HORTALIZAS
GESTIÓN
Hacer 1 ha de «Morado» cuesta -en USD- 11,5% más que en 2022, según un cálculo moderado. En los últimos 10 años ese costo es apenas superado por el de 2015.
EL IMPACTO socioeconómico de la actividad es muy relevante, en distintos segmentos de la cadena. En explotaciones primarias con escaso grado de mecanización, la inversión en mano de obra representa más de la mitad del costo total de cada ciclo agrícola. FOTO/Revista Campo Andino & Agroindustria.
En medio de un ciclo comercial complicado para la producción del año pasado, con números que podrían quedar desajustados al momento de hacer el balance, los productores de ajos están ante el inicio de la campaña agrícola 2023, con costos que han registrado aumentos… y no solamente en moneda nacional.
En efecto, los incrementos se evidencian, también, al momento de convertir los pesos en dólares, la moneda que toma como referencia el sector. No sólo porque condiciona el precio de los insumos de producción y empaque (como en las demás actividades), sino también el retorno que obtiene de sus ventas, las que en su mayoría se realizan en mercados del exterior.
Que «todo aumentó» es algo notorio, independientemente de lo que estemos hablando. Ahora bien, cómo se reflejan esos aumentos en el número final, ya es otro cantar. Dependerá de una serie de factores.
El caso de la producción agrícola (y la hortícola en particular) abre un abanico de opciones, dependiendo de las condiciones en las que trabaje cada uno. Quizás sería exagerado decir que son equivalentes al número de productores dispuestos a cultivar (ajo en este caso) en cada temporada. Pero, si lo dijéramos, tampoco estaríamos tan lejos de la realidad.
Lo cierto es que, para tomar una referencia técnicamente fundamentada y con alto nivel de detalle y desagregado de ítems, de unidades de medida y de costos unitarios, nos asomamos para ver qué cálculo tienen en la Estación Experimental Agropecuaria La Consulta del INTA (en Mendoza), que es referente nacional, y en otros países productores, en investigación y tecnología aplicada a la producción de ajo.
Los números están ahí, y surgen del trabajo que, como cada año para esta época, realiza el ingeniero agrónomo Aldo López, referente del Proyecto/Ajo INTA en la Experimental La Consulta, en el Valle de Uco.
Según sus cálculos, el costo operativo para cultivar una hectárea de ajo en el Valle de Uco fluctúa (a valores relevados a fines de febrero) entre poco más de USD 9.100 y alrededor de USD 10.200. En los últimos 10 años, este valor sólo es (levemente) superado por el costo en dólares de la campaña agrícola 2015.
El informe, al que tuvo acceso la Redacción de Campo Andino, consigna que para el ajo del tipo comercial Morado (que concentra más de la mitad del área cultivada cada año) el costo de producción en la campaña 2023 es de $ 1.737.479 (o USD 9.145). Esta última cifra representa un 11.5% más en moneda dura que en el ciclo productivo 2022.
En el caso de los tipos comerciales Blanco y Violeta, el costo de este año se sitúa en $ 1.779.542 (USD 9.366), y para el cultivo de ajo Colorado, en $ 1.939.763 (o USD 10.209) por hectárea.
A los efectos de la conversión monetaria, López hizo un corte, en algún momento de finales de febrero, redondeando a razón de 190 pesos argentinos por dólar estadounidense.
Toma la cotización oficial, que es el tipo de cambio aplicado a la liquidación de las exportaciones. Una cotización que varía, como sabemos, porque el peso argentino es sometido a microdevaluaciones dispuestas en porcentajes y con frecuencia irregulares.
A partir de ahí, cada uno hará sus cuentas. Un paréntesis, para señalar que, quienes lean esto fuera del país, podrían tener alguna dificultad para saber de qué estamos hablando. Pero es la realidad de Argentina. «No lo entenderías», como dicen por ahí.
La suba de costos encuentra a los productores en situación complicada. En ese sentido, en un informe previo al cuadro de costos (que desarrolla con el máximo detalle, ítem por ítem), el ingeniero López señala que «se inicia un nuevo ciclo de cultivo de ajo, empañado por un fin de ciclo anterior económicamente delicado, con precios bajos y rentabilidades en muchos casos negativas».
Destaca, por otra parte, la alta participación relativa de la mano de obra en el costo total de los cultivos escasamente mecanizados; seguido por la semilla. En efecto, los gráficos contenidos en el informe (que compartimos) son elocuentes en ese sentido. Evidencian que ambos rubros suman alrededor de las tres cuartas partes del costo anual de producción, y que sólo la inversión en personal demanda más de la mitad del monto total.
De hecho, el ingeniero López apunta que «estos números demuestran la importancia social, por el nivel de generación de empleo» de las actividades propias de este cultivo que, tomando únicamente el proceso productivo, demanda un «promedio cercano a los 150 jornales por hectárea».


En tres cuadros, el Ing. López detalla los costos operativos para el cultivo de ajos diferenciados, nobles y de guarda, de los tipos comerciales morados, blancos y violetas, y colorados, el en ciclo agrícola 2023, aplicando la tecnología de manejo desarrollada por el INTA.
En cada cuadro -elaborado con el máximo detalle- López incluye cada una de las labores vinculadas con la preparación del suelo, acondicionamiento y preparación de la semilla, laboreo y plantación, conducción del cultivo, y cosecha; y la mano de obra, maquinaria, implementos e insumos necesarios para llevarlas a cabo.
Los cuadros son acompañados por una planilla de referencias. En ellas, se aclaran determinados «supuestos», de manera que cada productor que consulte este material, sepa con qué criterios fueron hechos los cálculos.
Es que, «cada empresa/productor realiza su propio listado de tareas y costos, en base a insumos utilizados, modalidades de plantación, de manejo e incluso de sistemas de cosecha y post-cosecha», reconoce el Ing. López.
Por ello considera que esas aclaraciones son «parte inseparable» del cuadro que corresponde al costo de cultivo de cada tipo comercial.
En las inseparables López aclara, por ejemplo, que se focalizó en «los costos operativos de producción de ajo de los tres tipos comerciales más difundidos, morado, blancos y colorados»; y que tuvo en cuenta «las recomendaciones generales del Proyecto Ajo/INTA, para la zona de San Carlos, Mendoza (Argentina)».
Además, que trabajó «sobre el supuesto que todas las actividades previstas se realizan manualmente, a pesar de que en los últimos años se ha incrementado la mecanización integral del cultivo».
En cuanto a la modalidad de aplicación del recurso hídrico, señaló que este reporte de costos «considera una explotación donde se riega por surco, sistema ampliamente utilizado por los productores, aunque no el más eficiente desde el punto de vista tecnológico, como lo es el riego por goteo».
Por otra parte, fue incluyendo los ítems contemplados en su estudio, según el orden cronológico de las actividades propias del cultivo, «a fin de facilitar el cálculo del flujo de caja, mes a mes», subraya.
En los capítulos que involucran maquinarias, agroquímicos y fertilizantes, consideró «los precios de contado con IVA incluido, sin ningún tipo de descuento por cantidad, ni de incremento por financiaciones». Obtuvo la información mediante «consulta directa a diferentes casas de venta de agroquímicos».
Por tratarse de un listado de costos operativos, «no están incluidos los valores de la tierra, las mejoras fundiarias, amortizaciones, intereses del capital, gastos administrativos, canon de riego ni movilidad».


Para remarcar la importancia de tomar decisiones con números en la mano, el profesional apunta que «presupuestar los gastos anuales antes de iniciar el cualquier cultivo, forma parte de la planificación productiva, económica y financiera, especialmente en esta especie cuyo ciclo productivo es superior a los 8 meses, y el ciclo financiero supera habitualmente el año».
Por nuestra parte, nos permitimos sugerir que, quien haya decidido invertir en la producción de ajo o esté evaluando esa posibilidad y necesite una referencia de cómo presupuestar esa inversión, solicite esa información. Porque lo que aquí publicamos no incluye los cuadros donde está el detalle fino, con los costos de cada labor.
Inclusive quien tenga su propia forma de hacer los cálculos, pero quisiera comparar para mejorarlos con mayor nivel de detalle… o para compartir su metodología a fin de enriquecer el trabajo que el INTA pone a disposición de los productores, puede acceder a esta información. En cualquier caso, el informe puede ser solicitado dirigiéndose por correo electrónico a: lopez.aldo@inta.gob.ar.
COSTO DE PRODUCCIÓN DE AJO EEA INTA LA CONSULTA ING. AGR. ALDO LÓPEZ