GANADERÍA
PANORAMA
También se encienden luces amarillas por el marcado descenso del peso medio de la hacienda sacrificada en los últimos dos meses.
LAS QUE INGRESAN. Inquieta el elevado número de hembras sacrificadas en relación al stock disponible. Visto desde otra perspectiva (en términos de entrada y salida del flujo productivo), sería la cantidad de hembras faenadas en relación al ingreso de terneras registradas durante el ciclo. FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.

La creciente proporción de hembras jóvenes derivadas a sacrificio -en el marco de un persistente aumento del ritmo diario de envío de hacienda con ese destino- y el marcado descenso del peso medio de faena, está empezando a encender las alarmas.
El tema es abordado en el informe semanal del ROSGAN, donde se advierte que, según surge de los DTe informados por el Senasa, «las remisiones de vaquillonas a plantas de faena crecieron en un 14%» en el último mes.
El reporte del Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario -cuya edición coordina la analista María Julia Aiassa– apunta, en primer lugar, que el total de 1.157.279 vacunos dirigidos a ese destino al 30 de noviembre, «equivalen a un promedio diario de 57.864 cabezas, un 4,4% superior al promedio de octubre».
Pero pone especial énfasis al señalar que las 373.280 vaquillonas enviadas al matadero durante el último mes, representan 32% de los envíos totales y marcan un «crecimiento por séptimo mes consecutivo (para esa categoría) desde el 22% de mayo pasado».

EL MAYOR ENVÍO de hacienda para faena parece estar relacionado con el incremento de las recrías a campo que comienzan a salir en estos meses y que, probablemente, prolonguen la oferta durante los primeros meses del próximo año.
La analista admite que «estacionalmente, la faena de vaquillonas tiende a crecer durante el segundo semestre» . Indica que «al calcular el índice estacional sobre su promedio mensual (enero-diciembre = 1), vemos que la categoría toca su punto máximo en diciembre» .
Señala, en ese sentido, que en el último mes del año registra «un índice de 1,16; para bajar luego a lo largo de todo el primer semestre y alcanzar un mínimo de 0,89 puntos en junio» .
Explica que «este comportamiento suele responder a la dinámica de recría y engorde de terneras» que se produce regularmente, «volcando su mayor oferta durante los últimos tres a cuatro meses del año».
Esto se refleja en «una mayor proporción de vaquillonas jóvenes de 2 dientes por sobre las de edad más avanzada, de 4 dientes, en una relación de 80/20″ aclara.
«Sobre la base del patrón de comportamiento histórico (calculado sobre el período 2001-2023) podemos inferir -dice Aiassa- una faena de diciembre en torno a las 396.000 cabezas, asumiendo que el último mes del año suele arrojar, en promedio, un 3,4% más que noviembre».
De manera que, la faena anual de animales de esta categoría se situaría «levemente por encima de los 4 millones de cabezas». La proyección ayudaría, de paso, a trazar el «comportamiento estacional que se estaría dando este año».
La analista hace ese ejercicio y, «al contrastar ambas curvas -estacionalidad histórica contra estacionalidad estimada para el ciclo actual- vemos claramente -dice- la aceleración que se estaría dando en la faena de vaquillonas durante esta segunda mitad del año en contraposición con lo registrado durante los seis primeros meses».

CARNE. No se observa una recomposición significativa en los pesos medios de faena. Pese a un ligero crecimiento frente al promedio de 2023, el marcado descenso registrado en los últimos dos meses enciende luces amarillas.
Advierte que «esta mayor oferta que está llegando a faena no responde precisamente a un mayor aporte del feedlot» . Ello, pese al elevado nivel de ocupación que mostraron los corrales durante gran parte del año, con récords históricos en los últimos 6 meses.
De hecho -según el reporte- «el porcentaje que aportan los corrales ha ido disminuyendo hasta el 34% del total de vaquillonas» destinadas a sacrificio, «luego de haber alcanzado un pico del 42% en junio».
Según el análisis de Aiassa, «este dato abona la teoría de un incremento de las recrías a campo que comienzan a salir en estos meses y que, probablemente, prolonguen la oferta durante los primeros meses del (próximo) año» .
Por otra parte, en términos de producción de carne, los registros disponibles hasta el cierre de octubre no evidencian una recomposición significativa en los pesos medios de faena, según el reporte del ROSGAN.
Si bien los datos de los primeros 10 meses «muestran un ligero crecimiento, de los 192 kilos promedio por res en 2023 a los 194 kilos actuales, los pesos resultantes todavía se ubican por debajo de los 197 kilos logrados en los dos años previos; y con un marcado descenso en los últimos dos meses, dato que enciende una alerta en relación a este indicador».
Aiassa reconoce como «otro aspecto que comienza a alertar» al «elevado número de hembras que estamos matando en relación al stock disponible». Visto «en términos de entrada y salida del flujo productivo (sería) la cantidad de hembras faenadas en relación al ingreso de terneras registradas durante el ciclo».
Recuerda que al 31 de diciembre de 2023 se contaron 7,35 millones de terneras; y subraya que «este número -descontado un porcentaje de mortandad- estaría marcando el límite de la faena total de hembras o lo que se conoce como extracción de equilibrio, es decir, el volumen de faena que permite mantener el equilibrio en el stock, al final del ciclo».
Calcula que «sin factores que pudieran alterar significativamente la tasa de mortandad habitual del stock, este número podrían situarse en un rango de 6,6 y 6,9 millones».
Señala que «entre enero y octubre de este año, la faena de hembras alcanzó los 5,5 millones de cabezas» y que «en octubre, último mes reportado, se faenaron 605.000 hembras» totales.
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