HORTALIZAS

GENÉTICA

El INTA presentó una lechuga que desarrolla mayor cantidad de hojas

14 de agosto de 2024

Su característica saliente es que, en la misma superficie productiva, se logran plantas de casi el doble de peso. El resultado -obtenido mediante edición génica- no tendría precedentes en el mundo, al menos para esta especie.

CISNE. Es el nombre de pila de esta nueva variedad, evaluada durante tres generaciones en invernadero y en un sistema hidropónico por investigadores del Instituto de Agrobiotecnología y Biología Molecular del organismo nacional. FOTO / GENTILEZA INTA Informa.


Un equipo de investigadores del Instituto de Agrobiotecnología y Biología Molecular (IABIMO) del INTA desarrolló una variedad de lechuga con mayor cantidad de hojas y floración retrasada, lo que -descuentan- impactará positivamente en términos productivos y comerciales.

La obtención fue producto de un proceso de edición génica de la variedad de lechuga crespa Grand rapids que mostró, en los ensayos, que los cambios fisiológicos inducidos derivan en mayor peso de las plantas y -adicionalmente- permitirá extender la época de comercialización

El impacto en la producción hortícola no es menor, si se considera que la lechuga, que es la tercera hortaliza de hoja más consumida en todo el mundo, lo es también en la Argentina; y estos avances -se espera- repercutirán directamente y de manera positiva, en la productividad y la rentabilidad del sector.

LOGRARON «APAGAR» UN GEN

El equipo de especialistas del IABIMO del INTA viene trabajando desde hace 15 años en la mejora del cultivo, y este desarrollo es resultado de un procedimiento que resumió, en pocas palabras, Valeria Beracochea.

En diálogo con INTA Informa -uno de los canales de difusión del organismo nacional- la investigadora del IABIMO reveló: «Logramos apagar un gen que interviene en el desarrollo de la planta y evaluamos numerosos ejemplares hasta encontrar el que presentaba las características que buscábamos, es decir, plantas más grandes y con floración retrasada» .

Como nota de color, Beracochea reveló que la bautizaron como lechuga Cisne porque las plantas «en el invernáculo, se veían hermosas, sobresalían notoriamente y se diferenciaban a simple vista de las otras».

Gabriela Soto (directora del Laboratorio de Ingeniería Genética de Leguminosas del IGEAF-IABIMO) señaló que «además, demostramos que podemos apagar, de forma específica y precisa, un único gen» y adelantó que «con el dominio de esta tecnología podremos mejorar otras especies vegetales» .

VAN CINCO GENERACIONES

Esta planta y sus descendientes fueron evaluadas durante tres generaciones en invernadero y en un sistema hidropónico. Actualmente -siempre en la órbita del INTA y con la quinta generación– se están realizando ensayos a campo.

Ésta es la etapa final necesaria para poder analizar la productividad de este desarrollo, y su respuesta frente a variaciones climáticas y eventual riesgo sanitario, como la presencia de posibles patógenos o insectos.

«Como último paso y con los resultados que se obtengan de esta evaluación a campo, se podrá realizar la inscripción de esta nueva variedad en el Instituto Nacional de Semillas (INASE) para poder avanzar hacia su comercialización», indicó la especialista del INTA.

VARIEDAD MUY FLEXIBLE

El reporte del INTA señala que «la nueva lechuga Cisne representa un progreso significativo para la horticultura nacional debido a que permitirá a los productores comercializarla en menos tiempo y con el mismo peso que la variedad convencional, lo que representa una ganancia directa para los horticultores». 

Destaca que «este desarrollo podría ser utilizado tanto por pymes como por productores familiares, y se podrá manejar bajo diferentes sistemas de producción: a campo o en invernadero, en la agricultura orgánica o también en sistemas hidropónicos» .

Lo cierto es que, por ahora, como resultado de los ensayos realizados en invernadero y en sistema hidropónico, las plantas y sus descendientes «mostraron siempre las mismas características» expresó Beracochea, quien destacó la relevancia de este trabajo debido a que desde 1991 el INTA no registra una nueva variedad de lechuga.

En este sentido, Marisa López Bilbao -directora del grupo de Mejoramiento de Asteráceas del IABIMO- aclaró que, aunque se han desarrollado variedades de lechuga a nivel nacional e internacional con diversos grados de tolerancia a estreses bióticos, como algunas enfermedades, «hasta el momento no se habían podido producir cultivares de lechuga con rendimientos considerablemente mayores, por eso la importancia de este trabajo».

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