FRUTICULTURA

CICLO 2025

Los cerezos mendocinos transitan la fase de cuaje de frutos sin contratiempos

4 de octubre de 2025

En variedades muy tempranas del Norte ya están ajustando carga mediante raleo. En las más tardías, sobre todo en Valle de Uco, la producción potencial quedará definida en una semana. Igual, todos están alerta por si el clima juega una mala pasada.

MIENTRAS CONSULTAN de reojo el pronóstico del tiempo, hay quienes -en el sector frutícola- aflojan tensiones «saltando» la coyuntura para abordar cuestiones de fondo. Entre muchas otras, la falta de estimaciones oficiales de producción y la política del agua en Mendoza. FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.


Con frutos cuajados en variedades tempranas y ultra tempranas, y las de maduración media terminando la fase de floración, los cultivos de cerezos evolucionaban sin contratiempos… al menos hasta el momento de ponerle punto final a estos párrafos.

Acumulación de unidades de frío necesarias, buena floración (y buena cuaja, en cultivares más tempranos), y sin mayores daños por eventos meteorológicos de relevancia, el avance del ciclo 2025 justifica el optimismo al momento de proyectar la campaña, al menos en términos productivos… y por ahora.  

Es el panorama que permiten proyectar los primeros sondeos realizados entre referentes del sector, a esta altura del ciclo de la cereza. Lo plantea, por ejemplo, Fernando Güizzo, gerente comercial de Güizzo Frutas Frescas S.A., la firma mendocina que tiene cultivo y empaque en Luján de Cuyo y otras plantaciones en el Valle de Uco.

Güizzo atendió a Campo Andino con un pie en el avión, donde hasta este jueves participó de la edición 2025 de Fruit Attraction, una de las ferias sectoriales de mayor relevancia internacional. 

SITUACIÓN. Aún en las quintas de cerezos del Valle de Uco, ha pasado el ciclo de floración plena y están cuajando los frutos. La atención se centra ahora en el pronóstico del tiempo, por si hay que activar los sistemas de defensa.

LA TEMPORADA VIENE BIEN

En horas previas a su partida, se habían registrado tormentas intensas en distintos puntos de Mendoza, pero «por lo que alcancé a ver» en el Norte de la provincia andina y en la zona de El Peral (Tupungato, en el Valle de Uco) donde tienen otra finca en producción, «no tuvimos inconvenientes» aseguró.

Al margen del susto (que horas antes los había impulsado a desplegar las mallas anti granizo), Güizzo afirmó que «desde el punto de vista productivo, la temporada viene bien» al menos en las zonas donde están emplazados los cultivos que tienen en producción. 

Resumió que «en el Norte de Mendoza la floración prácticamente ha finalizado» y que «quedan algunas variedades medias -como Santina y algo de Lapins- que van a definirse esta misma semana» .

Recordó que «el grueso de las variedades tempranas y ultra tempranas ya concluyeron la fase de floración y muestran cuaje de frutos» al punto que -a esta altura- hace alrededor de diez días, en las ultra ya «empezamos a ajustar carga mediante raleo» .

SEPTIEMBRE SIN HELADAS

El empresario señaló que «acabamos de pasar un septiembre que ha sido muy benévolo con el tema de las heladas, que era una de nuestras preocupaciones, teniendo en cuenta que durante el invierno no había nevado mucho en la cordillera».

Esto traía aparejado otro riesgo que, finalmente, parece haber quedado conjurado: «No tuvimos problemas con la disponibilidad de agua» aseguró.

De manera que «las unidades de frío quedaron cubiertas; y eso se manifestó en una muy buena floración y una buena cuaja -al menos por el momento- en el paquete de variedades ultra tempranas y tempranas» comentó Fernando Güizzo.

«Habrá que ver cómo termina (esta fase) en zonas algo más tardías dentro de Mendoza como es el Valle de Uco; pero de no haber alguna inclemencia meteorológica, viene un año que podremos considerar productivamente normal» remarcó.

ESPERANDO LA COSECHA

En las propiedades de Güizzo Frutas Frescas estiman estar empezando a cosechar las variedades más tempranas hacia el 20 de octubre, habiendo cubierto, también, la necesaria acumulación de grados día.

Pero, por las dudas… tienen listo todo el paquete tecnológico de defensa que incluye aspersores subarbóreos y mallas que se extienden horizontalmente cuando hay que atenuar el impacto de un eventual viendo Zonda.

Además, las que se despliegan sobre la parte superior del monte para protegerlo del granizo y, por si llueve cuando llega el momento de la cosecha, el techo de malla impermeable para evitar que los frutos -a punto de ser recogidos- se sobrehidraten y se rajen.

UN MOMENTO CRUCIAL

Un panorama similar expuso Alberto Carleti, presidente del Directorio de Alta Arboleda S.A. (con explotación primaria en La Arboleda, Tupungato).

De allí salen las cerezas que son procesadas y empacadas en Vista Flores (Tunuyán) en el establecimiento de Carleti S.A. que comercializa con marca propia, principalmente en el mercado interno.

Carleti (uno de los históricos referentes dela sector en Argentina) es el gestor comercial de la firma y, además, gerencia la planta industrial de Agrofruit S.A., que se dedica a la elaboración de cerezas al marrasquino.

En diálogo con Campo Andino, el empresario ratificó que las plantaciones «se encuentran en distintos estados fenológicos de acuerdo a la variedad» pero, en general, «ya ha pasado el ciclo de floración plena y nos encontramos en época de cuaje de los frutos» .

Indicó que «es un momento crucial para la producción» porque «este proceso definirá el volumen de cosecha de la temporada».

Coincidió en que «hasta ahora el ciclo ha sido normal; durante el invierno se pudieron acumular las horas de frío necesarias para el cultivo y no hemos tenido problemas de heladas» .

Admitió que «en los cultivos del Valle de Uco podemos percibir un pequeño atraso en la floración -de 3 a 5 días, dependiendo las variedades- pero no es significativo» . Estima que -en su zona- «en una semana o diez días tendremos un panorama real, con los frutos cuajados».

FALTA INFORMACIÓN

Alberto Carleti adelanta, eso, sí, su preocupación sobre la falta de datos de referencia sobre producción, que se hará sentir en el tramo final de esta temporada.

En ese sentido, remarcó que «lamentablemente este año no contaremos con el pronóstico de cosecha que efectuaba el IDR» (organismo técnico que operaba con financiamiento del Estado provincial, y que fue disuelto por el Gobierno de Mendoza).

Ese pronóstico, «si bien tenía aspectos que corregir -reconoce Carleti- era un dato técnico que orientaba y pronosticaba los volúmenes de cosecha». Sostuvo que «es muy necesario contar con información para la toma decisiones, y el sector agrícola ha perdido el organismo que se encargaba de estos datos», lamentó.

En su diálogo con Campo Andino, Alberto Carleti abordó algunos otros temas que, aunque se reflejan en lo productivo y en la performance general del negocio (y no solamente el de la cereza), transitan por carriles distintos al que trazan, juntas, las condiciones climáticas de cada ciclo y la fisiología de cada especie.

Por un lado, la cuestión del recurso hídrico. «La disponibilidad de agua es un problema muy serio en Mendoza» subrayó. «En el caso del Valle de Uco, por una resolución del Departamento General de Irrigación no está permitido hacer nuevas perforaciones de sobre la margen derecha del Río Mendoza, si bien en los últimos meses se han otorgado algunos permisos en dudosa situación» .

Reflexiona, sobre este punto, que «por un principio de igualdad, no puede haber agua para uno y para otros no». Además, lamenta que esa prohibición (para el caso de aquellos que no han sido beneficiados con esas llamativas excepciones) «limita la ampliación de la superficie cultivada» .

Por otro lado, «las napas han bajado y todos hemos tenido que bajar nuestros pozos para poder mantener los caudales necesarios, lo que significa un costo adicional. Al mismo tiempo, eso implica un incremento de la tarifa eléctrica ya que exige un mayor consumo».

También «está en discusión el Código de Aguas propuesto por Irrigación». Carleti entiende que ese cuerpo normativo, en sí mismo, «no soluciona el problema de disponibilidad y uso eficiente del agua».

Para el referente del Valle de Uco, «esto, hoy, se solucionaría con inversiones del Departamento General de Irrigación en obras de infraestructura; y un plan de sistematización de riego intrafinca» .

Asegura que, de esta forma, «en un plazo de 5 años no debería existir cultivos con riego superficial; y de este modo ahorraremos agua». Alberto Carleti concluye que, para eso, «no se necesita cambiar la Ley ni un código de aguas» .

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