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Editan un biofertilizante que aumenta un 6 % la productividad de la soja

15 de abril de 2025

Un equipo internacional de investigadores, liderado por el INTA (de Argentina), trabajó en la edición genética de rizobios, bacterias clave en la fijación biológica de nitrógeno.

NOVEDOSO. Los investigadores aplicaron un proceso de edición genética de alta precisión, para obtener un inoculante optimizado de uso agropecuario, sin la presencia de transgenes. El siguiente paso es validar la tecnología en distintas regiones productivas. FOTO / GENTILEZA INTA Informa.


Un equipo internacional de investigadores, liderado por el INTA (de Argentina), editó rizobios que, aplicados en principio en cultivos de soja, mostraron -como resultados preliminares– una mejora en la productividad y en la biodisponibilidad de nitrógeno en el suelo.

Los rizobios son bacterias clave para la fijación biológica de nitrógeno, un proceso fundamental para la productividad agrícola; y las primeras conclusiones de este trabajo indican que el uso de esos organismos sometidos a edición genética, permitirían incrementar un 6 % la productividad de la soja.

La investigación -realizada con tecnología CRISPR/Cas9– fue encarada por laboratorios de Argentina, Uruguay, Chile, Colombia y España y financiada por el Programa Nacional de Biotecnología del INTA y el Fontagro, según un reporte de INTA Informa.

INOCULANTE SIN TRANSGENES

«Lo novedoso del proyecto -remarca- es que lograron determinar que la edición fue precisa, sin modificaciones no deseadas ni incorporación de ADN foráneo» .

«Esto -destaca- permite que los microorganismos sean considerados como no-OGM por las autoridades regulatorias de los principales países productores de alimentos, como Argentina, Brasil, Estados Unidos, China, India, Indonesia, Bangladesh y Australia, lo que facilitará su rápida comercialización» .

Además del aumento en la producción de soja, «esta tecnología inhibe la pérdida de nitrógeno del suelo, reduciendo hasta un 10 % los costos de fertilización en rotaciones con cereales», indicó.

EDICIÓN GENÉTICA DE PRECISIÓN

Nicolás Ayub, investigador principal del CONICET en el Instituto de Genética y del Instituto de Agrobiotecnología y Biología Molecular (IABIMO) del INTA, explicó que «los rizobios editados son microorganismos cuyo genoma fue mejorado con alta precisión mediante tecnologías avanzadas de edición genética, lo que maximiza sus beneficios económicos».

Ayub detalló que la técnica utilizada consiste en introducir un plásmido con el sistema CRISPR/Cas9 y una guía específica (sgRNA) para realizar una edición dirigida en el genoma del microorganismo.

Posteriormente, el plásmido es eliminado del rizobio mediante un proceso verificado por secuenciación genómica, asegurando la ausencia de transgenes en el producto final. «El resultado es un inoculante optimizado sin la presencia de transgenes» aseguró.

ENFOCADO EN AGRICULTURA

Hasta el momento, la edición génica con CRISPR/Cas9 solo se había aplicado en bacterias modelo de fácil manipulación, sin un enfoque tecnológico orientado a la producción agropecuaria.

«Fue necesario optimizar la transformación genética y la funcionalidad del sistema CRISPR/Cas9 en rizobios comerciales, además de desarrollar un método eficiente para eliminar el plásmido tras la edición» señaló Nicolás Ayub.

Los rizobios, al reproducirse asexualmente, no pueden mejorarse mediante cruzamientos como ocurre con plantas y animales. De manera que este avance permite actualizar cepas utilizadas desde hace décadas, abriendo un nuevo horizonte para el mejoramiento de inoculantes, destacaron los investigadores del INTA.

CÓMO SIGUE EL PROYECTO

Acerca de la continuidad de la iniciativa, Silvina Brambilla, investigadora del INTA y codirectora técnica del proyecto, subrayó que el siguiente paso es validar la tecnología en distintas regiones productivas.

Además, «es fundamental generar la información necesaria para que la CONABIA (Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria) evalúe y apruebe la equivalencia de los rizobios editados con los inoculantes tradicionales» . Una vez cumplidas las etapas técnicas y regulatorias, «podremos avanzar en la transferencia de la tecnología al sector productivo» afirmó.

APLICACIONES A FUTURO

Las aplicaciones futuras incluyen el uso de inoculantes y probióticos editados para mejorar la solubilización de fósforo en el suelo, el biocontrol de plagas, la fijación de nitrógeno en cereales y la degradación de metano en ganadería.

«Este desarrollo tiene un impacto directo en la sostenibilidad de la producción agropecuaria, permitiendo producir más con menos recursos» puntualizó Brambilla, quien destacó que este avance representa una herramienta clave para alinearse con los principios de eficiencia y sustentabilidad promovidos por la comunidad científica y el sector productivo.

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