HORTALIZAS

CULTIVO

El tomate de industria viene con perspectivas de una temporada en equilibrio

14 de diciembre de 2023

Pese a un leve aumento de la superficie implantada, no se descartan rendimientos algo menores por un probable desfase en la concentración de la cosecha.

PÉRDIDAS por viento Zonda en Mendoza y San Juan obligó a replantar parcelas, por lo que es de prever que aumente el porcentaje de frutos verdes y otros sobremaduros, al momento de la recolección. FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.


Un nuevo (aunque leve) incremento en la superficie sembrada este año con tomate para industria, viene a ratificar la tendencia mesuradamente expansiva del cultivo en Argentina, donde la producción nacional no alcanza a abastecer el consumo interno del fruto procesado.

Las 8.200 hectáreas que, aproximadamente, están en marcha en las provincias productoras, se sitúan 4% por encima de las algo más de 7.800 ha con las que cerró la temporada anterior, con lo que se confirma la presunción de un crecimiento paulatino pero constante.

«Es un crecimiento sano», en la visión del ingeniero agrónomo Patrick Smith, responsable de Investigación en Tomate para Industria del INTA, que coordina esa área desde la Estación Experimental Agropecuaria La Consulta del Organismo nacional.

En diálogo con Campo Andino, el especialista señaló que el mayor incremento relativo se dio «en La Rioja, donde -cuando dimos un ciclo de charlas en septiembre, en el inicio de la temporada en esa provincia- pudimos ver que están trabajando muy bien, involucrados con la tecnificación y el cumplimiento de las Buenas Prácticas Agrícolas» .

Smith, quien -además- es coordinador de Investigación Aplicada de la Asociación Tomate 2000, adelantó que «San Juan tendrá este año una superficie similar a las 2.780 ha que cultivó el año pasado».

Mendoza, en tanto, «puede haber avanzado hasta unas 3.900 ó 4.000 ha» de las 3.666 ha que registró en el ciclo 2022/2023. Estos son datos preliminares todavía (hubo necesidad de replantes en algunas zonas) y surgen de extrapolar el número de plantines que producen los viveros y una estimación media de plantas por hectárea.

La (relativamente) demorada proyección de esos datos, se debe a que «hay productores que todavía están plantando», volviendo a formar camas debido al daño por accidentes climáticos que sufrieron algunas parcelas.

LAS CONDICIONES DEL CLIMA

Previo al inicio de esta temporada, había un par de cuestiones que eran motivo de preocupación, hacia fines de julio, cuando los viveros empezaban a relevar la potencial demanda de plantines para la presente temporada.

Una, la disponibilidad de semilla, en un contexto de fuertes restricciones a las importaciones. La otra, el pronóstico de un escenario El Niño, y el eventual impacto de fenómenos meteorológicos en los cultivos.

En cuanto al clima, los trasplantes en San Juan «arrancaron muy bien, con buenas temperaturas, y El Niño se manifestó principalmente en altas ocurrencias de viento Zonda, y no en precipitaciones por encima de lo normal», dijo el ingeniero Smith a Campo Andino.

La temporada anterior, los primeros trasplantes de agosto/septiembre en esa provincia habían estado expuestos primero a un frente frio y después a mucho calor, lo que desincronizó los cultivos. «Este año, en cambio, tuvimos mejores temperaturas en la primavera temprana, y debido a eso los primeros trasplantes evolucionaron mejor» señaló.

En el Este de Mendoza y en el Valle de Uco, en tanto, «hubo algo de granizo, pero nada fuera de lo frecuente ni que sea tan grave en esta etapa fenológica del cultivo» puntualizó el referente del INTA.

hubo daño por Zonda, y al parecer fue bastante parejo en Mendoza y en San Juan. «Pero como fue en el inicio del ciclo, el productor repone las plantas perdidas, arregla las camas que pudo haber tapado la arena…», aclaró.

En el Valle de Uco los primeros trasplantes se atrasaron un poco por los pronósticos de heladas (tardías), que finalmente no afectaron demasiado, salvo algún cultivo en la zona de Casa Viejas (San Carlos).

Entonces, los cultivos valletanos «vienen bien, pero un poco atrasados, en unos casos por la afectación del Zonda que obligó a replantar, y en otros por la demora para evitar los efectos de heladas» que, afortunadamente, casi no tuvieron incidencia dijo Patrick Smith.

DIVERSIFICACIÓN VARIETAL

Con respecto a la disponibilidad de material genético, recordó que «el 99% de las semillas son importadas» y si la superficie no cayó, sino que creció un poco, fue «porque las empresas apelaron a su experiencia en la gestión» de las compras en el exterior, «y, sobre todo, porque recurrieron al material que tenían en stock» . Cabe puntualizar sobre esto último, que el poder germinativo de la semilla híbrida de tomate se extiende mucho más que de un año para el otro.

«Lo que sí vimos -reveló- es una mayor diversificación de las variedades plantadas porque, por ejemplo, en los últimos 5 años o incluso más, la HM7883 ocupaba el 55% de la superficie, y la que le seguía ha estado en un 15% más o menos; pero la participación de 7883 cayó este año al 35%» .

PODRÍAN BAJAR LOS RINDES

El referente del INTA La Consulta dice que, sin arriesgarse a emitir un pronóstico tan temprano, «podría ser un buen año, quizás con rendimientos no tan altos… porque cuando se atrasan los cultivos y se hacen muchos replantes, baja el nivel de concentración de la cosecha» .

Esto implica que «habrá mayor porcentaje de frutos verdes que no llegan a la fábrica y más porcentaje de frutos sobremaduros, por haber trasplantado en diferentes fechas, en la misma finca», explicó.

SIN PRECIOS DE INSUMOS

Un problema generalizado es la falta de precios de insumos para el agro, por la ruptura de la relación de valores en la economía y la incertidumbre respecto de la evolución del mercado de cambios y el impacto que, en general, tendrán las medidas que está anunciando el Gobierno nacional.

«Es una preocupación; una situación muy estresante para los productores, en cada charla sale el tema de cómo comprar fertilizantes si no sabés cuánto vale», lamenta el profesional.

Es que, en los últimos días, la venta de agroquímicos o de repuestos para sistemas de riego, por mencionar algunos casos, ha estado prácticamente paralizada. Algunos negocios no han estado recibiendo pagos en efectivo siquiera. Venden, pero con precio a determinar. «Prefieren fiar, y después ver qué pasa con el mercado, porque hoy no saben cuánto vale el peso, cuánto vale el dólar…», comentaba hace un par de días un productor.

Sobre qué queda por comprar para esta campaña (2023/2024), el ingeniero Patrick Smith apuntó que «depende mucho del perfil de productor; acá en el Valle de Uco, por ejemplo, hay muchos productores de menor escala, entonces van comprando un insecticida o un herbicida… inclusive el mismo día que lo van a aplicar». Claro que «hay otros productores que tienen stock y se manejan de otra forma».

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