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En un discurso fuertemente confrontativo con lo que denominó «el Partido del Estado», el presidente libertario argentino habló en la Exposición Rural de Palermo. La baja de «retenciones» fue de mayor alcance que lo esperado. Nicolás Pino, de la Sociedad Rural, llamó a propiciar la «ocupación útil del territorio» y un «cambio demográfico» para eliminar «bolsones de indigencia» en los conurbanos, que «son fácil presa del populismo político».

El presidente de la Nación, Javier Milei, anunció este sábado una reducción permanente de derechos de exportación del 20% para las cadenas granarias y del 26% para los que quedan vigentes en la cadena de ganados y carnes.
El mandatario argentino expuso su decisión durante su discurso en el acto oficial de la edición 137 de la Exposición Internacional de Ganadería, Agricultura e Industria organizada por la Sociedad Rural Argentina.
El anuncio, así como buena parte de la alocución presidencial, que se extendió durante 40 minutos, fue muy bien recibido por los asistentes al encuentro que tuvo lugar en el Predio de La Rural en Palermo, en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires.
La generalización de la baja de alícuotas fue más que lo que esperaba el sector, considerando el tenor de las versiones que habían circulado en los últimos días, en el sentido que sólo alcanzarían a las exportaciones de carne.
El presidente remarcó que esta reducción tiene vigencia «a partir de hoy» y detalló los cambios que tendrán los gravámenes, según el producto.
Carnes bovina y aviar, pasan de 6,75% a 5%
Maíz y sorgo, de 12% a 9,5%
Girasol, de 7% y 5% a 5,5% y 4%
Soja, de 33% a 26%
Subproductos de soja, de 31% a 24,5%
Trigo y cebada. La reducción de alícuotas, que ya estaba vigente (pero hasta enero próximo), pasará a ser permanente.
Milei subrayó que, mientras sea presidente, la baja dispuesta «no tendrá vuelta atrás» al tiempo que reiteró su convicción que esas imposiciones «nunca debieron haber existido» y, si bien ratificó que es decisión eliminarlas, aclaró que la prioridad de su gestión es el superávit fiscal, por lo que dejarlas en cero ahora, implicaría un fuerte golpe a las cuentas públicas.
El discurso de Milei estuvo cargado, como es habitual, de un fuerte tono político que planteó objetivos superadores de los eventuales logros de su gestión en materia económica, para llevarlos al plano de los «principios de la libertad» .
Remarcó que «vamos hacia un cambio de paradigma» en términos de la batalla cultural que viene propiciando frente a lo que llamó “el Partido del Estado”, un lugar adonde ubicó a todos quienes «no abrazan las ideas de la libertad» por lo que, claramente, acelera a fondo en medio de la ya lanzada campaña con vistas a las elecciones de medio término.
Previo al discurso de Milei, abrió el acto el presidente de la entidad anfitriona, Nicolás Pino, quien valoró que «se siga reduciendo la carga impositiva para liberar nuestras capacidades productivas» .
El dirigente ruralista cuestionó, de paso, la carga de impuestos distorsivos de provincias y municipios que pesa sobre el sector agropecuario, como Ingresos Brutos o tasas viales, que no tienen su contraparte en servicios.
Pidió, asimismo, resolver problemas de infraestructura caminera y de vías navegables para transportar la producción agropecuaria, y estimular el crédito a largo plazo a tasas y en condiciones acordes a los tiempos productivos.
Además, producir una reforma laboral que incluya límites a la «industria del juicio laboral que encarece y complica la contratación de personal» y la «creación de un fondo de cese laboral basado en los principios de libertad y desregulación».
En este punto, así como hay un reconocimiento (en términos de mayores ingresos) para quienes trabajan en zonas desfavorables, demandó una compensación para los empleadores, eliminando aumentos en las cargas sociales que deben afrontar.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina señaló, por otra parte, que «es función del Estado brindar salud y educación (incluida la formación de productores en nuevas tecnologías)» y reclamó que OSPRERA (la Obra Social del Personal Rural) «vuelva a funcionar como lo estaba haciendo hasta hace poco tiempo».
El discurso del dirigente incluyó al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), «que no debe ser eliminado» dijo; y al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) adecuando su funcionalidad a los requerimientos del sector.
Pino pidió, en otro orden, la creación de fiscalías especiales dedicadas a los delitos rurales para acelerar el combate contra el abigeato, la caza furtiva, y otros episodios que afectan la vida y los bienes de los productores, sus familias y sus empleados.
El dirigente ruralista puntualizó la importancia de disponer éstas y otras medidas, a favor de «más producción, más empleo y más futuro» en un país donde «6 millones de niños todavía tienen carencias alimenticias… mientras avanza la inteligencia artificial».
Nicolás Pino puso énfasis en la necesidad de favorecer «la ocupación útil del territorio nacional», lo que «nos llevará a lo que necesitamos -dijo-: un cambio demográfico» para que buena parte de la población «vuelva a arraigarse en los territorios donde está su origen».
Sobre este punto, advirtió que los 11 millones de habitantes concentrados en el Gran Buenos Ares «equivalente a la población de 7 provincias argentinas» genera «bolsones de indigencia» que son «fácil presa del populismo político» .
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