GANADOS & CARNES
NEGOCIOS
Los primeros 9 meses dejaron una diferencia interanual positiva en valor FOB. Mientras, crece la expectativa por posible mayor demanda de EEUU.
BENEFICIARIOS. Si hay acuerdo con Estados Unidos, se estima que la industria exportadora argentina podría recomponer márgenes; aunque sin traslado al valor de la hacienda ni al precio de la carne al mostrador. Pero podría incentivar la producción de animales más pesados, poniendo especial atención en la calidad.

La posibilidad de llegar a un acuerdo comercial con Estados Unidos y el impacto que eso podría tener sobre la cadena argentina del ganado y la carne vacuna, adquiere especial vigencia por estas horas, sobre todo teniendo en la mano el resultado de las elecciones de medio término que -en teoría- debería fortalecer notablemente la Gestión Milei.
Pero el asunto ya estaba en la agenda de los analistas desde hace varios días. De hecho, fue el eje temático de un reporte que, desde Rosario, había difundido el ROSGAN al promediar la última semana.
El informe, cuya edición coordina María Julia Aiassa, parte de los últimos guarismos oficiales sobre exportaciones argentinas, y desemboca en varias consideraciones sobre un presunto acuerdo que permitiera incrementar los envíos de carne vacuna a USA.
MEJORES PRECIOS. Las exportaciones argentinas de carne vacuna cerraron el período enero-septiembre de 2025 con una caída interanual de 9% en volumen, pero acumularon un valor FOB 25% más alto que en el mismo lapso de 2024.
En efecto, comienza por comentar los datos publicados por el INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos), según los cuales Argentina embarcó 71.327 toneladas peso producto (tpp) de carne vacuna a lo largo de septiembre pasado.
Destaca que ese número representa el «segundo volumen mensual más alto de este año, superado únicamente por las 72.552 toneladas registradas en agosto».
Recuerda que, durante los primeros meses del año, Argentina habría colocado en el exterior menos volumen de carne vacuna en comparación con igual período de 2024 lo que, no obstante, fue parcialmente compensado por mejores precios.
Luego, a partir de mayo-junio, esa diferencia negativa comenzó a disminuir, mientras se mantenían precios tonificados.
De manera que, al cierre del mes 9, nos encontramos con que, en el período enero-septiembre de 2025, las remesas argentinas al exterior acumularon 522.000 toneladas peso producto (sin descontar huesos). Esto representa un retroceso de 9% interanual.
Pero el valor FOB que sumó la facturación de esos volúmenes, totalizó cerca de USD 2.765 millones; y ese monto representa 25% más que lo facturado durante los primeros 9 meses de 2024.

Pero, sin dejar de valorar esos datos, Aiassa prefiere centrar la atención en las versiones sobre un posible acuerdo comercial entre Estados Unidos y Argentina.
Se refiere a las especulaciones acerca de un eventual mayor impulso a las compras de carne vacuna por parte del país del norte de América, con las que el Gobierno de D. Trump intentaría atenuar la suba de precios al consumidor en el mercado de USA.
Recuerda que ese país «atraviesa un proceso de escasez de oferta de carne a nivel local, que ha llevado a una fuerte escalada de precios» . Añade que «desde hace cuatro años, sufre una caída en su stock» de hacienda vacuna «debido a una prolongada sequía en importantes zonas ganaderas».
Además, a su industria le ha sido difícil sostener el abastecimiento de ganado en pie desde México, por razones sanitarias; y de carne proveniente de Brasil (su principal proveedor) debido a una estricta política arancelaria que desembocó en una virtual ruptura de relaciones comerciales.
ACUERDO CON USA. Genera expectativa un eventual acuerdo Argentina-EEUU ante la urgencia del país del norte de América por resolver la escasez de oferta de carne vacuna, que ha llevado a una fuerte escalada de precios en su mercado interno.
El análisis del ROSGAN señala que, para la carne vacuna argentina, «Estados Unidos es un mercado poco desarrollado desde su reapertura a fines de 2018″. Recuerda que «hasta 2022, el volumen enviado se limitó prácticamente al cupo anual de 20.000 toneladas libres de arancel» .
«A partir de 2023, y frente a la necesidad de abastecimiento interno que mostraba el mercado norteamericano -prosigue- el nivel de precios que Estados Unidos comenzó a pagar en relación a otros destinos, impulsó las exportaciones fuera de cuota» .
Añade que, en 2024, los envíos argentinos a ese destino sumaron «unas 34.750 tpp, por más de USD 190 millones» y que, «este año, hasta septiembre inclusive, se han exportado más de 29.000 t que, a los valores actuales, representan un total de USD 215 millones, un 11% más que lo generado en todo 2024» .

Aunque por el momento no se conocen detalles de este potencial acuerdo, «se estima que podría contemplar desde una ampliación del actual cupo con arancel preferencial hasta una reducción general de las alícuotas para el ingreso de carne argentina, por fuera de la cuota» señala.
Recuerda que, actualmente, Argentina tiene un cupo de 20.000 toneladas de carne vacuna que inicialmente ingresaban a Estados Unidos con arancel cero y que, a partir de agosto de este año, lo hacen pagando un arancel general del 10%. En tanto, por fuera de cuota, la carne argentina paga un 26,4%, es decir, un total de 36,4%.
Sin embargo, reconoce que «persiste un fuerte hermetismo en torno a las condiciones que implicaría este eventual acuerdo, especialmente en lo que respecta a la contrapartida que Argentina debería ofrecer para mantener cierto equilibrio en las concesiones» .

EN QUÉ TÉRMINOS. No hay precisiones sobre el alcance de este eventual acuerdo bilateral. Pero se estima que podría ir desde una ampliación del actual cupo con arancel preferencial hasta una reducción general de alícuotas al ingreso de carne argentina, por fuera de la cuota.
A priori, «es esperable que éstas se circunscriban exclusivamente al terreno comercial mediante reducción de aranceles o cupos de importación para determinados productos estadounidenses que ingresen a Argentina» señala.
No obstante, indica, «podrían extenderse al plano geopolítico y condicionar la relación comercial con terceros países, en particular con China, principal mercado para Argentina, pero rival estratégico para Estados Unidos».
Aunque considera que «esta última hipótesis aparece como más extrema y menos probable» entiende que «no puede ser completamente descartada» .
En cualquier caso, «si el acuerdo se limita al plano comercial, podría representar una gran oportunidad para la carne argentina, tanto en términos de acceso a un mercado de alto valor como de posicionamiento internacional» destaca.
El análisis del ROSGAN refleja la presunción que el impacto que un posible acuerdo podría generar en los precios, en principio, podría ser mínimo.
Es que, aunque considera «difícil estimar con precisión el eventual aumento en el volumen exportado (…) todo indica que no se trataría de una demanda significativa en relación con la escala de producción local».
Recuerda que, «actualmente, Argentina produce más de 3 millones de toneladas de carne vacuna al año, por lo que un eventual incremento en los envíos a Estados Unidos no debería generar tensiones relevantes sobre la oferta disponible para el consumo interno».
EL IMPACTO que un acuerdo con USA podría generar en los precios del mercado interno argentino -en principio- podría ser mínimo. Porque, considerando el volumen de producción argentina de carne, un eventual incremento en los envíos a Estados Unidos no debería generar tensiones relevantes sobre la oferta disponible para el consumo nacional.
Destaca que «parte del diferencial de valor que se obtendría tras una reducción de aranceles debería quedar en manos de los importadores estadounidenses, ya que -recuerda- el principal objetivo del gobierno de Trump es precisamente bajar el precio de este producto en las góndolas».
Por otra parte, presume que, si algo se traslada al precio de compra, sería «sólo sobre la parte de beneficio que llegara a capturar el exportador argentino». Pero «dependerá de cuanta tensión genere en el mercado local un mayor nivel de demanda».
Asimismo, es esperable que, en lo inmediato y sin mayores cambios en el actual nivel de oferta, la exportación busque, más que incrementar volumen, redirigir sus flujos hacia aquellos mercados que ofrezcan condiciones de acceso más convenientes.
Aiassa prevé que «a corto plazo, es altamente probable que el efecto principal de esta medida sea una recomposición de márgenes para la industria exportadora, sin que ello impacte significativamente en el valor de la hacienda, y menos aún en el precio de la carne al mostrador».
Finalmente, entiende que «a medida que este mercado se consolide, el sector exportador deberá generar internamente los incentivos necesarios para que el productor se oriente su actividad hacia la producción de animales más pesados» .
Esto permitiría «incrementar genuinamente la oferta de carne poniendo especial atención en la calidad del producto final» .
Pero advierte que «estos incentivos no dependen únicamente de los precios, sino que requieren, fundamentalmente, horizontes claros y estables que permitan planificar con certidumbre, trabajando sin grandes sobresaltos en plazos de al menos tres a cinco años» .
EXPORTACIONES ARGENTINAS DE CARNE VACUNA VENTAS ARGENTINAS DE CARNE VACUNA A USA