BIOTECNOLOGÍA
DESARROLLOS
Son diseñados para producción de plantas en vivero, según el requerimiento de cada especie. Los desarrolla la primera empresa de base tecnológica incubada en el Nodo de Innovación Cuyo Microbiotech INTA.
OPORTUNO. El producto llega en momentos en que muchos viveros deben afrontar pérdidas económicas por fallas de germinación, deficiencias de crecimiento y enfermedades, atribuibles -en buena medida- a la mejorable calidad de los sustratos que utilizan. FOTO / ARCHIVO Revista Campo Andino & Agroindustria.
La firma mendocina Agrobio Loop S.A., la primera empresa de base tecnológica -EBT- incubada en el Nodo de Innovación Cuyo Microbiotech INTA, logró transformar residuos agroindustriales en sustratos «a medida» para optimizar el proceso de producción de plantas en vivero.
Según estudios del INTA, estos sustratos presentan valores altos de productividad, expresión vegetativa y germinación, en comparación con los que se preparan sin esta tecnología y conocimiento.
«Se trata de un desarrollo biotecnológico de triple impacto positivo para la región: económico, social y ambiental» destaca un reporte de INTA Informa, elaborado a partir de información relevada por el área de Comunicación del Centro Regional Mendoza-San Juan del organismo nacional.
La EBT mendocina aplicó el conocimiento de su staff de profesionales a transformar dos problemas de una solución. Por un lado, el de la cadena productiva de frutas y hortalizas de Mendoza, que cada año desecha unas 450.000 toneladas de residuos orgánicos.
Por otro, el drama del sector viverista de Argentina, que sufre pérdidas económicas por fallas de germinación, deficiencias de crecimiento y enfermedades, atribuibles -en buena medida- a la mejorable calidad de los sustratos utilizados en el proceso de producción de plantas.
Así surgió la idea de transformar esos residuos orgánicos en sustratos inteligentes para la producción de plantas en vivero. La idea, hecha proyecto, fue incubada en el Nodo de Innovación Cuyo Microbiotech INTA, lo que transformó a Agrobio Loop S.A. en la primera empresa de base tecnológica -EBT- en recibir el acompañamiento de esa unidad del organismo nacional en la Región.
«Estamos en permanente desarrollo e innovación. Nuestro insumo principal es el conocimiento», señaló Cecilia Salinas, especialista en el desarrollo de bioproductos a partir del reciclaje de residuos orgánicos y una de las fundadoras de Agrobio Loop S.A.
«Nuestra propuesta de valor -agregó- se encuadra en ofrecer sustratos de alto rendimiento, sustentables, con diseño biotecnológico, funcionales y precisos para cada especie y momento vegetativo, a partir de un subproducto sin valor».
Según detalló Salinas, «a partir de los residuos de las diversas agroindustrias y con el apoyo de la empresa Dervinsa, nuestro socio estratégico que acopia y transforma grandes biomasas, diseñamos sustratos inteligentes para plantas cultivadas en viveros».
Apuntó que «se obtienen a partir de las diversas transformaciones biológicas que genera el compostaje, así como el uso de microorganismos benéficos y funcionales«.
Son considerados inteligentes porque «su diseño responde a los requerimientos de cada especie cultivada en viveros, y su necesidad según el momento fenológico: ya sea para la etapa de la germinación, de la plantación o de crecimiento» detalló la especialista.
Agregó que en el desarrollo se tienen en cuenta, además, «las características del lugar donde serán cultivadas y el mercado en el que será comercializada esa especie vegetal».
Por su parte, Analía Díaz Bruno -directora ejecutiva del Nodo de Innovación Cuyo Microbiotech INTA– celebró esta idea-proyecto que logró convertirse en una tecnología disponible para la comunidad a partir del acompañamiento del INTA.
Para Díaz Bruno (quien, por otra parte, es directora de la Estación Experimental Agropecuaria Mendoza-San Juan del INTA), «se trata de un desarrollo biotecnológico de gran impacto y con características únicas que lo distinguen del resto de los productos disponibles en el mercado».
En este sentido, reconoció la importancia de «transformar un residuo en un insumo que, con un agregado de valor que lo convierte en un producto único, de calidad, con alto potencial y disponible para la sociedad. Un verdadero ejemplo de economía circular» .
El Nodo de Innovación Cuyo Microbiotech INTA se puso en marcha hace un año y, desde ese entonces acompaña las ideas-proyecto de las empresas de base tecnológica de la región. «Fomentamos que los científicos se conviertan en emprendedores y transformen sus ideas en tecnologías» señaló Díaz Bruno.
En este punto, subrayó que la idea central del Nodo es «trabajar con innovación abierta transformando, desde la ciencia, los proyectos y hallazgos científicos en tecnologías disponibles para la sociedad con un impacto positivo en el desarrollo local» .
«En el Nodo transformarnos ciencia en tecnología» subrayó Díaz Bruno. «Para esto, el INTA acompaña a los equipos de científicos y fomenta el encuentro con otros actores que componen el ecosistema de innovación local» .
En este punto, Salinas reconoció: «Nuestra empresa de base tecnológica nace del espíritu emprendedor de un grupo de científicos cuya idea fue madurando gracias a las diversas actividades de pre-incubación, incubación y formación que nos brindó el Nodo de Innovación Cuyo Microbiotech INTA».
Finalmente, la investigadora reveló que «apuntamos a comercializar nuestros productos a otra empresa que necesita ese insumo para completar un producto que llega al consumidor final», y precisó que «nuestros clientes principales son los viveros dedicados a la vid, ornamentales, forestales, hortalizas, frutales, entre otras especies».
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