VITIVINICULTURA

MERCADOS

Los envíos de vino al exterior repuntaron fuerte durante julio

6 de agosto de 2024

Casi duplicaron en volumen a los del mes anterior y sumaron cerca de 42% más que los del mes 7 de 2023. La comparación interanual de enero-julio se situó en un más equilibrado +3,8%. Las probables razones del repunte intermensual, y de la (mesurada) esperanza de un cambio de tendencia.

EL TIEMPO mejoró en la alta montaña mendocina, lo que podría haber favorecido el reinicio del flujo de cargas hacia Chile para embarcar en los puertos del Pacífico, por donde sale buena parte de los envíos de vinos de Argentina al exterior. FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.


El volumen de las exportaciones argentinas de vinos registró, en julio último, un notable crecimiento respecto del mes anterior y -menor, pero aun así muy relevante- en relación con los envíos anotados en el mismo mes de 2023; lo que permitió al sector cerrar con signo positivo los primeros 7 meses de este año.

Este panorama surge de datos oficiales, que dan cuenta de un repunte de 93,9% en julio sobre junio de 2024, lo que en buena medida explica el incremento de 41,8% en la comparación interanual del mes 7 (2024 vs. 2023) … y de un -mucho más modesto- +3,8% en enero-julio de este año sobre igual período del anterior.

Estos guarismos están contenidos en el Anticipo de Comercialización de Vinos y Mostos en el Mercado Externo difundidos este lunes por el Instituto Nacional de Vitivinicultura a través de su Centro de Prensa e Información.

El reporte incluye información referida al desempeño del mosto concentrado en el mercado internacional, cuyos envíos crecieron 96,6% en volumen el mes pasado contra julio de 2023, y 101,2% en enero-julio (2024/2023).

El «Anticipo…» aclara que estos datos «pueden sufrir modificaciones por declaraciones juradas efectuadas fuera de término o por rectificativas que presenten” los exportadores y que “los datos definitivos se publicarán en el anuario correspondiente».

LAS POSIBLES RAZONES

Un rápido sondeo entre referentes del sector privado (que seguramente podremos profundizar en los próximos días) permite presumir que el repunte de los envíos de productos vitivinícolas al exterior durante el mes pasado respecto de junio pudo haber respondido, sobre todo, a razones logísticas.

Mientras que, en el avance interanual de los primeros siete meses del año, probablemente incidieron factores más relacionados con un escenario de mayor competitividad para avanzar en los negocios con el exterior.

En efecto, en principio (habrá que ahondar en el tema durante los días venideros) hay consenso en que, si las remesas del mes pasado casi se duplicaron en relación con las de junio, se debió en gran medida a la menor incidencia de los temporales en la Cordillera de Los Andes.

El cierre del paso internacional hacia Chile debido al mal tiempo habían ralentizado el tránsito de las cargas de vino argentino al exterior, que en buena medida salen a través de los puertos del Pacífico.  

Eso se refleja en el informe de exportaciones de junio, que daba cuenta -como dato más contundente en ese momento- de una caída intermensual (junio contra mayo de 2024) de 31,8% de los envíos de vinos de Argentina hacia otros mercados.

LUZ AL FINAL DEL TÚNEL

Al considerar una serie temporal un poco más amplia, como es la de los primeros siete meses del año, surge ese +3,8% interanual. Este número parece -según apreciaciones coincidentes- reflejar más fielmente lo que pasa… y lo que podría esperarse hacia adelante.

Puede parecer un porcentaje poco relevante, frente a los sucesivos recortes que han venido sufriendo los negocios de la industria vitivinícola con el exterior. Pero -si es que cabe la comparación- podría hacerse el ejercicio de retrotraernos un año para ver qué ocurría.

En agosto de 2023 el INV difundía su informe con datos al cierre de julio del año pasado. En ese reporte, el organismo daba cuenta de un retroceso de 29,1% en los primeros siete meses del año, en relación con igual período de 2022.

De modo que, parados hoy, en agosto de 2024 y mirando hacia atrás (si es que la comparación fuera procedente), vemos que este enero-julio ha evidenciado un mejor desempeño interanual que el que había tenido el enero-julio de 2023 frente al de 2022.

ACOMODANDO LAS CARGAS

Los más optimistas insinúan por qué este dato podría dar lugar a expectativas de una recuperación más consistente para las exportaciones de vino (habría que ver si también de mosto) de Argentina.

Es que, de esos sondeos preliminares que mencionábamos, surge un par de posibles razones para explicar esta diferencia interanual positiva registrada en los 7 meses transcurridos (de 2024).

Es posible que esté reflejando, por un lado, la progresiva normalización de los servicios de logística, cuya fluidez había sido alterada por la crisis sanitaria global que arrancó en los primeros meses de 2020.

También en el plano interno hay factores que muy probablemente vengan influyendo en un (aunque modesto) mayor volumen de productos vitivinícolas de Argentina enviados a mercados del exterior.

Entre ellos se destaca uno que –al margen de los costos asociados– aporta fluidez a los negocios, como es la progresiva eliminación de regulaciones. Hay otros dos, en este caso con impacto directo en los números de la ecuación. Por un lado, la ausencia de derechos de exportación. Por otro, la mejora del tipo de cambio.

TODAVÍA HAY INCERTIDUMBRE

Nadie se anima, sin temor a equivocarse, a pronosticar si este indicio que da el cierre de julio ’24 puede llegar a transformarse en tendencia.

Una, porque habrá que ver cómo evoluciona la economía argentina, como para medir el impacto de su desempeño (en términos macro y en términos micro) sobre el negocio.

Otra, porque el escenario internacional está muy enrarecido, y no es posible pronosticar si el creciente nivel de conflictividad entre países y entre bloques llegará a impactar (o, en todo caso, en qué medida), sobre variables clave.

Por ejemplo, por mencionar algunas, la actividad económica (y el consumo) global; el acceso al financiamiento; o el impacto en la logística (en términos de costos y fluidez) de eventuales fluctuaciones en el precio del petróleo y alteraciones del tránsito marítimo…aparte de las que ya existen para cubrir algunas rutas por las que vienen insumos y van productos.

JULIO 2024 vs. JULIO 2023

Ahora sí, yendo a los números, según el Informe del INV durante julio de 2024 salieron del país 235.339 hl de vino, sumados todos los tipos, colores y modalidades de envío. Fueron unos 6,9 millones de litros más que en julio de 2023 lo que, llevado a términos relativos, representa +41,8%.

Al desagregar ese total, y expresado en porcentajes, surge que el volumen de los vinos de color creció 42,5%, y el de los vinos blancos se incrementó en un 38,3%.

Según la modalidad de envío, los fraccionados crecieron 31,3% (+32,1% los de color y +27,2% los blancos). Las remesas de vinos a granel, en tanto, se incrementaron en 87% (+81,4% los de color y +179,5% los blancos).

ENERO-JULIO 2024/2023

En la comparación interanual de los primeros siete meses, la diferencia se acortó considerablemente, pero se mantuvo positiva, siempre a favor del enero-julio de 2024.

Según el Informe del INV, en ese lapso traspusieron las fronteras de Argentina un total de 1.162.521hl (116,25 millones de litros). Esto es, 4.290.300 litros más (o +3,8%) que en el mismo período del año pasado.

Al hacer foco en el detalle, surge que las remesas de los vinos de color crecieron 3,2% y los vinos blancos, 7,7%.

«Rizando el rizo«, como dicen en España, y considerando la modalidad de envío, los fraccionados sumaron 88,7 millones de litros (76,3% del total), con lo que anotaron una diferencia positiva de 1,9% (vinos -fraccionados- de color +1,1% y blancos +6%).

Mientras que los vinos a granel, con un volumen acumulado, en los 7 meses, de 27,5 M de litros (23,7% del total), quedaron 10,7% arriba (+10,1% los de color y +16,8% los blancos), siempre a favor de enero-julio de 2024 en su comparación interanual.

VALOR FOB Y PRECIOS

El reporte da cuenta, por otra parte, del valor que sumaron los envíos de productos vitivinícolas argentinos al exterior a lo largo de los primeros siete meses del año. Junto con ello, los precios logrados en los destinos transnacionales.

En ese sentido, revela que el acumulado de los vinos exportados dejó -en ese lapso- un valor FOB de USD 400.858.000. Ese monto se ubica 2,3% por encima de la facturación sumada al cierre de igual período de 2023.

De las cifras consignadas se desprende que el precio promedio del vino total en el acumulado enero-julio fue de USD 3,45/litro (-1,4%). El fraccionado se situó en USD 4,20/litro (-0,1%), mientras que los graneles cotizaron a un promedio de USD 1,01/litro (-0,2%).

El informe del instituto Nacional de vitivinicultura aclara -haciendo un desagregado adicional- que «en el período enero-julio ha aumentado el precio medio de los vinos varietales y espumosos» .

Por otra parte, las exportaciones de mosto concentrado entre enero y julio de 2024 totalizaron 40.387 toneladas (101,2% más interanual) y aportaron un 78,1% más de divisas respecto al mismo período del año anterior, al totalizar USD 67.218.000 (de los cuales, en realidad, USD 66,8 M corresponden a concentrados y el resto a sulfitados).

El precio promedio del mosto concentrado en el acumulado de lo que va del año llega a USD 1.654,7/tonelada, mientras que en julio registró un promedio de USD 1.545,5/t. Con esto, el valor FOB acumulado por exportaciones de vinos y mostos de Argentina entre enero y julio de este año, sumó USD 468.076.000, monto que, llevado a términos relativos, representa 9% más que en igual lapso de 2023.

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