POLÍTICA
COYUNTURA
Aunque no dio razones de su dimisión, la decisión del (hasta ayer) máximo responsable del Ente nacional, se da en el marco de fuertes presiones del Ministerio de Economía para profundizar el ajuste.

Juan Cruz Molina Hafford presentó su renuncia a la Presidencia del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Institución abocada a la investigación, desarrollo tecnológico y transferencia de tecnología a los productores agropecuarios en Argentina.
La dimisión de Molina tomó estado público la pasada medianoche, aunque fue formalizada mediante nota fechada el 15 de octubre, que el (ahora ex) funcionario elevó al ministro de Economía de la Nación, Luis Andrés Caputo, con copia al secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta.
En la misiva, el funcionario renunciante aclara que queda «a disposición» del propio ministro y de presidente de la Nación, al tiempo que agradece «especialmente» al Consejo Directivo Nacional del INTA y al equipo de la Institución «por su dedicación y compromiso».
«Confío en que el INTA seguirá trabajando al servicio de la Argentina, por el bienestar de los productores y la sociedad toda», cierra el texto de dos párrafos con el que Molina Hafford pone punto final a su gestión, sumándose así al lento pero incesante goteo de funcionarios nacionales de distintos ámbitos del Estado desde que empezó la actual Gestión, en diciembre pasado.
Aunque la misiva de Molina no da razones de su decisión, es inevitable poner atención en que su renuncia se da en un contexto de fuertes presiones desde el Ministerio que lidera Caputo para profundizar el recorte presupuestario en ése y en otros organismos.
Molina habría reconocido sí (aunque en conversaciones informales), haber tenido alguna diferencia entre los pedidos del Ministerio y su propuesta de gestión, y no se descarta que esos desencuentros estén relacionados con la política de fuertes restricciones presupuestarias en las que está empeñado el Gobierno nacional.
De ser así, es probable que Molina Hafford se haya resistido a aplicar un ajuste de la dimensión que se pretende desde los máximos estamentos de la Cartera de Hacienda. El puntapié inicial del operativo achique fue el programa de retiros voluntarios para reducir la planta de personal de la INTA.
Esa iniciativa apuntaba a lograr una reducción de 900 puestos de trabajo, pero al parecer los anotados hasta los últimos días sumarían alrededor de 250, poco más de la cuarta parte de lo que se había fijado como meta el Ministerio que dirige Luis Caputo.
Por eso hay quienes especulan con que, eventuales presiones sobre la conducción del INTA para alcanzar una reducción mayor, habrían generado tensiones difíciles de sobrellevar, al punto que pudieron haber disparado la decisión de Juan Cruz Molina Hafford de dejar el cargo.
ACHIQUE DEL ESTADO EN ARGENTINA JUAN CRUZ MOLINA HAFFORD RENUNCIÓ EL PRESIDENTE DEL INTA