GANADERÍA
MERCADOS
El informe mensual de CICCRA señala que se exporta más, pero a menor precio, y que cae el consumo interno. Por qué aumenta el precio de la carne.
Durante noviembre de 2020 la industria frigorífica argentina mantuvo el elevado nivel de actividad de los meses previos, con una faena de 1.243.000 cabezas de hacienda vacuna. Así lo consigna el informe económico mensual de noviembre de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).
Con estos números, en los primeros once meses de 2020 se faenaron 12.810.000 bovinos, es decir, 1,2% más que en enero-noviembre del año pasado, según se consigna en el texto al que tuvo acceso Campo Andino.
El trabajo, difundido sobre fines de la semana pasada, consigna que la participación de las hembras en la faena total se ubicó, en noviembre, en 45,2%. El texto señala que esa relación está «dentro del rango compatible con el sostenimiento del rodeo vacuno».
No obstante ello, el material gráfico contenido en el informe indica que en el período enero-noviembre, la participación de las hembras en el total faenado fue de 46,3%, mientras que ubica el punto de equilibrio en el 43%.
Quizás sea oportuno aclarar esto porque, si bien los datos de 2020 son provisorios, y se sitúan un par de puntos por debajo de los de 2019, ocupan el quinto lugar con mayor proporción de hembras faenadas en los últimos 18 años.
Es que, según ese gráfico (que mostramos a nuestros lectores), el 46,3% que acumula hasta ahora el 2020, sólo ha sido superado por el porcentaje de faena de hembras registrado en 2007, 2008, 2009 y 2019.
Sobre este capítulo, el informe mensual de CICCRA señala que la producción de carne vacuna durante el mes pasado en Argentina sumó 285.000 toneladas de res con hueso. Ese volumen representa una suba de 4,6% comparado con igual mes del año pasado («sin corregir por días laborables», aclara).
Detalla que el peso promedio en gancho del animal faenado aumentó 1,5% anual, hasta ubicarse en 229 kilos. En el acumulado de 2020 la producción de carne vacuna trepó a 2,9 millones de toneladas de res con hueso, superando en 1,8% a la producción de enero-noviembre de 2019.
Por otra parte, el informe económico mensual de CICCRA añade que las exportaciones de carne vacuna habrían ascendido a 816.200 toneladas en los primeros once meses del año, lo que estaría indicando un crecimiento interanual de 8%. La participación de los embarques al exterior en el total producido habría ascendido a 28,1%, convirtiéndose en la más alta de las últimas décadas.
En otro párrafo, hace foco en la comparación interanual del período enero-octubre, en este caso. En volumen, este año Argentina exportó casi 12% más. Pero facturó, en promedio, 7% menos que en el acumulado de los diez primeros meses de 2019.
Apunta, entonces, que hubo una caída de precios «traccionada principalmente (aunque no únicamente) por la baja que aplicaron los frigoríficos chinos desde finales de 2019». CICCRA detalla, en ese sentido, que «el precio promedio pasó de 5.390 dólares por tonelada («precio producto») en enero-octubre de 2019, a 4.485 dólares en enero-octubre de 2020 (-16,8% anual)».
El mercado interno, en tanto, habría absorbido 2.087.000 t de carne vacuna (equivalente res con hueso) entre enero y noviembre de 2020, lo que equivaldría a una caída interanual de 0,5%.
Así, del total producido, habría representado 71,9% (1,6 puntos porcentuales menos, en la comparación interanual).
El trabajo estima entonces que «el consumo (aparente) de carne vacuna por habitante habría llegado a 50,2 kg/año en noviembre (considerando el promedio móvil de los últimos doce meses)»; y que «en la comparación interanual se habría registrado una contracción de 1,5%».
El desarrollo del exhaustivo Informe Económico Mensual de CICCRA está precedido por un editorial que lleva la impronta del presidente de la entidad, Ing. Miguel Schiariti.
En el texto se analiza, entre otras cosas, «las razones del aumento del precio de la carne». Sobre este punto, señala: «Los factores se sustentan en la macroeconomía: la falta de confianza en el peso y fortísimos rumores y pronósticos de devaluación, sumados a la elevadísima emisión monetaria, van socavando nuevamente la confianza de los argentinos en nuestra moneda».
«El sector agropecuario no estuvo exento de esta pérdida de confianza, por lo que cualquier productor que enviaba una jaula de animales gordos al mercado se sentía obligado a reponer la misma cantidad de animales vendidos sin importar el precio que tenía que pagar por ellos. Este comportamiento elevó el precio del ternero de destete».
Por otro lado, «la sequía generalizada en Sudamérica generó un importante aumento del precio de las ‘commodities’ agropecuarios» que, desde marzo, duplicó (o más) el valor del maíz. «La combinación de estos dos elementos -añade el editorial- convirtió al engorde a corral en un negocio inviable. Por lo tanto, aquel productor que repuso los animales gordos vendidos los llevó a recriar a campo, sistema mucho más económico y también mucho más lento en la ganancia de peso de los animales». «Esto -concluye- explica la menor oferta de animales engordados a corral para consumo interno», y el consecuente aumento en el precio de la hacienda para faena…y de la carne vacuna.
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