FRUTICULTURA
SANIDAD
El Iscamen, de Mendoza, recomendó planificar y ejecutar acciones que fortalezcan las condiciones sanitarias de los montes frutales, previo al ingreso a la próxima campaña agrícola. En algunas zonas, hay que empezar ya con aplicación de agroquímicos.
EN FOCO están las plantaciones de los oasis Norte y Este de la provincia andina, que son las áreas de escasa prevalencia de la plaga (todavía no son consideradas libres). Pero es conveniente no bajar la guardia en ningún lugar cultivado con frutales… «por si las moscas» (nunca mejor dicho). FOTO / GENTILEZA Iscamen.

El Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (Iscamen) difundió recomendaciones sobre prácticas agrícolas a realizar durante el otoño, el invierno, y la primavera, para mantener bajo control la población de mosca del Mediterráneo previo al inicio del ciclo agrícola 2025-2026.
El reporte -dirigido a fruticultores de la provincia andina- subraya la importancia de llevar adelante estas labores tempranas, como complemento de las que realiza el Ministerio de Producción a través de ese organismo para el manejo de la plaga, sobre grandes áreas productivas.
Para los oasis Norte y Este, áreas de escasa prevalencia de la plaga, es conveniente realizar tratamientos poscosecha con aplicación de agroquímicos. El objetivo es evitar que los adultos de mosca del Mediterráneo coloquen huevos en la fruta remanente, lo que podría generar nuevas poblaciones para la próxima temporada.
De acuerdo con los ensayos realizados en campo, es conveniente hacer las aplicaciones de agroquímicos a partir de la primera quincena de abril, para alcanzar una importante disminución de las poblaciones en la campaña venidera.
Estos tratamientos deben realizarse tomando como referencia el ciclo teórico de la plaga, es decir el pasaje de huevo hasta el nacimiento de un nuevo ejemplar adulto, ciclo que -además- está relacionado con las temperaturas. Así, por ejemplo:
* Si las hembras de mosca del Mediterráneo ponen sus huevos en la primera quincena de abril, sus adultos nacerán a partir de agosto.
* Si lo hacen desde la segunda quincena de abril, los adultos nacerán a partir de septiembre.
* Si la postura arranca en la primera quincena de mayo, los adultos van a nacer a partir de octubre.
* Si se realizan controles tempranos, las condiciones sanitarias tienden a mejorar de una temporada a otra.
Los técnicos del Iscamen recomiendan realizar dos aplicaciones de control químico, separadas 10 días entre sí, a partir de la primera quincena de abril.
Insecticida cebo (400 a 750 litros de caldo por hectárea). La forma de aplicación es en spot, hilera por medio. Pulverizadora con sólo los dos picos superiores sin pastilla, para que formen gota grande que caiga de arriba hacia abajo sobre las hojas. No es cobertura.
Derribante (400 a 750 litros de caldo por hectárea). Se aplica a cobertura completa.
Si existieran restricciones para alguno de los productos sugeridos (por el tipo de producción de la finca), se puede aplicar otro que cubra con su persistencia los 10 días entre las dos aplicaciones, para alcanzar el mismo efecto preventivo.
Enfatizaron que, de acuerdo con los ensayos en realizados, es conveniente hacer las aplicaciones a partir de la primera quincena de abril.
En la época invernal es preciso eliminar los frutos que puedan estar larvados y evitar que las hembras de la mosca del Mediterráneo tengan un lugar donde depositar huevos.
Es muy importante no dejar melesca, por lo que es conveniente enterrar los frutos caídos y pasar la rastra.
En el informe se recuerda que, si no hay frutos, se corta el ciclo reproductivo, ya que la hembra no encuentra lugar para oviponer y se interrumpe el pasaje invernal que es crucial para asegurar cada próxima generación de la especie.
Para asegurarse la eficacia de esta labor, sugieren recorrer la finca y los alrededores de las viviendas para detectar especies (inclusive las ornamentales) que aún mantengan fruta en las plantas.
Hay que prestar especial atención a higueras, cítricos (excepto el limonero) y membrilleros, por ser hospederas de la plaga.
Una vez que el monte haya ingresado de lleno en el nuevo ciclo agrícola, seguramente habrá recomendaciones más detalladas, según la zona productiva, la especie y la variedad, las condiciones del ambiente, considerando siempre el ciclo teórico de la plaga y la situación que observen los técnicos sobre el terreno.
Por lo pronto remarcan que, llegado ese momento, será importante implementar planes fitosanitarios, principalmente en los oasis Norte y Este, que se complementen con las acciones de control en grandes áreas que realiza el Iscamen, como la Técnica del Insecto Estéril.
Desde el organismo fitosanitario de la Provincia de Mendoza recordaron que «estos procedimientos son fundamentales en términos fitosanitarios y determinantes en cuanto a los rindes de producción» .
CONTROL DE MOSCA DEL MEDITERRÁNEO SANIDAD EN FRUTALES DE MENDOZA