VITIVINICULTURA
POLÍTICAS
Adelanto -sin precisiones- del ministro de Economía de la Nación, en Mendoza. Empezarían, desde abril, por el sector vitivinícola. Pero habrá condiciones.
SERGIO MASSA condicionó la posibilidad que los exportadores accedan a una liquidación más conveniente de sus dólares, a que la mejora «llegue a todos los productores» (…) y a «que esté garantizado, con buen precio, el abastecimiento del mercado interno». FOTO/GENTILEZA COVIAR.
El ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, adelantó este sábado -aunque sin mayores precisiones- la habilitación de un tipo de cambio diferencial para las exportaciones de las economías extrapampeanas.
La excepción (que se sumaría a las que -dirigidas a otros sectores- ha dispuesto su Cartera para mejorar las reservas de dólares del Banco Central), alcanzaría en primer lugar a las ventas de productos vitivinícolas al exterior, y podría comenzar a regir a partir del 1° de abril.
El anuncio (a medias) lo hizo el ministro nacional en Mendoza durante el Desayuno de la Corporación Vitivinícola Argentina, un clásico encuentro que forma parte de las celebraciones vendimiales en la provincia cuyana.
Al margen de otros temas que trató en su alocución, éste era uno de los puntos que había generado mayor expectativa previo a la llegada de Massa que, cuando lo abordó, al final de su discurso, dejó más dudas que certezas. Al menos, a quienes no hemos accedido a la cocina de las negociaciones.
Porque seguramente que hubo conversaciones previas con el sector privado. Pero quizás no llegaron a buen puerto. Por eso el ministro fue tan impreciso en sus expresiones.
Eso sí, dejó un mensaje muy claro en el sentido que la eventual mejora cambiaria para las exportaciones de productos vitivinícolas («que pone el Estado», dijo), estará condicionada a que llegue a todos los eslabones de la cadena y a que se garantice el abastecimiento del mercado interno a «buen precio». Aunque no aclaró si a ese buen precio también lo pondrá (fijará) el Estado.
«Quiero dejarles algunas buenas noticias», dijo el ministro de Economía de la Nación, para -supuestamente- ayudar a resolver las dificultades que plantea el sector vitivinícola para llevar adelante la gestión comercial en el exterior.
En ese sentido, incluyó entre sus anuncios -aunque en este caso se conocía desde hace un par de semanas o más- los avances de un acuerdo con Estados Unidos para rehabilitar las exportaciones de mosto argentino.
Luego, entró en el tema del tipo de cambio diferencial para las exportaciones del sector, y esto, es mejor reproducirlo (casi) textualmente. El ministro reconoció «la pérdida de competitividad -por las dificultades que representaron la helada o el granizo, pero también la pérdida de competitividad producto de nuestros problemas macroeconómicos a lo largo de los últimos años».
Recordó que «el año pasado, en la decisión de recuperar mercados y de consolidar reservas (de dólares en el Banco Central) intentamos, con un sector de la economía, poner en marcha un programa de fortalecimiento exportador, con muy buenos resultados para las reservas argentinas y para los sectores productivos» del complejo agroindustrial con base en la soja. O sea: el llamado «dólar soja».
Y siguió: «Quiero contarles que, a partir del 1° de abril, así como pusimos en marcha en algún momento un mecanismo para ese complejo agroindustrial, hoy vamos a acompañarlo con un mecanismo para todas las economías regionales, arrancando por la vitivinicultura».
Dijo que la decisión de activar ese mecanismo responde al propósito de «recuperar competitividad exportadora, recuperar mercados (…) pero también para que el Estado y el sector productivo, juntos, tengan la oportunidad de contribuir a consolidar las reservas de la Argentina y el crecimiento y el desarrollo productivo de quienes generan 330.000 puestos de trabajo, como son las economías regionales».
«Nos queda de acá al 1° de abril» para trabajar en la reglamentación. El ministro espera «que tengamos la capacidad de cuidar tres cosas: competitividad exportadora para recuperar mercados, (…); que ese precio nuevo llegue a todos los productores para que no se transforme en utilidad de unos pocos; y (…) que esté garantizado, con buen precio, el abastecimiento del mercado interno».
Agregó que «si el vino es de la mesa de los argentinos (esa expresión había salido minutos antes de boca de José Zuccardi, que este sábado dejó la presidencia de la COVIAR) también, además de sostener y aumentar mercados exportadores, lo tenemos que cuidar, a buen precio, en la mesa de los argentinos».
Y cerró: «Con esos tres desafíos, nos quedan veinte días de trabajo. Porque el 1° de abril, con competitividad cambiaria que pone el Estado para el desarrollo, tenemos que tener más vino argentino en el mundo».
Por otra parte, el ministro Massa adelantó que fue firmado (y que será publicado el lunes en Boletín Oficial de la Nación) el decreto por el que el Gobierno nacional habilita la toma de un préstamo por USD 40 millones del Banco Interamericano de Desarrollo y el aporte del Estado nacional de otros USD 10 millones, para la puesta en marcha de la segunda etapa del PROVIAR, un programa de transferencia de tecnología a pequeños viticultores de todo el país.
El impulso al enoturismo y el compromiso de continuar apoyando el Plan de Erradicación de Lobesia botrana (la Polilla del racimo de la vid) fueron mencionados también por el ministro, en una exposición que tuvo más enunciados que precisiones.
Junto con ello, la mención a subsidios para pequeños productores afectados por contingencias climáticas (que canalizarán a través de los municipios); líneas de crédito a tasa subsidiada -junto con la Provincia en este caso- e inversiones en tecnología e infraestructura de riego agrícola.
COMPETITIVIDAD CAMBIARIA COVIAR EXPORTACIONES VITIVINÍCOLAS SERGIO MASSA