La revalorización de la obtención de polen como una de las fortalezas del complejo apícola, fue expuesta en un informe elaborado por investigadores del INTA Delta del Paraná (Buenos Aires) y el IPAF Región Pampeana (la unidad del organismo nacional que investiga y desarrolla tecnologías adaptadas a la agricultura familiar de esa región de Argentina).

La idea central contenida en ese trabajo, es que la obtención de polen puede complementar las opciones productivas del apiario, como son la miel, el material vivo, el propóleos o la jalea real, y el apiturismo, como actividad derivada.

Manuel Manzoni -investigador del INTA Delta del Paraná– destacó que «si bien el valor del polen suele ser superior al de la miel, el interés no radica en esa diferencia, sino en su potencial para diversificar ingresos y fortalecer la sostenibilidad del sistema productivo».

MULTIPLICÁ. En el Delta producen alrededor de 9.500 kilos de polen al año, según un reporte del INTA. En plataformas on line están ofreciendo el producto, al público, a un precio mínimo que ronda los $ 30.000 el kilo. Sacá la cuenta.

UN ECOSISTEMA ESPECIAL

El lugar donde desarrollaron ese «trabajo exploratorio» (como lo identifica un reporte del INTA) no fue elegido al azar. Es que, la región del Delta es considerada única en la Argentina.

Ese reconocimiento se debe a su elevada productividad y rica biodiversidad. De manera que, este origen botánico singular, confiere al polen que genera su flora, características distintivas y de alta calidad.

IDENTIFICARON 29 TIPOS

Aunque varía según el momento y el lugar, el polen del Delta proviene de un gran número de especies vegetales. Un estudio específico realizado por el INTA indica la presencia importante de polen de especies como chilca, ceibo, zarzamora, trébol blanco, ligustro, falso índigo, eucalipto y sauce, entre otras.

En este mismo estudio «se registraron 29 tipos polínicos» y su análisis mostró que «el contenido de proteína bruta se mantuvo por encima del 20% en ciertas temporadas», indicó la investigadora Luciana Fingermann, del IPAF Región Pampeana.

La diferenciación de origen es, per se, un valor adicional del polen comercializado en bruto. Además, es posible agregarle valor a través de su procesamiento y envasado.

A ello debe sumarse la opción de obtener subproductos, como el polvo de polen de uso apícola, extractos bebibles y miel con polen.

SU LUGAR EN «LA GÓNDOLA»

Con respecto a su clasificación como producto de consumo, Fingermann apuntó que el polen «no compite con la miel, sino con los suplementos dietarios» . Además, «el polen siempre ha valido más y esa diferencia se hace cada vez mayor».

El polen argentino es reconocido por poseer la totalidad de los aminoácidos esenciales y propiedades antioxidantes y antimicrobianas. Según la normativa argentina, no tiene la categoría de alimento funcional, pero en otros países el polen sí está tipificado como funcional.

LA VIABILIDAD ECONÓMICA

La producción de polen, como complemento a la producción tradicional -detalla el informe- ofrece la posibilidad de alcanzar el umbral de una unidad económica con una menor cantidad de colmenas en comparación con la miel.

Se estima que en la región obtienen, cada año, un total de 9.472 kg de polen. Este dato suma la producción de apicultores de Buenos Aires, Entre Ríos y CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), y se basa en datos del Registro Nacional de Productores Apícolas (RNPA) para el año 2025.

Edelmar Abratte, apicultor del Delta, reflexionó sobre esta oportunidad: «no sacar polen es perderte esa posibilidad. Implica un trabajo extra, pero la colmena es la misma, es el esfuerzo que tenés que hacer para mantener las colmenas y para sacar miel».

EL PRECIO NO ES LO DE MENOS

Aunque el interés en el producto vaya «más allá» de su diferencia de precio respecto de la miel, la verdad es que un cálculo rápido (esto no está en el reporte del INTA) permite dimensionar el potencial de ingresos adicionales para los apicultores que se armen de paciencia para cepillarle las patitas a las abejas.

Es que, esos casi 9.500 kilos por año que produce esa región (que -es cierto- es la más productiva de Argentina), representan unos cuantos pesos. Porque los valores mínimos al público, mostrados en ofertas on line del producto para el mercado nacional, fluctúan en torno a los $ 30.000 el kilo (de ahí para arriba).

De manera que estamos hablando de un negocio anual que (sólo para esas provincias, y proyectando esas cifras a lo que, de mínima, estarían pagando los consumidores) llegaría a mover no menos de $ 285.000.000.

Es posible que ese monto no baje, pleno, al sector de la producción primaria. Probablemente, en algunos casos, haya quien venda «a granel». De allí, precisamente, la importancia de prestar atención a la opción de agregarle valor al producto y buscar los canales comerciales adecuados.  

EXPLORAN AVANCES TÉCNICOS

Se aclara que «la diversificación hacia el polen ha impulsado la necesidad de avances técnicos para optimizar la producción y el procesamiento» como lo admite Gabriel Giuliano, investigador del INTA Delta del Paraná.

Explica que «una innovación crucial en la cosecha es la trampa de piso, que permite espaciar la recolección entre 24 y 72 horas, e incluso hasta una semana» lo que «resulta más viable para el Delta».

Los técnicos del INTA enfatizan que es fundamental avanzar con innovaciones en los procesos de producción y cuidar la inocuidad en toda la cadena.

UNA ALTERNATIVA SOSTENIBLE

«La diversificación apícola con polen se consolida como una alternativa sostenible y de alto valor agregado para los productores del Delta, en línea con el trabajo que impulsa el INTA para promover la innovación y el desarrollo territorial», señaló Sergio Dumrauf, investigador del IPAF Región Pampeana.

El informe destaca que «la producción de polen no solo incrementa los ingresos familiares» sino que, además, «requiere un compromiso constante con la innovación tecnológica y las buenas prácticas apícolas y de manufactura» .

EDELMAR ABRATTE APICULTOR GABRIEL GIULIANO INVESTIGADOR INTA DELTA DEL PARANÁ IPAF REGIÓN PAMPEANA LUCIANA FINGERMANN INVESTIGADORA MANUEL MANZONI INVESTIGADOR SERGIO DUMRAUF INVESTIGADOR