GANADERÍA
MERCADOS
La pausa -con retroceso en los precios- es usual en vísperas de la celebración del Año Nuevo en el gigante asiático. Pero hay factores confluyentes que hacen temer, por ejemplo, una suba de aranceles para ingresar a ese mercado.
IMPACTO. La retracción estacional de importaciones, mientras celebra su Año Nuevo, vino acompañada de una baja en los precios que paga China por tonelada de carne vacuna. Por lo pronto, y al margen de las medidas que pueda tomar el país asiático una vez pasados los festejos, la contracción de las compras ya se reflejó -en Argentina- en una caída en el precio de la vaca conserva en pie, que acumula alrededor del 30% desde principios de diciembre. FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.

La desaceleración estacional de compras de carne vacuna en el exterior; con stocks holgados todavía; un mercado interno en retracción; y la investigación en curso sobre el flujo comercial entre 2019 y 2024 -particularmente desde América del Sur– conforman un escenario que lleva a especular con la posibilidad que China imponga cambios en el negocio, quizás por el lado de un incremento de aranceles.
La inquietud está planteada en el reporte semanal del ROSGAN (el Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario), cuya edición coordina la analista María Julia Aiassa.
Aiassa recuerda que, como todos los años, la llamada Fiesta de la Primavera -coincidente con el Año Nuevo lunar– es la celebración más importante en China, y un tiempo en el que el gigante asiático ralentiza el intercambio comercial con el resto del mundo.
La fecha varía cada año, pero generalmente se ubica entre el 21 de enero y el 20 de febrero del calendario gregoriano. Este año ya lo están celebrando, porque cae el 29 de enero.
Particularmente para el sector cárnico, este período -dice- «suele asociarse a un momento de espera o impasse, en el que el país asiático reacomoda los valores y plantea nuevos lineamientos comerciales de cara al próximo ciclo».
EN PAUSA. Los importadores chinos parecen haber ingresado a un impasse comercial hasta tanto finalicen las festividades del Año Nuevo y, a partir de allí, volver a sentarse a discutir valores de compra de carne vacuna, según la lectura que hacen desde el ROSGAN.
De acuerdo con los registros publicados por el INDEC (sin descontar los huesos de la despostada), de las 768.638 toneladas de peso producto que Argentina embarcó hacia todos los destinos, 569.412 toneladas fueron a China, por encima de las 536.748 toneladas brutas remitidas en 2023.
Según la misma fuente, en noviembre los chinos habían comprado unas 53.700 toneladas (sin descontar huesos), mientras que, para diciembre, ese volumen se redujo a menos de 41.200 t (marcando así un retroceso de más de 20%).
En enero, en tanto, según los certificados de embarque emitidos por el Senasa, el volumen remitido podría caer entre un 8% y un 10% adicional.
Estacionalmente, este periodo también suele estar asociado con una baja de valores. Esto, aparte de que 2024 no ha sido un año favorable en este aspecto. De acuerdo a los datos oficiales, los valores conseguidos en los últimos doce meses arrojaron un promedio de USD 3.294/t, esto es, 9,4% por debajo de los obtenidos un año atrás.
El informe repasa datos publicados por APEA (Asociación de Productores Exportadores Argentinos), según los cuales, «los mismos cortes que en mayo/junio del año pasado se pagaban entre USD 3.800 y USD 4.150 por tonelada, en noviembre -último mes fuerte de compras previo al año Nuevo- llegaron a marcar entre USD 4.800 y USD 5.400 la tonelada».
Hoy, esos valores comenzaron para ceder. China está pagando, por estos mismos productos «entre un 10% y un 15% menos» dice el reporte, y detalla: «Bola y Cuadrada, USD 4.700; Garrón y Brazuelo, USD 4.500; y Set de 17 cortes, USD 4.450».
DIVERSIFICAR. En 2024, la participación relativa de los envíos a China bajó del 75% al 69% del total de ventas de carne vacuna argentina en el exterior. Pero la exposición a ese mercado sigue siendo muy alta. Creen que el sector debería diseñar -más temprano que tarde- una estrategia de diversificación.
Aiassa apunta que esto se está viendo reflejado en los valores pagados localmente por la vaca conserva que, «tras alcanzar, durante los primeros días de diciembre, máximos corrientes de $1.500 y hasta $1.800 el kilo en lo que se considera categoría conserva, termina cayendo a los valores actuales de $1.100 a $1.200 el kilo vivo» .
La analista del ROSGAN explica esta situación señalando que, «al retroceso de los precios logrados en el exterior se suma el deterioro de la capacidad de compra» de la industria cárnica argentina «por el peso de los costos internos y la falta de competitividad» del sector.
Al tratar de proyectar los meses venideros, Aiassa pone sobre la mesa, como factores a considerar -por un lado- los «stocks relativamente holgados» que todavía tiene el gigante asiático.
Sugiere, por otra parte, no perder de vista que el mercado interno chino está «en franca desaceleración» a pesar de la devaluación del yuan, a través de la cual el gobierno oriental intenta incentivar el consumo.
En este escenario, «los importadores chinos parecen haber ingresado a un impasse comercial hasta tanto finalicen las festividades del Año Nuevo y, a partir de allí, volver a sentarse a discutir valores de compra de carne vacuna» según la lectura que hace la analista del ROSGAN.

El informe remarca que «en 2024, China alcanzó un nuevo récord en volumen importado». Reportó «ingresos por un total de 2,875 millones de toneladas de carne vacuna» lo que representa «un 5% más que lo importado en 2023, y el máximo volumen hasta entonces registrado».
Sin embargo, «en precios, el valor medio de todo lo ingresado de enero a diciembre del año pasado, registró una baja del 8%» lo que representa «el nivel más bajo desde 2018» año de mayor crecimiento de su demanda a otros países, a causa de la peste porcina africana.
Aiassa advierte que «esta performance de volúmenes crecientes y precios cada vez más deprimidos» y un contexto donde «la demanda local se desacelera y los productores locales sufren una feroz caída de los precios internos», encienden una luz de alerta acerca de «las medidas que podrá adoptar el Gobierno chino».
Recuerda, de paso, que recientemente el Ministerio de Comercio de China abrió una investigación de salvaguardia para analizar el impacto de este aumento de las importaciones de carne vacuna sobre la producción nacional, centrándola en el período enero 2019 / junio 2024 y haciendo foco, particularmente, en América del Sur.
Admite que «por el momento, esto no ha afectado el ritmo del comercio con China», pero «se teme -dice- que una de las medidas que podría llegar a tomar el gobierno asiático tras este proceso de investigación es incrementar los aranceles de ingreso para la carne vacuna, que en el caso de Argentina es del 12%».
Advierte que entre los miembros del Mercosur Argentina es, «por lejos, el país más expuesto a los vaivenes del mercado chino».
Si bien durante el último año bajó del 75% al 69% la participación relativa de los envíos con ese destino en el total de las ventas nacionales al exterior (de carne vacuna) «el grado de exposición sigue siendo elevado, lo que requiere una inminente estrategia de diversificación» reclama la analista del ROSGAN.
EXPORTACIONES ARGENTINAS DE CARNE VACUNA A CHINA IMPORTACIONES CHINAS DE CARNE VACUNA