PRODUCCIÓN
PANORAMA
Datos oficiales de vacunación confirman el registro, en todo el país, de 1,3 millones de cabezas menos de stock total, entre un año y otro. También Mendoza resignó hacienda. Pero -incluso con un número levemente menor de vacas que un año atrás- fueron vacunados más terneros, por lo que mejoró algo el porcentaje de destete.
MÁS LEJOS. El marcado retroceso del stock de vientres pone en evidencia que persiste la salida del circuito productivo, de una proporción de hembras que sigue excediendo el «techo» (convencional) a partir del cual la actividad comienza a alejarse de la fase de reposición. FOTO / Revista Campo Andino.

Con un retroceso interanual algo menor al 2,4%, las existencias de ganado bovino en Argentina no terminan de recuperarse, tras un proceso de progresivo deterioro inducido (a través de los años) por una sucesión de medidas políticas, recurrentes sequías y decisiones comerciales, estas últimas con impacto directo sobre el stock de vientres del rodeo nacional.
La confirmación de lo que ya se infería al cruzar otras variables del mercado, se verificó con la difusión oficial de los datos correspondientes a la Primera Campaña Anual -2025- de Vacunación contra Fiebre Aftosa y Brucelosis Bovina.
Según las estadísticas publicadas por el Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) este año fueron aplicadas 49,4 millones de dosis contra Fiebre Aftosa, frente a los 50,6 millones de vacunos que habían sido inoculados en la primera campaña de 2024.
Esas cifras, que en términos relativos representan una caída de casi 2,4%, llevadas a números absolutos están dando cuenta de una pérdida de 1,3 millones de cabezas entre un año y el otro.
EN CAÍDA. Las existencias de vacas del rodeo nacional anotaron en 2025 su tercer retroceso anual consecutivo. Acumulan una pérdida superior a 1,2 millones de ejemplares desde 2022. Las de vaquillonas van por el cuarto ciclo en negativo, con un acumulado de 957.000 menos desde 2021.
Al desagregar la información oficial surge, asimismo, la confirmación de un dato sobre cuyos alcances potenciales ya se venía advirtiendo entre los analistas de la actividad: la persistente pérdida del número de vientres.
En efecto, el cierre de la primera campaña 2025 dejó un registro de 21 millones de vacas (o un poco menos) y cerca de 6,4 millones de vaquillonas.
Esto significa que, en comparación con las apuntadas al cierre de la primera campaña 2024, este año hubo una pérdida total que fluctuó en torno a las 824.000 hembras. Quedaron contabilizadas 406.000 vacas menos y 418.000 vaquillonas menos que en el ciclo anterior, en todo el país.
EN MENDOZA. Solamente las crías cerraron la Campaña 2025 con claro signo positivo. Fueron inoculados 64.626 terneros (2.148 más que el año pasado), y 56.129 terneras(esto es, 850 más que al cierre de campaña 2024).
Este fuerte retroceso del stock de vientres pone en evidencia que persiste la salida del circuito productivo, de una proporción de hembras que está excediendo el «techo» (convencional) a partir del cual la actividad comienza a alejarse de la fase de reposición.
Siguiendo la serie de información oficial, las existencias de vacas anotaron su tercer retroceso anual consecutivo. En ese punto hace foco un reporte del ROSGAN (el Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario), que identifica una pérdida acumulada superior a 1,2 millones de ejemplares de esa categoría, desde 2022.
En el mismo análisis se observa un desempeño negativo de más larga data aun, para el caso de las vaquillonas. Es que acusan la cuarta caída anual consecutiva, con un acumulado de 957.000 cabezas menos desde el cierre de la primera campaña de vacunación de 2021.

En ese mismo análisis se admite que la disminución de las existencias de hembras es, en alguna medida, consecuencia de «una prolongada sequía, que terminó forzando un proceso de liquidación en muchas zonas».
Pero se advierte que la mejora productiva evidenciada en el porcentaje de terneros y terneras destetados este año, viene a relativizar la incidencia el clima como variable de análisis.
Es que, según los datos de esta primera campaña de vacunación antiaftosa, las crías registradas sumaron 14,5 millones de cabezas, prácticamente sin variantes en relación con el cierre de la primera campaña del año anterior.
Ese número, comparado por el stock de hembras activas (en términos reproductivos) al cierre de la campaña ’24, da una relación ternero/vaca por encima del 68%, lo que equivale dos puntos más que el ciclo previo, cuando el destete aparente había sido de casi 66%.
De manera que –si bien en algunas zonas persistieron condiciones de sequía- la mejora de los campos con la llegada de las lluvias en buena parte del país, debió haber atenuado el achique de los rodeos.
Así, aunque en algunas regiones pudo haber pesado un poco más la necesidad de cuidar el pasto, está claro que buena parte de la merma en el stock de vientres que registra la campaña antiaftosa de este año, se explica por la salida para faena que, efectivamente, siguió en niveles muy altos.
En este punto, es oportuno recoger las advertencias de quienes dicen que «cuesta más aumentar el número de terneros por mejora en los índices reproductivos que por el sostenimiento del stock de vientres en producción».
PERFORMANCE. El total de 120.755 crías -entre terneros y terneras- vacunadas este año, representa un destete aparente de 57,21% en el rodeo bovino de Mendoza. Esto es, casi 1,5 puntos porcentuales por encima del ciclo productivo previo.
En Mendoza, donde este año fueron contabilizadas 422.527 cabezas, el balance del rodeo total, tras la primera campaña de 2025, dejó un resultado interanual negativo de 8.323 animales (frente a los que recibieron las 430.850 dosis aplicadas un año antes).
Los datos surgen del reporte de la Fundación Coprosamen (la entidad de los ganaderos mendocinos que ejecuta los planes sanitarios en la provincia andina), que contiene el detalle final de la Campaña de Vacunación contra Fiebre Aftosa y Brucelosis Bovina y Certificación de Stock 2025.
En los números contenidos en ese registro se reflejan las existencias, y de ellos se desprende -además- la performance productiva de los rodeos vacunos del semiárido, correspondiente a los servicios de fines de 2023 y los nacimientos de 2024.
El retroceso más relevante se registró en la categoría vaquillonas que, con un número de 42.757, sumó 8.043 menos esta Campaña comparada con la anterior.
Esto, dicho sea de paso, está mostrando que la provincia cordillerana ve disminuido, en un número para nada despreciable (porque cada vientre cuenta), su plantel de futuras madres.
Las vacas, en tanto (la categoría más numerosa del rodeo bovino de Mendoza), quedaron en 211.070, apenas 145 menos que las anotadas tras el cierre de la campaña 2024.
También cayeron las categorías novillo y novillito que, juntas, acumularon un retroceso de 3.144 cabezas de una campaña para la otra. Por otra parte, los 119 toros más, quedaron prácticamente compensados con los 108 toritos menos que fueron computados.
Solamente las crías cerraron con más claro signo positivo. Fueron inoculados 64.626 terneros (2.148 más que el año pasado), y 56.129 terneras (esto es, 850 más que al cierre de campaña 2024).
Ese total de 120.755 (entre unos y otras) representa un destete aparente de 57,21% en el rodeo bovino de Mendoza (casi 1,5 puntos porcentuales por encima del ciclo productivo previo).
Recordemos que, en 2024, el cierre de campaña había permitido contabilizar 117.757 terneros y terneras que, sobre las 211.215 vacas vacunadas, había resultado en un 55,75% de destete.

El Sur de la provincia lidera el ranking de existencias vacunas. Los tres departamentos que conforman la Región (con una superficie que supera la mitad del mapa mendocino) concentraron en la última campaña dos terceras partes del rodeo total.
La UEL (Unidad Ejecutora Local) General Alvear registró un toral de 112.415 cabezas; seguida muy de cerca por la de San Rafael, con 100.812; mientras que la UEL Malargüe terminó la Campaña Antiaftosa con 67.937 animales inoculados.
Si no se computara aparte la UEL Monte Comán (en territorio de San Rafael), los 11.662 animales que registró subirían a ese Departamento al primer lugar, con 59 más que los anotados en General Alvear. Aunque es probable que Monte Comán registre ganado producido en campos del Departamento La Paz (situado inmediatamente al Norte de San Rafael).
En cualquier caso, el grueso de la producción bovina de Mendoza sale de los campos de cría del secano semiárido alvearense y sanrafaelino, que concentran no menos de la mitad del rodeo vacuno de la provincia andina.
En Mendoza hay opiniones coincidentes en el sentido que el desempeño productivo del rodeo podría mejorar en parte este año (se debería verificar, en ese caso, en la Campaña de Vacunación 2026) y, sobre todo, a partir del siguiente.
El avance podría ser motorizado, en buena medida, por la continuidad el Plan de Destete Precoz que viene firmemente impulsado por el Ministerio de Producción de la Provincia a través de la Dirección de Ganadería.
Claro que su impacto dependerá, básicamente, de dos factores. Uno, que llueva, al menos no por debajo del régimen histórico para la región, y en los momentos en que el pastizal natural aprovecha mejor las precipitaciones.
El otro, que un número creciente de productores mendocinos adopte el destete precoz (o anticipado… o hiperprecoz, en años muy secos) como herramienta de manejo permanente de sus rodeos de cría.
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