POLÍTICAS
COYUNTURA
Difundió un pronunciamiento muy mesurado, y a días de definirse el destino del organismo nacional, lo que podría reflejar dificultades para haber logrado un texto de consenso, quizás por la muy diversa composición de la Corporación y las connotaciones políticas del tema.

Finalmente, la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) se pronunció -aunque elípticamente– sobre la situación del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), cuyo futuro podría comenzar a definirse en no muchos días, en el marco de la fuerte reestructuración de organismos del Estado que impulsa el Poder Ejecutivo Nacional.
El párrafo precedente contiene dos conceptos que remiten a un mismo punto, y sobre los que nos interesa hacer alguna consideración. Decimos «finalmente» y «elípticamente».
«Finalmente», porque el silencio de la COVIAR (hasta este sábado) era uno de los que «aturdía» como señalamos en una publicación anterior sobre la problemática del INTA.
«Elípticamente», porque en ningún fragmento del texto identificamos mención expresa al contexto que determina el estado de incertidumbre sobre el porvenir del Ente nacional de Investigación y Transferencia de Tecnología Agropecuaria
Ese texto logra transitar por una delgada línea (en cierta medida gris), aunque sin dejar de destacar «¿Por qué es importante el INTA?» (visto desde el interés del sector vitivinícola), la frase que, precisamente, le pone título al pronunciamiento.
A FUTURO. «Frente a un escenario de transformaciones constantes y exigencias crecientes, es legítimo y necesario debatir cómo hacer más eficiente y moderna una institución clave como el INTA (…)» dice el documento de la COVIAR.
Decimos, además, que ambos conceptos remiten a un mismo punto. Ese punto -interpretamos- puede estar relacionado con la probable dificultad para definir un texto de consenso, debido a la muy diversa composición (sectorial, de escala y territorial) de la COVIAR y a las inocultables connotaciones políticas del tema.
En efecto, la Corporación está integrada, por un lado, por una docena de entidades (la mayoría de primer grado, aunque no todas) de productores primarios de vid; bodegueros (algunas reúnen a viñateros e industriales del vino); elaboradores de mosto (jugo de uva concentrado) y productores de uva para consumo en fresco y de pasas de uva.
Aunque buena parte de esas entidades tienen ámbito de acción en las provincias de Mendoza y San Juan, algunas de ellas nuclean a vitivinicultores de gran parte de la Argentina vitivinícola. De hecho, el presidente actual de la COVIAR representa a la entidad referente del gremialismo agropecuario en la provincia de La Rioja.
Además, en la composición de la organización, hay presencia (aunque no identificada institucionalmente) mencionada como: participantes del sector privado y del sector público de las provincias de -justamente- La Rioja, Salta, Río Negro, Neuquén y Catamarca.
Según trascendió en su momento, desde otras provincias pidieron integrarse a la COVIAR, pero no nos consta ese eventual pedido o, en todo caso, de haber existido, desconocemos si hubo decisión sobre el particular. Al menos, ésta es la proyección territorial que figura en el sitio web oficial de la Corporación.
La nómina cierra con entes como el propio Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA, hoy en medio de la tormenta); el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el Gobierno de Mendoza y el Gobierno de San Juan.
El pronunciamiento de la COVIAR, expuesto en tres banners, inicia con el título: «¿Por qué es importante el INTA?» seguido de la frase: «Un vínculo estratégico para el desarrollo de la vitivinicultura» .
Agrega, a renglón seguido, que «Desde la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) reconocemos el rol técnico, institucional y territorial que cumple el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en el desarrollo de la vitivinicultura argentina».
Cabe aclarar que, tras haber recibido el documento -por contactos directos- en la Redacción de Campo Andino, sólo ubicamos el material (que hasta la tarde-noche de este domingo no había sido subido al sitio web oficial de la Corporación) en su cuenta de Instagram (coviararg).
Allí está el «tríptico» de imágenes. Al pie, en el texto del posteo, además de remarcar la alianza estratégica de ambas instituciones, la publicación puntualiza que «hoy más de nunca es necesario fortalecer su rol técnico e institucional para una vitivinicultura moderna y sostenible».
Ese: «hoy más que nunca» es lo más sugerente de lo publicado por la COVIAR, que -según nuestra interpretación- remite elípticamente a la encerrona a la que, hoy por hoy, están expuestos el régimen de gobernanza, la estructura, los roles y los investigadores, extensionistas y becarios del INTA.
Desde otra perspectiva -aunque igualmente elíptica y sugerente- ya en el texto del pronunciamiento, sobre el final, dice que «es legítimo y necesario debatir cómo hacer más eficiente y moderna una institución clave como el INTA».
Pero vayamos al textual del posteo de la COVIAR que sigue con un segundo banner donde hay un resumen de las actividades que desarrolla la Corporación junto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (los subtítulos son nuestros, igual que el resaltado de los conceptos que siguen).
«El Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) fue gestado en el seno del INTA, con una visión federal, participativa y de largo plazo, en articulación con el sector privado y las instituciones públicas.
«Con el INTA impulsamos proyectos clave de investigación y desarrollo, como los estudios de caracterización de las regiones vitivinícolas, en alianza con los Gobiernos provinciales, el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y Universidades. Gracias a este trabajo, Argentina es hoy el único país del mundo que ha estudiado y caracterizado el 97% de su superficie vitícola.
«Por un acuerdo entre el INTA y la COVIAR hoy existen 14 Centros de Desarrollo Vitícola en todo el país, que articulan el trabajo con más de 140 instituciones a nivel local, transfiriendo tecnología y capacidades técnicas a miles de viticultores.
«En el predio del INTA en Luján de Cuyo desde COVIAR realizamos año tras año el Encuentro Nacional de Productores Vitivinícolas, que reúne a más de 1.000 productores en el marco de la Fiesta Nacional de la Vendimia».
Finalmente (en el tercer y último frame), bajo el subtítulo «A futuro» cierra: «Frente a un escenario de transformaciones constantes y exigencias crecientes, es legítimo y necesario debatir cómo hacer más eficiente y moderna una institución clave como el INTA, teniendo presente su valor estratégico y el aporte fundamental de sus técnicos, investigadores y becarios a la vitivinicultura argentina».
COVIAR VALORA EL ROL DEL INTA REESTRUCTURACIÓN DEL INTA EN ARGENTINA