GANADERÍA
ANÁLISIS
En septiembre se registró la baja interanual más pronunciada en un año. Analistas privados admiten, no obstante, que sería prematuro dar por hecho un cambio consistente de tendencia.
COMPLEMENTARIOS. Se cree que si, efectivamente, hay más animales en recría pastoril, «éste podría convertirse en un canal de suministro para los feedlots que les permitiría extender su período de plena actividad, proveyendo una oferta más sostenida durante los próximos meses». FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.

Analistas del negocio ganadero ponen la lupa sobre la dinámica de la oferta de animales con destino a faena durante el tercer trimestre del año, que -especulan- podría ser la primera señal de un cambio de tendencia.
Admiten, no obstante, que todavía no está claro si se trata de un cambio tan persistente como para interpretar que viene un ciclo de retención de hacienda, o si es una reacción a «la alta volatilidad del mercado» que, a su vez, podría responder «a la incertidumbre propia de un escenario preelectoral» .
El asunto está planteado, más o menos en esos términos, en un reciente reporte del ROSGAN (el Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario), cuya edición coordina María Julia Aiassa.

RETROCESO. El número de animales enviados a faena en septiembre se sitúa 7,7% por debajo de igual período de 2024, lo que significa «la baja interanual más pronunciada en más de un año», apunta el informe privado.
La analista parte de datos oficiales según los cuales, al cierre de septiembre, fueron faenadas 1.169.120 cabezas en todo el mes.
Reconoce que, en números absolutos, esta cifra «representa prácticamente la misma cantidad de animales faenados en agosto».
Pero, «al llevarla a una base diaria, ajustada por la cantidad de días hábiles computables en cada período mensual –señala- se observa una caída significativa de 8,3% en relación con el mes previo» .
Esa diferencia negativa se sitúa en el «7,7% respecto de lo registrado un año atrás» lo que significa «la baja interanual más pronunciada en más de un año», apunta.
En este punto Aiassa especula que, «por su magnitud, bien podría estar indicando el inicio de un cambio de tendencia, aunque -admite- aún resultaría prematuro dar por válida esta afirmación».

En paralelo, analiza la actividad de los feedlots durante el pasado mes y, en ese ámbito, también percibe «cierta desaceleración en la oferta».
Recurre a datos informados por el Senasa según los cuales, las existencias, al 1° de octubre, sumaban 1.915.612 vacunos.
Ese número representa «3% menos que lo reportado el mes pasado» indica, y añade que es «el tercer mes consecutivo en fase de vaciado» .
Entra en detalle al apuntar que la diferencia entre los 337.100 animales ingresados frente a los 442.442 que salieron de los corrales de engorde (durante septiembre) «refleja un Índice de Reposición de 0,76, un cociente muy similar al registrado en agosto».
Pero reconoce que no se intensificaron los egresos ni disminuyeron notablemente los ingresos; sino que ambos registraron una ligera retracción. Interpreta que eso «podría leerse como una señal de impasse en medio de este proceso».
EN LOS FEEDLOT, en tanto, no se intensificaron las salidas ni disminuyeron notablemente los ingresos. Ambos registraron una ligera retracción. Esto es interpretado como «una señal de impasse» en los corrales de engorde.
De paso, la analista del ROSGAN explica que «la dinámica natural de llenado y vaciado de los corrales muestra un adelantamiento de aproximadamente un mes, al compararla no solo con la curva del año pasado, sino también con su comportamiento histórico».
Recuerda que «estacionalmente, septiembre y octubre suelen ser meses de fuerte salida de animales terminados desde los corrales, para luego descender conforme avanza la fase de vaciado, durante noviembre y diciembre».
Pero «este año, si bien septiembre aportó una oferta importante -unas 442.000 cabezas- marcó un escalón a la baja respecto de las 450.000 promedio registradas en los dos meses previos».
Por eso es difícil saber qué esperar para el último cuarto del año (el fourth quarter). En efecto, dice que esto «plantea la incógnita de si el último trimestre se ajustará o no al comportamiento habitual».
PERO APORTAN MÁS. Saliendo de la coyuntura, se observa un incremento significativo en el aporte de los feedlots a la faena durante los dos últimos años. Esa participación relativa se acentuó en agosto y septiembre de este año, según el reporte del ROSGAN.
Aiassa dice que las recrías a pasto podrían estar «alterando la dinámica histórica de los corrales en este tramo final del año».
Apunta que, en realidad, se ha venido observando «una creciente complementariedad entre la recría pastoril y la terminación en corrales» .
En números: «De los 8,75 millones de terneros y terneras que salieron este año de los campos de cría hasta septiembre -dice- solo el 23% ingresó directamente a feedlots» (frente al 24,5% y 25% de los años previos). De modo que el resto fue «hacia otros establecimientos de recría pastoril» .

LAS RECRÍAS A PASTO podrían estar alterando la dinámica histórica de los feedlot en el tramo final de este año. Aunque no negativamente; porque se interpreta que «se ha venido observando una creciente complementariedad entre la recría pastoril y la terminación en corrales».
Pero la analista del ROSGAN puntualiza se está observando, un «incremento significativo» en el aporte de los feedlots a la faena. Creció «del 33-34% registrado en años previos, al 36–37% en los dos últimos años» .
Más aún, remarca que «en los últimos dos meses de (lo que va de) este año, el porcentaje continuó escalando, hasta alcanzar entre el 38% y 40% del total.
Razona entonces que si, efectivamente, hay más animales en recría pastoril, éste «podría convertirse en un canal de suministro para los feedlots que les permitiría extender su período de plena actividad, proveyendo una oferta más sostenida durante los próximos meses».

Especula con que «si este fuera el caso, más allá del momento coyuntural que pudo haber afectado la actividad de septiembre -y podría estar condicionando octubre- estaríamos comenzando a observar un cambio estructural en la dinámica de producción» .
Cree que «este cambio no solo estabilizaría -al menos parcialmente- las curvas de oferta, sino que, además -y fundamentalmente- permitiría avanzar hacia una producción de animales más pesados de manera mucho más eficiente y sostenible en el tiempo».
Finaliza señalando que «aunque aún incipiente, un primer indicador que respalda esta hipótesis puede observarse en los últimos datos publicados de faena y producción» .
Esos datos «muestran que, aun con una ligera retracción en la faena, es posible sostener e incluso incrementar la oferta total de carne disponible en el mercado».
DINÁMICA DE MOVIMIENTO DE HACIENDA EN FEEDLOTS FAENA BOVINA EN ARGENTINA RECRÍA PASTORIL