GANADERÍA
PANORAMA
El dato se infiere del análisis de coyuntura contenido en el reporte semanal del ROSGAN que, por otra parte, da cuenta de una normalización de la estacionalidad del stock en los corrales de engorde.
ACTOR CLAVE. Los analistas del Rosgan razonan que «en un escenario donde la recría a campo vuelva a tomar mayor participación dentro de un sistema integral de producción y engorde, el feedlot pasará a ser un actor clave para lograr la correcta terminación de animales pesados, cada vez más demandados por la exportación». FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.

Una incipiente recuperación de las recrías a campo y una normalización del comportamiento del stock en los corrales de engorde, son temas puestos bajo análisis en el Informe semanal del Rosgan, el Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El reporte, cuya edición coordina la analista María Julia Aiassa, destaca la recuperación del nivel de encierre de animales en los corrales desde la segunda mitad del año, y da cuenta de los últimos datos del Senasa que, a octubre, muestran un total de 1.954.636 animales confinados, «repitiendo el registro más alto por cuarto mes consecutivo» .

ESTE AÑO el comportamiento del stock en los feedlots vuelve a normalizarse, concentrando los mayores registros en los meses de junio, julio y agosto, para comenzar a descender ligeramente a partir de septiembre.
Recuerda, sí, que «en números absolutos, el nivel de encierre de los primeros meses -en particular del segundo trimestre del año- fue ampliamente superado por el 2023″, cuando se sintió la presión de la seca, que llevó a «concentrar y a anticipar el período de llenado» de los corrales de engorde.
Pero apunta que «este año el comportamiento del stock vuelve a normalizarse, concentrando los mayores registros en los meses de junio, julio y agosto, para comenzar a descender ligeramente a partir de septiembre».

Al analizar -por categorías- la composición actual del stock en los corrales, se observa un mayor número de novillos, novillitos y toritos, en relación con el año pasado. En conjunto, «crecieron un 8,5%, a diferencia de los terneros que disminuyen en un 2%, sobre el stock registrado un año atrás».
En el texto se analiza que, «si nos remitimos a los datos que surgen de la primera vacunación contra aftosa, esta disminución en el número de terneros y terneras encerradas resulta lógica, dada la caída que registra esta categoría por vacunación».
Indica que, según estas cifras, «en el último año se habrían perdido unos 837.000 terneros y terneras (-5,4%), 723.000 vacas (-3,3%) y 386.000 vaquillonas (-5,4%)». En tanto que, «en machos, la categoría novillos se contrajo en 119.000 cabezas (-4,2%), y la de novillitos y toritos en 63.500 lo que, en porcentaje, representa una disminución del 1,5% anual» constituyéndose así en «la categoría que menor caída registró».

RETROCESO. Según el último balance, las existencias de terneros en los corrales disminuyen en un 2% sobre el stock registrado un año atrás. En parte, porque se redujo la última zafra; pero en buena medida se debe a que hubo una importante deriva a sistemas de recría no confinada.
Pero el análisis va más allá cuando señala que, «independientemente de la cantidad absoluta de animales en stock, este corrimiento de los encierres da cuenta de una posible reconstrucción de las recrías, sumamente restringidas el año pasado a causa de la escasa receptividad de los campos».
Interpreta que «este indicio comienza a observarse muy ligeramente a partir de las estadísticas de movimiento de animales que reporta el mismo Senasa». Es que, «de acuerdo a estos datos, de enero a septiembre de este año cerca de 8,5 millones de terneros y terneras fueron trasladados desde los campos de cría hacia otros destinos con motivo de cría o invernada».
Detalla que «sobre este total de animales trasladados, unos 2,05 millones (24%) tuvieron por destino establecimientos de engorde a corral, por lo que se infiere que el 76% restante continuó sus procesos de recría en sistemas no confinados» . Esto implicaría que casi 6,5 millones de terneros/terneras habrían sido derivados a lugares distintos de los corrales.
Si se compara este mismo dato contra años anteriores, «notamos una incipiente recuperación de las recrías pastoriles de terneros y terneras, luego de la drástica contracción que se observó en 2023″.

A partir de esos mismos datos, el análisis se reenfoca para situarse sobre el peso de faena. Razona que, considerando el perfil de animales ingresados a los feedlots para el mismo período del año, «notamos que la proporción de terneros y terneras viene disminuyendo en relación a la proporción de animales más adultos, como novillos, novillitos y vaquillonas».
«Particularmente en el último año -subraya- esta tendencia de observa de manera más notoria, con un crecimiento en el ingreso de animales jóvenes del 36 al 39%, contra una disminución en terneros que pasa del 55% al 52% de los ingresos totales registrados durante estos primeros nueve meses del año».
Por eso proyecta que, «en la medida que esta tendencia siga consolidándose y paralelamente -clima mediante- la faena de vacas vuelva a normalizar su salida, los pesos medios de faena deberían comenzar a crecer» .

Por lo pronto, apunta que «a la fecha, los datos de septiembre muestran una estabilización de los pesos medios obtenidos por res en torno a los 231 kilos» lo cual «supone una recuperación de 2 kilos respecto de los obtenidos el año pasado».
«Sin embargo -advierte- aún resta terreno por recuperar, frente a los 236 kilos promedio obtenidos a igual fecha, dos años atrás y más aun, frente a la vara puesta por nuestros países vecinos que nos sacan más de 20 kilos de ventaja» .
«En este sentido -finaliza el análisis- en un escenario donde la recría a campo vuelva a tomar mayor participación dentro de un sistema integral de producción y engorde, el feedlot pasará a ser un actor clave para lograr la correcta terminación de esos animales pesados, cada vez más demandados por la exportación» .
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