GANADOS & CARNES
MERCADOS
Además, no resuelto aún el problema de la seca, hay mayor oferta ganadera para una demanda interna deprimida. Así, el saldo exportable argentino queda como tomador de precio en un mercado global que empieza a estar ofrecido.

Con tres cuartas partes de las exportaciones concentradas en un mismo destino, pero con un volumen que representa sólo un quinto de lo que ese mercado recibe del exterior, la cadena argentina de la carne vacuna tiene demasiadas fichas puestas en un solo cliente que -además- es el mayor comprador del mundo y siguió aplicando fuertes recortes al precio que está dispuesto a pagar por el producto.
Esto se estaría reflejando en la decisión de algunas industrias de frenar la faena, a la espera que mejores algunas de las dos variables que, hoy por hoy, los está dejando fuera de competencia en el mundo: los precios, o el tipo de cambio.
La preocupante exposición de los exportadores del sector al mercado chino -ése es el cliente-, es el tema abordado en el reporte semanal del ROSGAN (el mercado ganadero de Rosario), que firma la analista María Julia Aiassa.
«China es, por lejos, el principal mercado de carne vacuna a nivel mundial», señala. Sus importaciones concentran más de un tercio del comercio global. Según estimaciones del USDA, cerraría 2023 con compras por 3,6 millones de toneladas, lo que representaría cerca del 35% del intercambio en todo el mundo.
Es evidente -señala- su falta de capacidad de producir los alimentos que consume, en particular la carne vacuna. Pero advierte que, frente a eso -que aparece como una debilidad comercial- «ha sabido marcar el pulso de los mercados en los que se abastece, a través de una muy estricta política de seguridad alimentaria».
Según datos publicados por la misma Aduana china -referidos en el reporte- en los primeros 9 meses de este año sus importaciones de carne vacuna marcaron un nuevo récord. Sumaron 2,035 millones de toneladas (5% más que en igual período de 2022).
Eso sí, en septiembre pagó, en promedio, USD 4.924 por tonelada, esto es, 27,5% menos que un año atrás, un piso que sólo fue superado (hacia abajo) por los valores alcanzados a finales de 2020, en plena pandemia.

De acuerdo a datos del INDEC procesados por el ROSGAN, la salida hacia China en lo que va del año representa más de tres cuartas partes de las exportaciones argentinas de carne vacuna. Recuerda -de paso- que en mayo alcanzó el 83% de participación. Remarca que esto «nos convierte en el único proveedor que presenta tal grado de exposición frente al principal comprador del mundo».
De enero a septiembre de este año, los datos de importación de China muestran a Brasil abasteciéndola con el 41%, seguido por Argentina con el 20%, Uruguay con el 10%, Australia con 8% y EE. UU aportando el 6% del total de sus compras.
Argentina es el proveedor que más concentradas tiene sus exportaciones de carne bovina en ese mercado. Los envíos a China representan el 76% del total enviado al exterior. Para Uruguay, ese destino representa el 56% de sus exportaciones. El 49% para Brasil; el 20% para Australia; mientras que, para USA, el mercado chino concentra el 15% de sus exportaciones de carne vacuna.
Aiassa concluye que, pese a ser uno de los principales proveedores de carne vacuna de China, «en el balance general Argentina es el origen que mayor debilidad de negociación presenta, dado por el desequilibrio que existe entre su nivel de exposición (76%) y su correspondiente participación de mercado (20%)».

Evalúa, por otra parte, que este año el mercado de carnes se encuentra presionado por la «fuerte competencia que están ejerciendo dos grandes jugadores como son Brasil y Australia, este último aportando cerca de 300.000 toneladas adicionales de carne al mercado externo».
Argentina queda encerrada en esta situación. Es que «en un año en el que localmente se conjuga una fuerte oferta ganadera producto de la seca con un mercado interno muy retraído, sin capacidad de absorber volúmenes adiciones de producción, el saldo exportable indefectiblemente debe encontrar destino, quedando prácticamente expuesto como tomador de precio«, analiza María Julia Aiassa.
Actualmente, con valores deprimidos y un diferencial cambiario sumamente desalentador para la exportación, «muchos industriales han estado frenando la faena a la espera de algún cambio en alguna de estas dos variables».
Según el USDA, para 2024 las exportaciones mundiales de carne vacuna aumentarían en un 1% a 11,9 millones de toneladas. Pero tanto para Brasil como para Australia, el organismo norteamericano proyecta un importante aumento de la producción, la cual se trasladaría en gran medida a exportaciones.
En el cierre, el informe semanal del ROSGAN indica que, para Argentina, esto genera una muy fuerte competencia que presionará aún más los valores. Pero advierte que «en este punto, se abren dos incógnitas que podrían derivar en una oportunidad clave«.
«Por un lado -dice- a diferencia de lo que se ha visto este año, se trata de testear la reacción del mercado ante la menor oferta ganadera que se espera para el próximo ciclo». Por el otro, y frente a este potencial escenario, recomienda «trabajar estratégicamente hacia una mayor diversificación de nuestros mercados, que permita reducir el actual nivel de exposición que presentan nuestras exportaciones».
EXPORTACIONES ARGENTINAS DE CARNE VACUNA MERCADO CHINO DE CARNE VACUNA