GANADERÍA

SANIDAD

Trabajar con toros sanos ayuda a mejorar el índice productivo del rodeo

20 de agosto de 2021

Mendoza implementa el Plan Toro para detectar enfermedades venéreas. El análisis lo hace el Laboratorio de la Fundación COPROSAMEN.


Sacar definitivamente del rodeo al toro afectado por enfermedades incurables, o retirarlo hasta que dé negativo de las venéreas que admiten tratamiento, es una de las decisiones importantes que debe tomar el productor ganadero, para tener más chances de mejorar la producción de terneros.

Así, se expresó -palabras más, palabras menos- el doctor Federico Valli (médico veterinario), director técnico de la Fundación COPROSAMEN (Comisión Provincial de Sanidad Animal Mendoza), la entidad de los productores que ejecuta los planes sanitarios definidos desde la Dirección Provincial de Ganadería.

En diálogo con Campo Andino, el profesional recordó que el Plan Toro apunta al diagnóstico de enfermedades reproductivas de transmisión sexual, como la Trychomoniasis y la Campylobacteriosis.

CUANDO SE INSTALA, NO SE VA MÁS

Explicó que «la Trychomoniasis (que es provocada por un parásito protozoo flagelado, la Trychomona fetus, y transmitida a la vaca durante el servicio) produce en la hembra vaginitis, endometritis, muerte embrionaria y abortos en el primer tercio de la gestación».

Aclaró que «en los machos, la infección cursa sin signo ni síntoma alguno y permanecen infectados toda su vida». Los signos que sí puede observar el productor en su rodeo, son «baja tasa de preñez, repetición de servicios con celos irregulares y muchas preñeces tardías», apuntó el doctor Valli.

Añadió que la Trychomoniasis «es una enfermedad en la cual se han experimentado tratamientos con  diferentes drogas tricomonicidas a lo largo de los años pero, por diversos factores, ninguna llegó a ser 100% efectiva». Por eso «cuando se la detecta un toro positivo a Trychomona, lo mejor es sacar al toro del rodeo» dijo.

LA BACTERIA QUE SE VOLVIÓ REBELDE

En el caso de la Campylobacteriosis, «es ocasionada por la presencia de la bacteria Campylobacter fetus», explicó el secretario técnico de la COPROSAMEN. «La hembra se contagia en el servicio, ya que el toro infectado almacena la bacteria en su prepucio».

Valli señaló que  el toro no evidencia síntomas, y que esta enfermedad provoca «repetición de celos, muerte embrionaria y abortos, por lo cual el productor puede ver, en su rodeo, los mismos signos que se describieron para Triychomona fetus».

La Campylobacteriosis es una enfermedad tratable con antibióticos, y existen vacunas en el mercado para prevenirla. Pero aclaró que «con el paso de los años ha ido generando un grado de resistencia a los medicamentos más utilizados, por lo cual es importante -luego de emprender un tratamiento en toros infectados- realizar raspado y pruebas de laboratorio para evaluar el éxito terapéutico». Advirtió que «si el seguimiento arroja resultados desfavorables, se recomienda descartar los reproductores afectados».

En cualquier caso, la permanencia en el rodeo de toros afectados por enfermedades venéreas es motivo de pérdida económica para el productor. Porque, independientemente de otras variables que inciden en esa etapa del ciclo productivo (como el estado corporal de la vaca, por ejemplo), es seguro que va a disminuir la producción de terneros.

MÁS RÁPIDO Y PRECISO

Federico Valli destacó las ventajas asociadas al avance tecnológico que logró el Laboratorio de la Fundación a partir del 2020. En efecto, con la incorporación de equipamiento de termociclado, que permite aplicar la técnica de PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa), el diagnóstico se logra más rápidamente y con mayor precisión que mediante las técnicas tradicionales.

De esta manera quedan descartados los «falsos positivos», lo que permite trabajar con una sola muestra y, consecuentemente, ahorrar tiempo y costos. Es que esta técnica necesita un número mucho menor de parásitos o bacterias presentes en la muestra, porque trabaja sobre el ADN, en condiciones de muy alta sensibilidad.

Una vez que lo detecta, lo replica para estudiarlo y generar el diagnóstico, por lo que es suficiente con el material recogido en un solo raspado del animal.

Hasta el 2019, en cambio, se recomendaba habilitar para el servicio solamente a los toros que hubieran dado no menos de dos raspados consecutivos negativos. Esto es porque los procedimientos aplicados hasta entonces (por Cultivo en Trychomoniasis y por Inmunofluorescencia Directa en Capylobacteriosis) son de un nivel más bajo de sensibilidad.


FEDERICO VALLI. El secretario técnico de la Fundación COPROSAMEN dice observar una mayor toma de conciencia por parte de los ganaderos, acerca del impacto positivo de la sanidad reproductiva sobre los índices productivos del rodeo de cría.


TODO TORO QUE CAMINA…

El productor tiene que ir a la delegación de la Fundación COPROSAMEN o de la Dirección Provincial de Ganadería, para activar el trámite que le permitirá acceder al análisis gratuito de las muestras de material tomadas durante el raspaje a sus animales.

El ganadero tendrá a su cargo el costo de honorarios profesionales del médico veterinario que vaya al campo a hacer el muestreo en su plantel de reproductores.

Para estar seguros de tener toros libres de Campylobacteriosis y Trychomoniasis, se deben tomar muestras de la secreción genital alojada en el prepucio, de todos los toros que vayan a entrar en servicio.

Es fundamental, asimismo, muestrear a todos los que ingresen al rodeo, independientemente de su edad y antecedentes.

FALTA INFRAESTRUCTURA

En cuanto a la predisposición de los productores para analizar la sanidad de los toros de sus rodeos, el doctor Valli dijo a Campo Andino que «en años anteriores ha venido bastante bien, pero estamos entrando como en una meseta».

Lo atribuye a que «hay muchos establecimientos con instalaciones deficientes o que directamente no las tienen», y «es complicado juntar los toros y tomar las muestras en esas condiciones, por la seguridad del veterinario y del personal de apoyo…y de los animales inclusive».

EL ROL DEL VETERINARIO

El secretario técnico de la Fundación COPROSAMEN dice observar, no obstante, una tendencia positiva en cuanto a la toma de conciencia acerca del impacto positivo de la sanidad reproductiva del rodeo sobre los índices productivos.

En esto tiene que ver, también, la labor docente de los veterinarios que asesoran a los productores. Por eso, desde la propia Fundación, se promueve la participación de los profesionales del sector privado en ciclos de charlas técnicas, considerando que son ellos el punto de contacto directo con el productor ganadero.

De hecho, Valli reveló que «hace unos días tuvimos una capacitación con profesionales del INTA de La Pampa» donde, dicho sea de paso, el Plan Toro es obligatorio, y arroja como resultado una tendencia hacia una mayor producción de terneros.

Allí, al toro que da positivo de Trychomoniasis, directamente lo sacan del rodeo. Al que da positivo de Campylobacteriosis, lo tratan con antibióticos y le van haciendo un seguimiento con testeos. Recién cuando da negativo, lo reingresan al rodeo.

La capacitación a la que se refería Valli fue organizada por la COPROSAMEN, y coordinada entre el director técnico del Laboratorio de la Fundación, médico veterinario Gerardo Fernández, y su colega Marcelo Fort, de la Estación Experimental Agropecuaria Anguil del INTA. Del encuentro, que se realizó a través de plataformas virtuales, participaron 26 médicos veterinarios que asesoran a ganaderos mendocinos.

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