GANADERÍA
ALERTA
El INTA estudia si hay relación entre la presencia del insecto en alfalfares florecidos y algunos síntomas, hasta muerte súbita. Estaría también en Mendoza.
MUDANZA. Investigadores presumen que el retraso o ausencia en la floración de especies vegetales que el insecto suele utilizar, produjo su aparición en hospederos menos frecuentes como la alfalfa, con posibles consecuencias para el ganado. FOTO/INTA Informa.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) recomendó evitar que la hacienda pastoree en lotes de alfalfa con alta densidad del escarabajo «Siete de Oro», mientras se estudia si algunos síntomas que presentan los animales (muerte súbita incluida) puede tener relación con la presencia del insecto.
La advertencia fue difundida a través de INTA Informa, el órgano de difusión del ente nacional, que menciona esos síntomas y da cuenta de la investigación que realizan unidades especializadas de la Institución.
El Siete de Oro (Astylus atromaculatus) es un insecto de color amarillo y negro, cuya población registró un incremento significativo y una particular concentración en cultivos de alfalfa en floración, en la Región Central del país.
En efecto, aunque la investigación está centrada en los episodios acaecidos en Norte bonaerense, llega información sobre otros, acontecidos en las provincias de Santa Fe, Córdoba, y La Pampa. También en Mendoza habría registros de la presencia de la plaga.
En el caso de la provincia cuyana, la información la aportó Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). La entidad publicó este fin de semana, en su cuenta de Twitter y bajo la frase «fotos enviadas desde Mendoza», imágenes donde puede apreciarse la concentración de ejemplares de Siete de Oro en cultivos de vid y hortalizas.
Volviendo al evidente incremento de la población del insecto en alfalfas florecidas, los investigadores del INTA determinaron que esa situación coincidió en el tiempo con la ocurrencia de casos de animales afectados por decaimiento, diarrea severa, cólicos y hasta muerte súbita.
De allí que el Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado (SDVE) del INTA Balcarce -Buenos Aires- está realizando estudios para descartar otras posibles causas y recomienda que, hasta saber si la presencia del insecto tiene -o no- relación con esas afecciones, se evite dar al consumo ese forraje con elevada densidad del insecto.

LA VID resultaría ser un hospedero alternativo para Astylus atromaculatus, aunque hasta el momento no tenemos referencia acerca del daño que podría provocar en este cultivo. FOTO/Cuenta de Twitter de CRA.
«A mediados de enero se registraron y fueron notificados al Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado (SDVE) del INTA Balcarce, casos en rodeos bovinos afectados en el norte bonaerense».
Los animales presentaban «rechazo al consumo del forraje, decaimiento, diarrea severa (con y sin sangre), cólicos y muerte súbita», indicó Germán Cantón, coordinador de la Red de Laboratorios de Diagnóstico Veterinario de INTA.
El investigador precisó que «en las necropsias realizadas, se observaron lesiones multifocales necrohemorrágicas fibrinosas, ulcerativas, en yeyuno, colon y recto, principalmente».
Agregó que «en el contenido ruminal se encontraron restos del Siete de Oro, lo que confirmó que el insecto había sido consumido»; y «al recorrer la alfalfa se confirmó una elevada cantidad del Siete de Oro en las inflorescencias».
El reporte del INTA señala que las condiciones climáticas registradas durante los últimos meses, que afectaron los cultivos de la región, «podrían haber provocado que el insecto se concentrara en los espacios con presencia de flores, especialmente en lotes de alfalfa».
La alfalfa es un importante recurso forrajero en esta época del año en la región y podría haber provocado el desencadenamiento de estos episodios de mortandad por ingesta accidental del insecto.
«Esta situación no se ha registrado previamente en la zona», aseguró Ariel Pereda, coordinador del Programa Nacional de Salud Animal. Se admite que en la bibliografía internacional existen escasos antecedentes sobre la intoxicación por consumo de Siete de Oro, describiendo signos y lesiones similares a las observadas y reportadas en estos casos registrados en la región.
«Por esto no podemos confirmar la relación causal directa entre la muerte de los animales con la ingesta del insecto», expresó Pereda, quien confirmó que se encuentran realizando estudios específicos para conocer qué fue lo que desencadenó esas muertes.

TAMBIÉN en cultivos hortícolas se ha registrado la presencia del «Siete de Oro». Así lo consigna una publicación en redes de Confederaciones Rurales Argentinas. FOTO/Cuenta de Twitter de CRA.
«Frente a esta situación novedosa, desde el SDVE del INTA Balcarce mantienen la alerta sanitaria y recomiendan evitar o minimizar el consumo de forrajes con elevada concentración de Siete de Oro, mediante el monitoreo constante de las pasturas antes del ingreso de los animales y durante el pastoreo», apunta el reporte de INTA Informa.
Señalan, asimismo, la conveniencia de pastorear frecuentemente los lotes de alfalfa (20-30 días entre pastoreos en verano) «para evitar presencia de flores, que son las que atraen al Siete de Oro».
En caso de que la presencia del insecto sea elevada, directamente «evitar el pastoreo», puntualizó Alejandro Radrizzani, coordinador del Programa Nacional de Forrajes, Pasturas y Pastizales de INTA.
El profesional advirtió sobre la necesidad de cortar el forraje disponible, y antes de suministrarlo al rodeo esperar al menos 48 horas, para permitir que el Siete de Oro abandone el forraje cortado.
Admiten la posibilidad que hubiera riesgo de toxicidad aun cuando el forraje -expuesto a elevada presencia del insecto- se encuentre seco. Por eso es que, en aquellas alfalfas destinadas a reserva forrajera, es recomendable -antes de realizar el corte y previo a henificar- controlar que no queden rastros del Siete de Oro o que, al menos, la densidad sea muy baja.
En cuanto a la conveniencia de recurrir al control químico del Siete del Oro, Adriana Saluso, entomóloga de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Paraná -Entre Ríos- subrayó que no es recomendable.
Es que «no se dispone de ningún insecticida registrado por el SENASA para su control en alfalfa». Además de baja eficacia de control de este insecto en alfalfa, la reinfestación ocurriría rápidamente, incluso antes del cumplimiento del período de carencia. Por otra parte, las aplicaciones tendrían un impacto devastador en muchos insectos benéficos, como abejas, vaquitas, moscas predadoras, etc.
De todos modos, Juan García, veterinario del SDVE, aseguró que «el INTA está realizando estudios para descartar otras etiologías, además de ensayos experimentales para reproducir esta intoxicación, con el objeto de verificar fehacientemente la causa de la muerte de ganado».
En el estudio exhaustivo del caso están trabajando Adriana Saluso, especialista en entomología del INTA Paraná -Entre Ríos-; Germán Berone, Juan García y Germán Cantón, del INTA Balcarce; Alejandro Radrizzani, coordinador del Programa Nacional de Forrajes, Pasturas y Pastizales del INTA; Eduardo Trumper, coordinador del Programa Nacional de Protección Vegetal del INTA; y Ariel Pereda, coordinador del Programa Nacional de Salud Animal del INTA.
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