VITICULTURA

SANIDAD

El INTA multiplica material genético sano de vid, también en el NOA

12 de julio de 2023

Investigadores de la experimentales Mendoza y Salta caracterizaron los virus presentes en viñedos del Noroeste y producen plantas libres, por micropropagación clonal.

HAY UN «TOP 10». En los últimos años los investigadores han descripto unas 90 especies virales que infectan a la vid. Generalmente trabajan sobre una decena de ellos que son los más recurrentes, y proponen al viticultor producir con plantas libres de esos 10 virus. FOTO / ARCHIVO Revista Campo Andino & Agroindustria.


Un equipo conformado por investigadores de las estaciones experimentales agropecuarias Salta y Mendoza del INTA, trabajan en la provincia del Norte en la multiplicación -mediante micropropagación clonal–  de material genético de vid libre de virus.

La obtención de un número creciente de plantas resistentes a determinadas virosis -y ambientadas a la región- se complementa con el impulso al establecimiento de viveros locales que las multipliquen, con el objetivo de potenciar la vitivinicultura en el Noroeste de Argentina.

LONGEVA Y SUSCEPTIBLE

La vid es una especie potencialmente longeva; y esa condición -cuando las plantas tienen afecciones crónicas, como las provocadas por los virus- favorece una pérdida constante de producción.

En los últimos años los investigadores han descripto unas 90 especies virales que infectan a la vid. Esto la convierte en la planta que es huésped del mayor número de virus en forma natural.

Pero ello no impide que la planta siga viva. El perjuicio es para quienes producen y para quienes consumen. Porque las virosis provocan una pérdida constante de rendimiento y, en el caso de uvas de mesa (para consumo en fresco), deterioran la calidad del racimo.

LA CIENCIA RESPONDE

Los avances en investigación han permitido identificar con precisión qué virus podrían estar presentes en la planta, y tratarla.

Es lo que viene haciendo el INTA en los últimos 20 años en su Estación Experimental Agropecuaria Mendoza. A través de la técnica de micropropagación clonal esa unidad produce plantas sanas de vid para luego multiplicarlas y ofrecerlas a los productores.

Ese conocimiento fue aplicado también enel Noroeste del territorio nacional para, desde el INTA Salta, obtener y multiplicar material de propagación sano, a partir de plantas ambientadas a la región.

Es el punto de partida para establecer viveros locales que produzcan plantas libres de virus y aptas para abastecer el desarrollo de la vitivinicultura del NOA.

HAY DE TODO EN LA VIÑA…

No todos los virus afectan a la planta de igual manera, y no todos producen daño económico. Sebastián Gómez Talquenca, especialista en Virología de la vid de la Estación Experimental Agropecuaria Mendoza del INTA, apuntó que «nuestro trabajo está dirigido a estudiar los virus que están presentes en las plantas argentinas para caracterizarlos y determinar cuáles afectan a la productividad y cuáles no».

En este caso, «estamos colaborando con el INTA Salta en algunas líneas de investigación en torno a sanidad y calidad de las plantas de vid, con el objetivo de apoyar el desarrollo de la vitivinicultura salteña y jujeña», indicó.

«Generalmente, se trabaja en torno a los 10 virus más recurrentes y proponemos al productor plantas libres de esos 10 virus», expresó Gómez Talquenca.

MICROPROPAGACIÓN CLONAL

La genetista Josefina Rivadeneira, investigadora del Conicet, señaló que la iniciativa de obtener y multiplicar material sano surgió a partir de los resultados de estudios realizados por investigadores en Fitovirosis del INTA Salta, quienes constataron el alto nivel de incidencia en viñedos del valle Calchaquí.

Para responder a la demanda de material sano, «se usó la técnica de micropropagación clonal, que nos sirvió para sacar muchas plantas sanas en poco tiempo y mantener la calidad genética», explicó.

El cultivo de tejido es una técnica muy potente que «no sólo es aplicable a sanidad vegetal sino también a mejoramiento y a conservación de materiales genéticos, y es un componente estratégico para el desarrollo biotecnológico de la región», subrayó la investigadora.

Rivadeneira, que desarrolla su actividad en la unidad salteña del INTA, destacó que «este abordaje implica un trabajo interdisciplinario -con especialistas en Fitopatología, en Fisiología y en Cultivos in vitro-, que acorta los tiempos de regeneración de una planta».  

BIOTECNOLOGÍA REGIONAL

En el INTA Salta funciona un laboratorio de cultivo in vitro que surgió como necesidad de producir material sano, debido a que encontraron «plantas que vienen de viveros de otras provincias, contaminadas con distintos virus», reveló Mónica Rivadeneira, fitopatóloga de la Experimental salteña.

En los Valles Calchaquíes de Salta hicieron un relevamiento de las virosis que afectaban a las plantas de vid. Detectaron algunas plantas que estaban libres de los virus más importantes, y decidieron multiplicarlas para ofrecerlas a los productores.

La posibilidad de establecer viveros locales que produzcan material sano y ambientado a la región, es condición necesaria para asegurar la sostenibilidad de la expansión vitícola en el Noroeste de Argentina.

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