniente realizar tratamientos post cosecha con aplicación de agroquímicos para el control de adultos de moscas de la fruta que ingresaron a las fincas.
El tratamiento post-cosecha tiene como objetivo evitar que las poblaciones de adultos de mosca del Mediterráneo coloquen huevos en la fruta remanente y generen poblaciones para la próxima temporada. Haciendo este control, se evitan problemas al inicio de la próxima campaña agrícola.
De acuerdo a los ensayos a campo, es conveniente realizar las aplicaciones a partir de la primera quincena de abril. Como resultado de las aplicaciones post-cosecha se puede alcanzar una importante disminución de las poblaciones en el ciclo agrícola venidero.
Estos tratamientos deben realizarse tomando como referencia el ciclo teórico de la plaga, es decir el pasaje desde huevo hasta el nacimiento de un nuevo ejemplar adulto, ciclo que -además- está relacionado con las temperaturas. Por ejemplo:
* Si las hembras de mosca del Mediterráneo ponen sus huevos en la primera quincena de abril, sus adultos nacerán a partir de agosto.
* Si lo hacen desde la segunda quincena de abril, sus adultos nacerán a partir de septiembre.
* Si ponen sus huevos desde la primera quincena de mayo sus adultos nacerán a partir de octubre. Si se realizan controles tempranos, las condiciones sanitarias tienden a mejorar de una temporada a otra. Se recomienda la realización de dos aplicaciones de control separadas 10 días entre sí. Se puede repetir el producto o hacer una aplicación de cada uno con una diferencia de 10 días.

Si de acuerdo al tipo de producción a la que se destina la finca existen restricciones para alguno de los productos sugeridos, se puede aplicar otro que cubra con su persistencia los 10 días entre las dos aplicaciones, para alcanzar el mismo efecto preventivo.
De acuerdo a los ensayos en realizados, es conveniente hacer las aplicaciones a partir de la primera quincena de abril.
En esta época es preciso eliminar los frutos que puedan estar larvados y evitar que las hembras de la mosca del Mediterráneo tengan un lugar dónde depositar sus huevos.
Esto es importante porque, si no hay frutos, se corta el ciclo reproductivo, ya que la hembra no encuentra lugar para oviponer. De esta manera, se interrumpe el pasaje invernal que realizan estos insectos.
Se sugiere recorrer la finca y detectar especies que aún mantengan fruta en las plantas, alrededor de las viviendas, como higueras o cítricos y trincheras de membrillos. Sí aún hay fruta post-cosecha, realizar la descarga total de las plantas frutales.
No hay que dejar melezca por lo que sería conveniente enterrar los frutos caídos y pasar la rastra. También es una buena práctica agrícola realizar trabajos culturales sobre frutales no comerciales que tengan frutos que permitan pasaje invernal tales como cítricos (excepto el limonero), membrilleros e higueras.
En primavera da inicio la temporada productiva, por lo que la implementación de planes fitosanitarios (principalmente en los Oasis Norte y Este de Mendoza) que se complementen a las acciones de control en grandes áreas que realiza el Iscamen, como la Técnica del Insecto Estéril, son fundamentales en términos fitosanitarios y determinantes en cuanto a los rindes de producción.
De acuerdo a cada producción, variedad y zona geográfica, es preciso planificar acciones de control dentro de la finca, finaliza el reporte del organismo fitosanitario de la provincia andina.