VITIVINICULTURA
MERCADOS
El reporte del INV sobre mercado interno da cuenta de una diferencia interanual positiva que no llega al 1%, en un contexto comercial desfavorable para bebidas con alcohol.
LOS ESPUMOSOS, aunque con una magra participación en el total de despachos (menos de 2% en febrero) aportan lo suyo para ratificar el mal momento comercial del vino a inicios de año. Es que acentuaron de maneara dramática la caída interanual que ya habían anotado en el primer mes del año. FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.

Con una tímida «oxigenación» que aportaron los de color en esta oportunidad, los despachos al consumo en el mercado interno argentino de vinos fraccionados, dejaron los números de febrero con un promedio positivo, en su comparación interanual, que no alcanza a revertir la baja del primer mes del año (frente a enero 2023) ni implica, necesariamente, un cambio de tendencia… al menos por el momento.
Los 498.041 hectolitros totales -datos provisorios- salidos de las bodegas (según sus declaraciones juradas), sitúan a los envíos del segundo mes de este año, en términos relativos, apenas 0,7% por encima de los de febrero ’23, cuando los registros daban cuenta de 494.455 hl.
Las cifras están contenidas en el «Anticipo de comercialización – Mercado interno de vinos fraccionados» correspondientes a febrero de 2024, elaborado por la Coordinación de Promoción y Asuntos Técnicos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) y difundido por el Centro de Prensa e Información del organismo.
Dicho sea de paso -aunque esto no sea relevante- parece que hubo cambios en el organigrama del INV. No sabemos si se agregaron dependencias, se cambiaron denominaciones o se reasignaron roles… o todo eso. Porque la autoría del «Anticipo…» de enero, había sido atribuida (según el documento que lo contiene) a la Subgerencia de Estadísticas y Asuntos Técnicos Internacionales.

Volviendo a los números de febrero. En el desagregado, el reporte consigna que -durante ese mes- el despacho de los vinos de color anotó una diferencia positiva de 4,9%, mientras que los blancos quedaron 9% abajo del registro correspondiente al segundo mes del año pasado.
El acumulado del primer bimestre, dejó a al total de enero-febrero de 2024 con un retroceso de 4,4%, producto de promediar (considerando las diferencias de volumen entre unos y otros), el –3,7 de los vinos de color y el -6% de los vinos blancos.
Por mencionar un par de casos, cabe señalar que los varietales blancos, que venían de tener un avance interanual de 13,2% en enero, el mes pasado cayeron 5,1% en volumen despachado frente a febrero de 2023.
Contrariamente, los varietales de color, que en enero habían sufrido una estrepitosa caída de 20,6% frente a igual mes del año pasado, en febrero 2024 quedaron con un honroso 1,3% positivo en la comparación interanual.
Los espumosos, en cambio, no sientan cabeza. Enero contra enero (’24/’23) habían quedado con -31,5%. En la comparación interanual de febrero se situaron 37,7% abajo. Los blancos con -35,5% y los de color, con -34,5%, profundizando así el desempeño interanual negativo del primer mes.
Estos datos -aunque provisorios, y surgidos de las declaraciones juradas de las bodegas y sujetos a eventuales ajustes- reflejan los volúmenes que salen al mercado desde los depósitos de los establecimientos elaboradores y/o fraccionadores.
Otra cosa es cuánto de ese vino llega efectivamente al consumidor. Sobre esto no hay datos oficiales precisos. Sí el resultado de relevamientos de ventas por rubros, como el de bebidas con alcohol, entre las cuales se incluye al vino.
Sobre este tema publicamos un reporte este martes, cuyo enlace dejamos aquí porque puede aportar a la comprensión del contexto.
DESPACHO DE VINOS-MERCADO-INTERNO