GANADOS & CARNES
ENFOQUES
Es, en resumen, la esencia del análisis contenido en el reporte semanal del Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario que, en esta oportunidad, no sólo hace foco en el «vaso medio lleno».
LOS CAMBIOS demandados (más allá de las circunstancias de la coyuntura) deben dar paso a una fase de crecimiento de toda la cadena de ganados y carnes, según la lectura que hacen en el Rosgan. FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.

Una valoración positiva de avances en materia macroeconómica, junto con el señalamiento de «materias pendientes» como las reformas laboral y tributaria y la preocupación por el «atraso cambiario» forman parte del análisis de fondo contenido en el reporte semanal del Rosgan.
Su editora, María Julia Aiassa, hace un balance del primer año del nuevo gobierno de Argentina y el impacto de sus medidas sobre el sector, desde la perspectiva institucional del Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario y desde la ponderación técnica de la especialista.
En el texto señala que, para consolidar el crecimiento del sector, y al margen de circunstancias coyunturales (también consideradas en el análisis), hay que corregir las dificultades de la industria exportadora y, por otra parte, mejorar la competitividad, no tanto por política cambiaria sino por eficiencia operativa, y reconoce -de paso- que ése deberá ser el objetivo de toda empresa agropecuaria.
ADVERTENCIA. «El sector productivo en su conjunto aún sufre una muy fuerte presión de costos que erosiona cada vez más los márgenes del negocio, al tiempo que reduce competitividad», puntualiza el análisis del Rosgan.
En su análisis, Aiassa admite que «las principales cuentas de la economía han logrado estabilizarse» destacando que «la drástica reducción del déficit fiscal, de la mano de una rotunda política de no emisión monetaria, está logrando controlar uno de los mayores flagelos de la Argentina: la inflación».
En este contexto, «la baja de tasas de interés y la liberación parcial de ciertos controles cambiarios están llevando a una estabilización de los dólares paralelos» destaca el texto.
Eso, sumado a «una política de devaluación controlada del tipo de cambio oficial», ha conducido a «una virtual reducción de la brecha cambiaria a solo un dígito, tras haber alcanzado niveles del 150% previo a las elecciones definitivas de 2023″.
En esa primera mirada, la analista del ROSGAN resume que, «en términos relativos a la configuración económica de un año atrás, el balance resulta muy positivo» .
RECLAMO. Desde el Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario señalan la necesidad de reformas estructurales «orientadas a una mayor desregulación y reducción de costos que permitan mejorar la competitividad, no tanto por política cambiaria, sino por eficiencia operativa».
Pero advierte que «el sector productivo en su conjunto aún sufre una muy fuerte presión de costos que erosiona cada vez más los márgenes del negocio, al tiempo que reduce competitividad» .
En este sentido, «una de las grandes materias pendientes que se le demanda a la actual gestión, es la dilación de las anunciadas reformas laborales y tributarias» .
Esas reformas, dice, permitirían «descomprimir la actual presión que pesa sobre las empresas, en especial sobre las Pymes, componente vital del sector agropecuario argentino».
Pero, «más allá de las reformas de fondo requeridas, otro de los grandes componentes de la suba relativa de costos es el atraso cambiario» según interpreta.
Es que, «en estos doce meses de gestión, el dólar exportador se apreció poco más de un 20%, mientras que la inflación en pesos, aunque estabilizándose, fue del 166% interanual» .
Advierte que «esto conduce a una revaloración creciente del peso y a la consecuente pérdida de competitividad de las agro exportaciones» y analiza las derivaciones que esto tiene en el sector ganadero.
En ese sentido, remarca que «la situación que atraviesan los frigoríficos, tanto exportadores como consumeros, enciende una alerta no menor, en cuanto al impacto que esto puede generar hacia atrás, sobre toda la cadena comercial».
Al poner bajo la lupa la situación del mercado interno, puntualiza que «la demanda local sigue muy cauta» y que «la reciente suba del 10% al 15% en el precio de la hacienda gorda no se está pudiendo trasladar a los mostradores» .
Esto «conduce a una reducción de márgenes tanto para matarifes como para abastecedores y carniceros» consigna el análisis de fondo del último reporte del Rosgan.

En el plano de los negocios con el exterior, en tanto, «el frigorífico exportador tampoco logra encontrar una válvula de escape para descomprimir la actual situación» advierte.
Menciona «costos operativos crecientes por suba de tarifas y salarios frente a un dólar retrasado, sumado a las retenciones que aun pesan sobre la exportación», como factores que limitan el margen de maniobra de la Industria.
Se lamenta, porque «no le permite absorber la incipiente recomposición del precio de la hacienda que, considerando las perspectivas de restricción de oferta para el próximo año -dice- debería consolidarse”.
A ello hay que sumar la mejora de la competitividad regional de Brasil. Por un lado, por la devaluación del real. Por otro, debido a la baja en los precios de la hacienda en pie (casi 10% en lo que va de diciembre) a causa de la sobreoferta de ganado para faena en ese país.
Así, la industria brasileña transita «un camino inverso en términos cambiarios y de costos de hacienda», lo que «pone aún más en jaque la competitividad de la exportación» de la Argentina.
Por otra parte, «saliendo de la coyuntura actual, queda claro que la competitividad de la industria exportadora, concebida como motor fundamental del resto de la cadena, demanda ineludiblemente reformas estructurales» reclama Aiassa.
Esas reformas deben estar «orientadas a una mayor desregulación y reducción de costos que permitan mejorar la competitividad, no tanto por política cambiaria, sino por eficiencia operativa«.
Reconoce que «este mismo nivel de eficiencia deberá ser, en adelante, el objetivo de toda empresa agropecuaria que desee permanecer activa bajo este nuevo escenario de sinceramiento de costos y baja de inflación».
La analista del Rosgan reflexiona que «el sector ganadero necesita salir definitivamente de este virtual estancamiento en el que ha estado transitando las últimas décadas, en términos de producción».
En este sentido, «la exportación ha demostrado ser, en la mayoría de los países ganaderos -dice- la vía más genuina para impulsar un crecimiento sostenido del sector» y pone como ejemplo «el crecimiento que experimentó la ganadería de Brasil en los últimos 25 años».
Recuerda que «partiendo de niveles de exportaciones similares a los entonces registrados por Argentina, hoy (el vecino país) es el primer proveedor mundial de carne vacuna, habiendo multiplicado por 7 su volumen de exportaciones».
Subraya que logró esto «sobre la base de un crecimiento y mejoramiento sostenido de su stock ganadero, que le permitió atender su mercado interno mientras apostaba fuertemente al desarrollo de la exportación» .
En este sentido, «si bien siempre elegimos quedarnos con la mirada del vaso medio lleno, no debemos dejar de observar cautelosamente los riesgos asociados a la demora de estas otras tantas reformas pendientes, que permitirían consolidar definitivamente el crecimiento del sector» reflexiona María Julia Aiassa al cierre de su balance anual.
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