FRUTICULTURA

CAMPAÑA '23/'24

Se adelanta el ciclo y con menos frío acumulado en zonas frutícolas de Mendoza

10 de agosto de 2023

Hay preocupación, porque esto dejaría a los cultivos más expuestos a heladas tardías, y porque una eventual floración despareja podría disminuir el cuaje.

ADELANTO. Así están hoy los durazneros en Bowen, General Alvear (al Sur de Mendoza). Junto con los ciruelos de variedades para consumo en fresco, van a florecer anticipadamente. No está claro, todavía, si esta situación afectará a todas las especies y variedades, ni en qué medida a cada uno de los oasis de la provincia de Mendoza. FOTO / GENTILEZA Ing. Agr. Luis Escartín + ArteRevista Campo Andino & Agroindustria.


La previsible floración adelantada y la eventual escasez de horas de frío podría llegar a comprometer este año la producción de frutas en algunas zonas de Mendoza, según un primer relevamiento que activamos esta semana desde la Redacción de Campo Andino.

Estos dos factores -de confirmarse- dejarían expuestas a las plantaciones al riesgo de, básicamente, un doble impacto negativo. Por un lado, al daño que pudiera provocar la eventual ocurrencia de heladas tardías, en momentos en que los cultivos se encuentren en un estado fenológico altamente sensible a bajas temperaturas.

Por otra parte, una probable floración despareja en montes (de especies, y variedades) que no acumularon el frío necesario durante el invierno, podría ocasionar un desacople en el proceso de polinización que, en teoría, debería disminuir el cuaje.

Esto -vale aclararlo- sin tener en cuenta, por el momento, las demás variables que inciden en el resultado final como -entre otras- el porcentaje de frutos logrados sobre el total de flores que llegaron a ser polinizadas.

Este panorama, resumido al máximo que nos resultó posible -y aún a riesgo de generalizar más de lo prudente- surge de interpretar lo relevado en las primeras consultas que realizamos en algunas zonas productivas de Mendoza.

LAS PRIMERAS SEÑALES

La cereza, entre las frutas de mayor relevancia comercial para la provincia, es una de las especies a seguir de cerca para tener idea de cómo viene el año.

El ingeniero agrónomo Diego Aguilar, de la firma Rio Alara (con plantaciones en Agrelo, en la zona alta de Luján de Cuyo) , dijo a Campo Andino que en este ciclo agrícola «tenemos, de base, aproximadamente dos terceras partes del frío acumulado» necesario para los cerezos.

Aclaró que «hay sectores del Valle de Uco (la zona de mayor producción en la provincia) donde hay más, pero al Norte del Río Mendoza la situación está muy complicada». Aunque -más como expresión de deseo que con los pronósticos meteorológicos en la mano– aclaró que «todavía estamos en agosto y algo más se podría acumular».

«DESPIERTAN» LOS CEREZOS

Pero lo relativizó, porque al menos en la finca ubicada en Agrelo «ya se está saliendo de la dormancia; están empezando a hincharse las yemas en algunas plantas; es como que… ya están en ciclo». Reconoció, en ese sentido, que cuando empiezan a hincharse las yemas, ya no cuentan las horas de frio.

En diálogo con Campo Andino, el ingeniero Aguilar apuntó que este movimiento normalmente debería estar dándose «en una semana o diez días más, aproximadamente».

Señaló, entonces, que «ya en el estadío de yema hinchada, si tuviéramos una helada fuerte -por suerte no hay pronóstico de que esto vaya a ocurrir- probablemente tendríamos daño».

DIEGO AGUILAR. El referente técnico de la firma Río Alara, dijo que en la finca ubicada en Agrelo (Luján de Cuyo), los cerezos «están empezando a hincharse las yemas» en algunos cerezos, lo que normalmente debería estar ocurriendo «en una semana o diez días más, aproximadamente». FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.

QUÉ PASA SI FALTA FRÍO

Por otra parte, la falta de horas de frío tiene dos consecuencias, señaló Aguilar. «Una, es la floración despareja. Si la floración demora una semana… o cinco días, se estira a 10 ó 12 días, con lo cual hay flores aptas para polinizar, y flores que todavía están cerradas, y cuando estas se abren, las otras ya perdieron el polen». Esto trae aparejada «una cuaja deficiente, hay poca cuaja». Este es uno de los problemas.

«El otro punto es que hay menos flores», explicó. De manera que, con menos flores y una floración despareja (lo cual implica que haya menos flores fecundadas y, por lo tanto, que merme el cuaje), nos encontraríamos ante un arranque de ciclo con un interrogante sobre cómo impactará esto en el rendimiento de los montes. Eso, sin entrar a considerar todas las acechanzas que cada año están presentes hasta el final de cosecha.

El ingeniero Aguilar apuntó que, por referencias de sus colegas, «en las zonas primicia de Luján, Maipú y Las Heras, también tienen menos frío que lo habitual, y es lo que nos está pasando a nosotros en Agrelo». Pero «en el Valle de Uco el frío ha sido más constante, y podrían haber estado más cerca de lo normal».

De todos modos, prefiere dar vuelta la página respecto de la falta de frío. «Lo que no tuvimos… ya no lo vamos a tener», dijo. «Lo que preocupa ahora es la primavera, porque el clima está tan cambiante…».

Es que, «en ese momento se puede juntar el riesgo de heladas o nevadas tardías, o lluvias al momento de la polinización… con la falta de calor suficiente para que comience a desarrollarse el fruto».

EN EL VALLE DE UCO

Javier Barro, productor de duraznos en Villa Seca, Tunuyán, dijo a Campo Andino que «con las horas de frío veníamos bien, pero en estos últimos quince días tuvimos mucho calor y eso podría complicarnos». Señaló que «la semana pasada tuvimos días de 25°C; 28°C, y hasta mediados de esta semana hemos estado con 20°C; 23°C».

En estas condiciones, «las horas de frío se empiezan a restar, y las yemas de los duraznos ya se empiezan a mover y en diez días más van a ir apareciendo las primeras flores… y los almendros van a empezar a florecer este fin de semana».

El productor del Valle de Uco precisó que hoy las plantas están «con yema hinchada, y algunas variedades -que son pocas- con algunos botones rosados, inclusive alguna variedad de industria que normalmente se cosecha a finales de febrero».

Indicó que este panorama se observa tanto en duraznos para industria como en variedades para consumo en fresco. Recordó que «el año pasado se atrasó un poco», de manera que «si lo comparamos con el año pasado este ciclo viene un poco adelantado, pero considerando la media histórica podríamos estar en fecha histórica… o quizás entre 5 días y una semana anticipado».

ASÍ ESTÁN -en Bowen, General Alvear- los ciruelos cuyos frutos tendrán por destino el consumo en fresco. FOTO / GENTILEZA Ing. Agr. Luis Escartín + ArteRevista Campo Andino & Agroindustria.

MIRANDO EL PRONÓSTICO

Por otra parte, «habrá que ver cómo impacta el frente frio que, según el pronóstico, va entrar este jueves por la tarde… tal vez la floración se demore unos días más y terminemos en fecha normal», se esperanza Barro.

Pero, al mismo tiempo, apuntó que «para el domingo está previsto que empiece a levantar de nuevo la temperatura, están hablando de 20°C a 28°C de máxima, todos los días, para las dos semanas siguientes».

Lo cierto es que «con que se adelante cinco días la floración, con el ambiente seco y entrando ya en la época de posibles heladas tardías y en condiciones de marcada amplitud térmica entre el día y la noche, puede ocurrir que las flores que empiecen a abrir, se hielen…», analizó el productor de Tunuyán.

Dada esa eventualidad, «podríamos perder kilos de producción y, aunque tengamos cuaje, podemos encontrarnos, después, con problemas de carozo partido, etc.». 

Por otra parte, admitió que «las horas de frío podrían quedar por debajo de las necesarias», por las temperaturas (por encima de las ideales para los cultivos, en esta época) registradas durante dos semanas.

A raíz de eso «podríamos tener una floración más larga; probablemente habrá flores que empiecen a abrir dentro de diez días, y otras que van a terminar de abrir en un mes».

EN EL ESTE FALTARÍA FRÍO

El ingeniero agrónomo Rolando «Pipo» Kaiser, con producción de frutas (entre ellas ciruelas D’Agen) en Rivadavia, al Este de Mendoza, dice no haber visto -hasta mediados de esta semana al menos, y en lo poco que alcanzó a recorrer- movimiento alguno en los montes que pudieran indicar un eventual adelantamiento del ciclo, pero no lo descarta. Porque descuenta que «vamos a tener problemas con estos calores…».

En diálogo con Campo Andino, Kaiser advirtió que «el problema es que no han estado las horas de frío que necesitamos». Indicó, sobre este particular, que «en nuestra estación meteorológica hemos registrado alrededor de 650 horas; pero tengo referencias de falta de horas de frío en el Sur de la provincia, e inclusive en el Valle de Uco».

Estima que, con respecto a zonas que hayan tenido mayor acumulación, «puede haber 100 horas de diferencia… pero no mucho más, y en el caso de ciruelos D’Agen, por ejemplo, necesitamos arriba de 1.000; unas 1.100 o algo más, según el estudio que se tome como referencia».

Por eso concluyó que «estamos mal» en ese sentido. Coincidió en que esto se reflejaría en «flores mal formadas, pistilos mal formados y, además, una floración despareja… hay varios inconvenientes que trae aparejados la falta de horas de frío», concluyó.

FALTÓ FRÍO. La imagen (tomada este miércoles) muestra otra quinta la Familia Escartín (General Alvear, Mendoza), en este caso implantada con ciruelos D’Agen. Es probable que el déficit de frío invernal en ciruela con destino a industria, derive en una merma en la producción por mala floración y mal cuaje. FOTO / GENTILEZA Ing. Agr. Luis Escartín + ArteRevista Campo Andino & Agroindustria.

UNA MIRADA AL OASIS SUR

Desde San Rafael -donde aún nos queda por realizar un par de consultas, igual que en el Este mendocino- el ingeniero agrónomo Aquiles Lucchini dijo a Campo Andino que «hasta mediados de semana al menos, no he visto -en ninguna de las fincas en las que trabajo- algo anormal, algún adelantamiento, alguna flor que haya aparecido…»

No sólo en ciruelos D’Agen; «tampoco en variedades más tempranas de duraznos de industria e inclusive en una hectárea de ciruela de transporte que tenemos, no se ve movimiento».

Lucchini -responsable técnico en explotaciones situadas en zonas relativamente altas de San Rafael- reconoció no obstante que «nos preocupan un poco estos veranitos, con dos o tres días con 24°C; 25°C, y eso no está bueno».

Con respecto al frío acumulado, fue muy cauto. Mencionó un dato respecto al número de horas de unidades acumuladas. «Son buenas… y estarían cerca de cumplirse».

Mencionó un número, pero nos permitirnos -esto es decisión nuestra- no mencionarlo (por el momento) porque, por esas horas, el propio Lucchini estaba tratando de verificarlo debido a que -dijo- «algunas estaciones (meteorológicas) no son muy confiables».

MÁS AL SUR, ESTÁ MÁS CLARO

Unos 100 km más al Sur (o un poco más) en General Alvear, el panorama es notoriamente distinto. El ingeniero agrónomo Luis Escartín, responsable técnico de la empresa familiar con propiedades en la zona del distrito Bowen, fue terminante al afirmar que «este año vamos a tener una floración adelantada».

Eso, a pesar de que «hacemos aplicaciones de hormonas en otoño, justamente para atrasar unos días la floración», en un intento por sortear -en parte al menos- el riesgo de daños por heladas tardías.

Frutas Escartín tiene plantaciones de duraznos, nectarines, peras y ciruelas (sobre todo D’Agen, para industria, y -en menor medida- algunas variedades para consumo en fresco). «En el caso de la ciruela japonesa, probablemente la semana que viene empiecen a abrir las primeras flores», apuntó.

ANDAN «CORTOS DE FRÍO»

En diálogo con Campo Andino, Escartín señaló por otra parte que «hemos acumulado pocas horas de frío». Precisó que «estamos en torno a las 600; pero en el medio hemos tenido días de 22°C; 25°C y más también, con lo cual a ese número hay que restarle algunas horas…» para decirlo de manera simple y no entrar en el detalle de las ecuaciones que se aplican, según el método de cálculo utilizado.

El problema es que a esta altura del año deberían tener acumuladas «entre 900 y 1.000», indicó. Comentó, de paso, que este problema no sólo se manifiesta al Este de la Cordillera de Los Andes. Refirió datos de sus colegas trasandinos según los cuales «hay zonas de Chile donde no llegan a las 500 horas de frío».

LUIS ESCARTÍN. El empresario de Bowen, General Alvear, dijo a Campo Andino que al menos en durazno para consumo en fresco y ciruela japonesa, «vamos a tener un adelanto de entre tres días y una semana».

EL IMPACTO ESPERABLE

El efecto de la falta de horas de frío «dependerá de la especie expuesta a esa carencia», aclaró. «En el caso del durazno, en general, se cumplen las horas de frío, pero se adelanta la floración».

Es que, «una vez que la planta tiene una determinada cantidad de horas de frío -explicó- lo que necesita es juntar cierta cantidad de horas de calor; ahí el proceso arranca y no se frena». Esto podría estar ocurriendo, con lo cual el riesgo de daño por heladas tardías es mayor.

«En el caso de perales, manzanos o ciruelos, en general requieren más cantidad de horas de frío», y en estos casos lo que produce esta carencia es «floraciones muy largas y, en general, mayores problemas de cuaje, porque se desfasa (la evolución de) la parte femenina y la masculina de la flor, y ya empieza a competir con el brote».

«Eso trae como consecuencia, en líneas generales, una merma en la producción por mala floración y mal cuaje, sobre todo en ciruela D’Agen y en peras», puntualizó el empresario sureño.

SE ADELANTA EL CICLO

Sobre el inicio del ciclo, Luis Escartín fue preciso respecto de las especies que normalmente arrancan antes: «En durazno y ciruela japonesa al menos, estimo que podríamos tener hasta una semana de adelanto con respecto a un año normal. En estos casos, ya no se va a frenar el proceso».

La ciruela japonesa que cultivan en Bowen, «normalmente está en plena floración hacia el 20 de agosto, y las variedades de duraznos de transporte más tempranas, sobre fines de agosto… a partir del 25 ó 27, aproximadamente». Pero, al menos en esos dos casos, «este año vamos a tener un adelanto de, por lo menos, entre tres días y una semana», comentó.

LA ESCASEZ DE AGUA PONDRÍA LÍMITES A LA DEFENSA ACTIVA


La crisis hídrica que arrastra Mendoza desde hace más de una década representa un problema, por supuesto, para atender la demanda de los cultivos en distintos momentos del ciclo agrícola.

Pero tiene impacto en otro plano también. El de la defensa activa de los montes frente a la eventual ocurrencia de heladas.

“Deberíamos estar empezando a llenar las represas para tener listos los sistemas de aspersión subarbórea” (al menos quienes dispongan de esa tecnología), “pero no tenemos agua superficial, y en el caso de productores sin acceso a las perforaciones (por no disponer de perforaciones propias o no estar integrados en consorcios que las tengan), no van a poder hacer defensa activa”, lamentó Escartín.

Aun no hay precisiones, pero “el turnado de agua podría iniciar cerca de fines de agosto, si tenemos en cuenta cómo se dio en los últimos años”.

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