VITICULTURA

SANIDAD

La Polilla de la vid estaría aflojando la presión sobre viñedos de Mendoza

9 de febrero de 2023

La señal surge de los resultados parciales de la campaña de control 2022/23. Registraron una sensible disminución de capturas de ejemplares de la plaga.

DESORIENTADOS. La Técnica de Confusión Sexual -basada en la impregnación del ambiente con feromonas que simulan las naturales de las hembras receptivas- se aplica en zonas con baja prevalencia de Lobesia. Pero es parte importante del Manejo Integrado de Plagas en Grandes Áreas, la estrategia en la cual están enmarcadas estas acciones de protección fitosanitaria. Con miles de difusores -similares a los que muestra la imagen- fueron cubiertas con feromonas casi 24.500 hectáreas. FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.


Luego de cuatro fases de intervención contra Lobesia botrana en lo que va de la temporada, la evaluación preliminar de las acciones de control de la plaga en viñedos de Mendoza está dejando indicadores positivos.

Los resultados surgieron tras el relevamiento de una red de más de 4.000 trampas instaladas en toda la provincia, cuya lectura permitió constatar una sensible disminución de la captura de ejemplares de la Polilla de la vid, respecto del operativo 2021/2022.

Un informe técnico difundido por el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (Iscamen), consigna resultados parciales de la presente Campaña, obtenidos luego de haber evaluado el impacto de las acciones de control sobre los dos primeros vuelos del insecto que, en Argentina, se manifiesta en cuatro generaciones.

El reporte da cuenta de «una disminución de las detecciones en el primer vuelo, cercanas al 40% con respecto a la Campaña 2021/2022; y en el orden del 65% comparando el segundo vuelo de la Campaña 2022/2023 con el segundo vuelo de la Campaña 2021/2022».

Considerando la cobertura territorial de esa red, y la eficiencia del sistema de trampeo, haber registrado menos capturas es claro indicador de una menor población de la plaga.

Eso es, en sí mismo, un dato alentador. Pero, además, el hecho de poder medir el impacto de las acciones, contribuye a ajustar estrategias a futuro -corrigiendo acciones si fuera necesario y potenciando fortalezas- teniendo en cuenta la dimensión del desafío que implica hacer frente a esta plaga.

Es que las campañas de control de Lobesia, en Mendoza, tienen un alcance territorial de 160.000 hectáreas e involucran a más de 8.000 productores vitícolas, por lo que es una de las más grandes y complejas a nivel internacional.

LAS LARVAS, al alimentarse de las flores o de los granos, causan el daño. La primera generación de la temporada ataca a los grupos de flores (inflorescencias). Además, los cubre con hilos de seda. Las restantes generaciones provocan daños en las uvas en formación y en los frutos ya desarrollados. FOTO/GENTILEZA Iscamen.

INVERSIÓN ESTRATÉGICA

La Lobesia botrana o Polilla de la vid es la principal amenaza sanitaria de la vitivinicultura mendocina, al punto que puede reducir a la mitad la producción anual de uvas.

Por eso se ha legislado declarando de interés el control de la plaga. A nivel nacional, a través de la Ley 27227; y en el ámbito de la provincia rige la Ley 9076, que designa al Iscamen como autoridad de aplicación.

Por supuesto que las acciones de control sanitario en los viñedos demandan significativas inversiones. Según un reporte del Gobierno de Mendoza, el actual operativo tuvo un presupuesto de $ 1.496 millones. Ese monto surgió de sumar, a los $ 835 millones que aportó la Provincia, $ 661,5 que puso Nación.

Esos recursos, de acuerdo al informe, fueron destinados a comprar insumos para las diversas etapas del operativo. El texto aclara que «las contrataciones realizadas han estado sujetas a la disponibilidad de los recursos, como al nivel de aprovisionamiento del mercado local, y no necesariamente a la cantidad de insumos que el programa ha requerido».

CUÁNDO, CÓMO Y DÓNDE ACTUAR

El operativo de control de Lobesia correspondiente al ciclo agrícola en curso, comenzó a principios de septiembre de 2022. Incluyó diversas etapas de intervención en determinados momentos, según el estado biológico de la plaga y la fenología de los cultivos.

En el primero de ellos, fueron distribuidos difusores de feromonas en aquellas áreas donde la baja prevalencia de la plaga permitió aplicar la Técnica de Confusión Sexual, que es la más amigable con el ambiente. Los dispositivos, distribuidos en 1.417 propiedades, permitieron cubrir una superficie de 24.499 hectáreas cultivadas con vid, según el informe oficial.

La entrega de insecticidas -en forma directa, a los productores- fue otra de las líneas de trabajo en el marco del operativo 2022/2023. Los químicos, que estuvieron destinados al control de la primera generación de Lobesia botrana, permitieron cubrir unas «25.000 hectáreas distribuidas en 1.500 propiedades, entre orgánicas y convencionales», según el reporte.

Las aplicaciones aéreas también fueron parte de este operativo de control de la Polilla de la vid. Por un lado, los tratamientos con productos específicos de bajo impacto ambiental. Fueron sobrevoladas 8.700 propiedades para cubrir 124.550 hectáreas con vid.

Finalmente, el servicio de aplicación aérea de feromonas pulverizables, que permitió hacer foco en el segundo vuelo de la plaga. En este caso, el producto fue esparcido sobre unas 15.900 hectáreas, distribuidas en aproximadamente 1.300 propiedades de los oasis Norte y Este de Mendoza.

TRAMPA. Considerando la cobertura territorial de esa red de dispositivos, y la eficiencia del sistema de trampeo, haber registrado menos capturas es claro indicador de una menor población de la plaga. FOTO/GENTILEZA Iscamen.

EL MANEJO INTEGRADO

Las acciones fueron diseñadas, planificadas y ejecutadas siguiendo la estrategia del Manejo Integrado de Plagas en Grandes Áreas, teniendo en cuenta la dinámica de esta plaga en particular y la zonificación de cada área cultivada, lo que permitió adoptar criterios técnicos y operativos ajustados al escenario que planteaba cada zona.

Los técnicos definieron las áreas de trabajo considerando las zonas más críticas para cada oasis productivo. A partir de allí, el objetivo es alcanzar el mayor impacto posible sobre las poblaciones de Lobesia botrana mediante el empleo de la Técnica de Confusión Sexual en áreas amplias y continuas de control.

Pero hay zonas donde la incidencia de la plaga hace necesario recurrir a herramientas como el Servicio de Tratamientos Aéreos. Es el caso de cultivos en estado de abandono o faltos de cuidados fitosanitarios, radicados particularmente en los oasis Norte y Este de Mendoza.

Cada una de esas acciones se realiza siguiendo un cronograma de actividades programado. Esto permite articular con los municipios en cuya jurisdicción serán ejecutadas las aplicaciones, y comunicarlo con suficiente antelación a los productores de las áreas que van a ser intervenidas.

Para la distribución de insumos se dispusieron centros de entrega en diversos puntos de asistencia en toda la provincia, con el objeto de agilizar la operatoria. Además, cada centro fue adecuado como espacio de capacitación, donde técnicos del Iscamen y del Senasa instruyeron a los productores en el uso correcto de los insumos.

PARA EL TIEMPO DE COSECHA

Para el período de cosecha, y como parte del manejo integrado, la prevención y las medidas aplicables a productos y maquinaria en tránsito, permiten disminuir el riesgo de dispersión de la plaga y sostener los resultados alcanzados.

Los oasis productivos del Valle de Uco y Sur de Mendoza, sobre todo, tienen una situación diferencial respecto de los oasis Norte y Este. Por ello, a través de las Barreras Sanitarias Internas situadas en Zapata, Tupungato, Ñacuñán y Pareditas (transitoria), se aplica una resolución del 2014, que establece medidas para regular el tránsito de mosto entre los oasis y para el movimiento de maquinaria y elementos de cosecha.

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