VITIVINICULTURA
LA AÑADA
Unas 550 personas participaron, en Tunuyán, de la degustación de 13 vinos seleccionados entre 112 muestras que presentaron 35 bodegas del Centro-Oeste de Mendoza.
LA TECNOLOGÍA de manejo de los viñedos y del equipamiento en bodegas permitió compensar algunos problemas que ocasionaron los excesivos calores del verano que, en algunas zonas, obligaron a adelantar la vendimia 2024. FOTO ILUSTRATIVA / Revista Campo Andino & Agroindustria.
Alrededor de 550 personas participaron este fin de semana de la 30a Degustación de Vinos del Valle de Uco, con 13 muestras seleccionadas entre las más de un centenar que presentaron las bodegas de una región que se destaca entre las más reconocidas en el mundo vitivinícola.
El encuentro, organizado por la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) La Consulta del INTA y la «UCOVIN, Asociación Civil para el Desarrollo Vitivinícola del Valle de Uco», tuvo lugar en el Regimiento de Caballería de Exploración de Montaña 15 «Libertador Simón Bolívar» ubicado en Campo Los Andes (Tunuyán, Mendoza), en un escenario enmarcado por la precordillera andina.
Había mucha expectativa por la Edición 2024 de la UCOVIN porque, después de cuatro años, volvió a ser la convocatoria grande, interrumpida en su momento debido a las limitaciones que llegaron con la pandemia.
Primero, las restricciones impuestas obligaron a realizarla de manera virtual en dos oportunidades. Luego, por las secuelas de la emergencia sanitaria global, hubo dos eventos muy acotados (el año pasado y el anterior).
De manera que, entre 2020 y 2023 inclusive, no hubo pre-selección, por lo que la Edición N° 30 implicaba retomar el formato original de la UCOVIN, y eso resultaba muy movilizador para los protagonistas de la actividad, lo que se explica por el espíritu que tiene esta convocatoria abierta a los vitivinicultores valletanos.
Aunque en alguna otra oportunidad lo hemos señalado, no está de más remarcar que la UCOVIN no es la gala de un concurso de vinos. Aquí no hay premiados. Aunque, en algún sentido, hay «ganadores».
Los ganadores son todos quienes respondieron a la convocatoria, remitiendo sus muestras. Es que se trata de un espacio que permite evaluar los vinos nuevos de la región, con la mayor objetividad y profesionalismo para, posteriormente, acercar observaciones y sugerencias a los establecimientos elaboradores, con el objetivo de promover la mejora continua de los vinos valletanos.
En efecto, sin conocer a qué bodega pertenece cada vino, el Comité que los evalúa y preselecciona genera -una vez finalizada esa instancia- un informe representativo de la opinión del panel, con los comentarios y sugerencias sobre cada muestra.
Finalmente, ese reporte técnico es entregado a la respectiva bodega en forma reservada y completa, a través del muy reducido grupo de profesionales del INTA que sí tienen acceso a la documentación identificatoria, que permite vincular cada muestra con la bodega que la remitió.
Por eso es que la Degustación (como la realizada este sábado en Tunuyán) es, en realidad, el corolario de una tarea que empieza prácticamente tres meses antes, con la convocatoria a los elaboradores, y sigue –al menos durante 60 días– con el trabajo del Comité de Evaluación (de las muestras recibidas) que, este año, comenzó el 3 de septiembre.
DESTACADOS. Dos blends tintos y un blanco (chardonnay) sobresalieron entre las 13 muestras calificadas por el Jurado de la Degustación realizada en Tunuyán. El Comité de Preselección había incluido, para esa jornada, un tinto elaborado por una bodega inscripta en el INV como «Artesanal».
La Edición 2024 de la UCOVIN contó con la participación de 35 bodegas que remitieron un total de 112 muestras -de vinos elaborados con uvas de la vendimia 2024–presentadas de acuerdo a las condiciones impuestas por un estricto reglamento de preselección.
De modo que los 13 vinos puestos (el último sábado) a consideración de los asistentes a la UCOVIN 2024, fueron los seleccionados (entre los 112) por ese Comité, sin saber qué bodega los había enviado.
Ese Jurado de Preselección fue conformado por 18 catadores -enólogos, profesionales del INTA, docentes universitarios y de escuelas agrotécnicas, e inclusive elaboradores- que estuvieron reuniéndose una mañana por semana, durante 10 semanas, para evaluar las muestras presentadas.
El director del INTA La Consulta, ingeniero agrónomo Daniel Pizzolatto, destacó «el nivel uniforme de calidad» de los vinos degustados el sábado. «Anduvieron muy parejos» dijo; en línea con «lo que habíamos visto en la preselección», con algunas muestras que sobresalieron del resto.
En diálogo con Campo Andino, Pizzolatto detalló que la determinación de la mediana (no el promedio) del puntaje otorgado por la Mesa, dejó un vino con 88 puntos, otro con 89, cuatro con 90, y los siete restantes por encima de esa calificación.
Remarcó que «se destacaron marcadamente dos blend» . Uno de ellos, producto del ensamble de cuatro variedades -syrah, cabernet sauvignon, malbec y tempranillo- de guarda, con madera», elaborado por una bodega de La Consulta (San Carlos).
El otro vino que sobresalió es un mix de cabernet sauvignon, malbec y cabernet franc, también de guarda, con madera, en este caso elaborado en una bodega de Vista Flores, Tunuyán.
Entre los blancos, según su criterio, «se destacó un poco más un chardonnay con madera, un muy buen vino» que presentó una bodega de Tunuyán también.
Lo otro relevante es que, por primera vez, el Comité seleccionó un vino de una bodega inscripta en el Instituto Nacional de Vitivinicultura como Artesanal (no elabora más de 12.000 litros vino cada año). «Es un cabernet sauvignon de guarda, con madera, que resultó muy bien puntuado también», subrayó Pizzolatto.
El Jurado (constituido para la Degustación del sábado) tuvo una composición muy diversa, con profesionales provenientes de otras disciplinas -pero relacionadas con el vino- y con seis mujeres sobre el total de 13 miembros que lo integraron.
El referente de la Experimental valletana del INTA destacó la calidad de los vinos nuevos del Valle, aunque con alguna observación que -en realidad- no está fuera de lo que era de esperar.
Es que, la evaluación de las muestras permitió, por ejemplo, ratificar la presunción de algún impacto no deseado de las altas temperaturas registradas durante la pasada estación estival.
«En varios lugares tuvimos cosechas adelantadas respecto de los tiempos tradicionales, para evitar la sobremaduración las uvas, porque tuvimos un verano muy caluroso» admitió Daniel Pizzolatto en diálogo con Campo Andino.
Lamentó que en algunos casos no se llegó a tiempo, y eso «pudo haber afectado un poco más la calidad de los vinos blancos; sobre todo porque hubo días con una amplitud térmica muy acotada para lo que es habitual en la zona».
No obstante, «en términos generales -al decir de la mayoría de los enólogos- fue una añada un poco mejor que la anterior… y también en rendimiento, con un 10% a un 20% por encima de la de 2023, que había sido la cosecha más baja en décadas» apuntó.
Pero valoró los recursos tecnológicos, que salieron al rescate de una temporada que pudo haber tenido más complicaciones. «Tanto a nivel de finca –agronómicamente- como a nivel de bodegas -que han seguido incorporando equipamiento con tecnología de avanzada- se han podido compensar los problemas que trajo el clima» cerro el referente del INTA en la zona.
En la apertura del encuentro en Campo Los Andes-dicho sea de paso- el presidente de esta edición de la UCOVIN, Pedro Villalba (elaborador de vinos artesanales y director de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Tunuyán), había remarcado la importancia de sostener -y potenciar, vía presupuesto- el sistema académico (en sus distintos niveles) científico y tecnológico.
La definición se sustenta en que ese entramado opera como un ecosistema que favorece a la producción, por sus aportes en materia de generación y transferencia de tecnología y la formación de recursos humanos calificados para diversos roles.
Encuentros como éste sirven para potenciar esas capacidades y promover la región como una de las más reconocidas en el mundo, y fortalecerla como entorno de negocios.
De hecho, la convocatoria tuvo apoyo de proveedores de maquinaria, de insumos -agrícolas y enológicos- y de servicios para toda la cadena vitivinícola; y un fuerte respaldo institucional a través de la presencia de autoridades del Gobierno de la Provincia, de los municipios de Tunuyán, San Carlos y Tupungato (los tres departamentos que conforman el Valle de Uco) y de la Universidad Nacional de Cuyo, entre otras instituciones.
DEGUSTACIÓN DE VINOS NUEVOS DEL VALLE DE UCO UCOVIN 2024