VITIVINICULTURA
FINANCIAMIENTO
Habrá más de USD 40 M en aportes no reembolsables para pymes vitícolas e industriales y emprendimientos liderados por mujeres y jóvenes, en 18 provincias argentinas. En este artículo, (casi) todo lo que tenés que saber. ¡Compartilo!
Desde este lunes -24 de julio- y hasta el 11 de agosto próximo, estará abierto el registro de ideas-proyecto de viñateros, bodegueros, y mujeres y jóvenes emprendedores, para acceder a la segunda edición del Programa de Apoyo para Pequeños Productores Vitivinícolas de Argentina (PROVIAR II).
El Programa -que será ejecutado a lo largo de los próximos 5 años- dispondrá de un fondo de USD 50 millones, 40 de ellos aportados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y los 10 restantes por el Gobierno nacional y los propios beneficiarios, como contraparte local.
Los recursos que pondrán el BID y el Estado nacional serán asignados a financiar, con aportes no reembolsables de entre USD 10.000 y USD 60.000, proyectos de mejora competitiva de establecimientos de producción primaria e industrial, y a fomentar la creación de empresas de servicios y de elaboraciones artesanales constituidas por mujeres y jóvenes.
La evaluación, aprobación y seguimiento de los proyectos, estará a cargo de un comité integrado por técnicos de la Dirección Nacional de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales (DIPROSE), el Instituto Nacional de Vitivinicultura (que será la Unidad Ejecutora del Programa), la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Esta nueva edición del PROVIAR retoma los fundamentos del programa original para potenciar su alcance a las 18 provincias argentinas productoras de vid, y con un propósito que supera el objetivo de mejorar la competitividad del sector vitivinícola.
Es que, con un esquema que prioriza -para canalizar la asistencia- la conformación de grupos asociativos, y promueve la inserción de mujeres y jóvenes en la estructura del sector, apunta a afianzar la base del entramado socio-productivo sectorial.
Con el agregado de valor en origen (que está entre sus objetivos) y la consecuente creación de trabajo genuino, apunta a fomentar el arraigo en el territorio y un recambio generacional que ayude a alejar el fantasma (una realidad en otras latitudes) de una Argentina rural vaciada.
Esta primera convocatoria busca identificar y fortalecer la conformación de Grupos Asociativos en todos los territorios con producción vitivinícola de Argentina, mediante la presentación de Ideas-Proyecto.
Al mismo tiempo, financiar planes de negocios -individuales y/o colectivos- que incluyan inversiones para alcanzar los objetivos de mejora productiva planteados para cada categoría de la actividad.
LOS BENEFICIARIOS directos del PROVIAR rondarían los 2.200 pequeños y medianos viticultores; unos 280 establecimientos vitivinícolas de menor escala y alrededor de 400 MiPyMes de servicios rurales, integradas por jóvenes y mujeres .
Hay que aclarar que las fechas fijadas como inicio y cierre de recepción de iniciativas se refieren a plazos para presentar la idea-proyecto, no el proyecto terminado.
Además, esta convocatoria tendrá un cupo fijo -según dice la documentación oficial- por lo que el orden de llegada determinará la cantidad de IP (ideas-proyecto) a evaluar por el Programa, de acuerdo al presupuesto disponible.
Agrega que las IP que no puedan ser evaluadas en esta convocatoria podrán ser presentadas en la siguiente, y en ese momento serán priorizadas en su recepción.
Entonces, es recomendable tomarse un tiempo para analizar detenidamente, por ejemplo, las bases y condiciones para acceder (porque no todos los detalles están contenidos en este artículo, aunque es extenso).
Lo mismo las «preguntas frecuentes» y otros dos documentos que interesan a cada una de las tres categorías de potenciales beneficiarios de este Programa. Esto es: los criterios de elegibilidad de proyectos y (aparte) el detalle de la documentación que deberán presentar tanto los viñateros («componente 1»), como los establecimientos vitivinícolas («componente 2»), como así también las micro, pequeñas y medianas empresas -ya constituidas o a ser creadas- integradas por jóvenes y mujeres («componente 3»).
Para facilitar el acceso a toda esa documentación, al pie de esta publicación compartimos varios enlaces que llevan a los documentos que contienen esa información. Quienes estén interesados en gestionar el acceso a esta herramienta de financiamiento (y quienes no, también) pueden descargarlos.
Martín Hinojosa, presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (que es la Unidad Ejecutora del Programa), está convencido de que -al margen de las necesidades de cada establecimiento vitícola o industrial, o de las iniciativas de cada emprendedor que se sume al Programa en busca de financiamiento- el PROVIAR II contribuirá a dar respuestas a por lo menos dos de los problemas estructurales de la actividad.
En diálogo con Campo Andino, el máximo responsable del INV subrayó, por un lado, que «eficientizar el uso del agua es uno de los objetivos centrales». Destacó la oportunidad que ofrece el Programa para «incorporar tecnología que ayude a optimizar el manejo del agua, a regar mejor, de manera más eficiente». Remarcó que «sin agua no hay uva, y sin uva no hay productor…», y advirtió que «perdemos mucha agua por regar mal».
Por otra parte, «hay que aprovechar las herramientas que pone dispone el PROVIAR, para vender más». Puntualizó que «hay que seguir trabajando sobre la calidad, estar más presentes en ferias, mejorar nuestra comercialización internacional, para insertarnos con mayor determinación en el mundo».
Es que «está demostrado que la venta es el mejor regulador de los stocks», dijo Hinojosa. Recordó que «en los últimos 20 ó 25 años el stock de vinos encontró su equilibrio por imposición de la naturaleza, o porque hemos querido regularlo desde la oferta».
Reflexionó, en ese sentido, que las heladas o el granizo le podrán servir al que le quedó uva para cosechar, y que cuando no actúa la naturaleza, «creamos bancos de vinos, creamos fideicomisos…».
Admitió que «no hay que desechar las herramientas que funcionan para operar sobre la oferta… pero sin resignar el objetivo de vender más, y trabajar sobre la demanda para alcanzar ese objetivo».
Por eso, «las bodegas tienen que hacer nuevos productos, salir con muestras, participar en ferias, promocionar sus vinos en el exterior…». Porque «no competimos entre argentinos; sino con Australia, España, Italia, Francia, Estados Unidos, con Chile…».
Entonces, «si este Programa te va a dar 60.000 dólares para que movilices tu fuerza de ventas… no es para dejar pasar la oportunidad», remarcó el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura.
MARTÍN HINOJOSA. El presidente del INV subrayó que el PROVIAR aportará soluciones a -entre otras- dos necesidades estructurales de la vitivinicultura argentina: «optimizar el riego, y vender más… insertándonos con mayor determinación en los mercados del mundo».
El PROVIAR II prevé dos instrumentos financieros de apoyo, para la implementación de los Proyectos Integrales Asociativos, que permiten mejorar la competitividad de las cadenas de valor vitivinícola argentina
* Financiamiento de la Asistencia Técnica, mediante aportes no reembolsables, para el acompañamiento a los Grupos Asociativos en función de sus necesidades y particularidades de su situación productiva.
* Aportes no reembolsables (ANR) para financiamiento de inversiones de los Planes de Negocio, a partir de Ideas Proyectos presentadas por cada Grupo Asociativo aprobado por el Comité de Aprobación y Seguimiento (CAS) del Programa, en cada una de sus instancias.
* Grupo Asociativo de Productores Vitícolas: asociaciones formales o informales de productores de vid, integradas por cinco (5) o más viñateros.
* Grupo Asociativo de Establecimientos Vitivinícolas: asociaciones formales o informales de establecimientos productivos que se dediquen a elaborar vino y/u otros derivados de la vid, o a comercializar uvas pasas o en fresco empacadas, integradas por tres (3) o más establecimientos vitivinícolas.
* Emprendimientos de Servicios Vitivinícolas: creados o por crearse, cuyo modelo de negocio genere un servicio vinculado con el sector vitivinícola. El emprendimiento debe estar liderado y conformado en su mayoría por jóvenes (varones y mujeres) -hasta treinta y cinco (35) años- y/o mujeres -hasta sesenta y cinco (65) años-.
* Productores, establecimientos, y emprendimientos de servicios vitivinícolas de manera individual con el fin de solicitar la asistencia técnica necesaria para presentarse a partir de la 2° Convocatoria.
…y te digo si tenés chances de transformarla en un proyecto que pueda postularse para entrar en el esquema del PROVIAR II y acceder a los aportes no reembolsables. En este punto, hay que abrir tres grandes capítulos (los componentes, que le llaman).
El primero de ellos apunta a la innovación tecnológica y organizacional para la producción vitícola. El segundo, apoyo a la comercialización de pequeños y medianos establecimientos vitivinícolas.
El tercer componente está dirigido a fomentar la creación (o apoyarlas, si ya están constituidas) de micro, pequeñas y medianas empresas de servicios, básicamente, lideradas por jóvenes y mujeres.
Para cada caso definieron qué inversiones van a tener prioridad. En establecimientos vitícolas o industriales dependerá de cuánto puedan ayudar a mejorar, por ejemplo, en adaptar el sistema de producción al cambio climático o atenuar su impacto; a bajar costos operativos; a aumentar la productividad; y a incrementar el poder de negociación.
La línea de apoyo a micro, pequeñas y medianas empresas lideradas por jóvenes y mujeres, prevé un Aporte No Reembolsable (ANR) por Plan de Negocio Individual de hasta USD 10.000, con un tope máximo del 90% de la inversión total. En el caso de inversiones colectivas se tiene en cuenta el monto máximo de ANR por cada miembro del grupo asociativo.
Sobre qué tipo de ideas-proyecto van a tener prioridad, aquí dejamos algunas opciones.
* Conformación de empresas de servicios rurales. Cosecha, poda, fraccionadoras y drones.
* Generación de nuevas alternativas de empleo y diversificación productiva. Por ejemplo, enoturismo y elaboraciones artesanales.
* Desarrollo e implementación de innovaciones tecnológicas; como análisis de datos mediante sensores y drones; diagnóstico satelital, biotecnología, entre otras.
* Desarrollo de técnicas e insumos para la producción de cultivos vitícolas sustentables. En esta categoría entran, entre otras opciones, la elaboración de bioinsumos o la recuperación de envases de plástico.
* Promover el recambio generacional. Es decir, que los hijos tengan la posibilidad de darle continuidad al emprendimiento familiar. En este caso, se incluirá el financiamiento de las inversiones contempladas para productores vitícolas (que detallamos más adelante).
Requisitos. Esta categoría está pensada para mujeres y jóvenes (varones o mujeres) con 5 años o más de residencia en zona rural o a una distancia menor a 20 km del lugar donde se encuentre el viñedo o el establecimiento en el cual desarrollan su actividad. Deben tener N° de CUIT vigente. También pueden ser MiPyMes que brinden servicios en el ámbito rural.
Tendrán prioridad quienes se presenten bajo alguna forma asociativa, salvo que la inversión justifique la postulación individual.
Los grupos asociativos, formales o informales, deberán estar integrados en más de un 65% por jóvenes rurales (mujeres o varones) o por mujeres rurales. Los jóvenes serán considerados como tales, hasta los 35 años de edad.
El componente de asistencia a la innovación tecnológica y organizacional para la producción vitícola, contempla aportes no reembolsables de hasta USD 20.000 por Plan de Negocio Individual, con un tope máximo del 75% de la inversión total. En el caso de las inversiones colectivas del Grupo Asociativo se tendrá en cuenta el monto máximo de ANR por cada miembro vinculado al proyecto propuesto.
También para las iniciativas que apunten a mejorar la competitividad de las explotaciones vitícolas, hay una nómina de propósitos (de la inversión proyectada) que las harán elegibles. Por ejemplo:
* Eficiencia hídrica. Aquí entran inversiones en riego presurizado -o de alguna manera tecnificado- construcción de pozos y reservorios.
* Eficiencia energética. Instalación o reposición de bombas; adquisición e instalación de paneles solares.
* Protección de cultivos frente a contingencias climáticas. Instalación de malla antigranizo y sistema de defensa contra heladas.
* Recambio varietal y de estructura del viñedo.
* Adquisición de maquinaria agrícola.
* Certificación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y otras, como de producción orgánica, por ejemplo.
El Programa contempla, finalmente, un componente de proyectos que incluyan inversiones -colectivas o individuales- para incrementar la capacidad de comercialización de pequeños y medianos establecimientos vitivinícolas.
En estos casos, el monto del ANR por Plan de Negocio Individual será de hasta USD 60.000, con un tope máximo del 70% de la inversión total. En inversiones colectivas del Grupo Asociativo se tendrá en cuenta el monto máximo de Aporte No Reembolsable por miembro. Se han establecido, básicamente, cuatro inversiones elegibles:
* Capital de trabajo para comercialización. Apunta a financiar la coordinación de grupos asociativos, ferias y misiones comerciales.
* Maquinaria vitivinícola paramolienda, filtros tangenciales, equipos de frío, tanques y fraccionadoras.
* Reacondicionamiento de establecimientos. Aquí entran, por ejemplo, piletas, tratamiento de efluentes, eficiencia energética y mejoras en procesos.
* Certificaciones. Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y otras certificaciones exigidas por los mercados.
El presidente del INV, Martín Hinojosa, dijo a Campo Andino que el PROVIAR II tiene la particularidad que «todos los proyectos deberán contar con un asistente técnico que -al margen de la transferencia de tecnología en el caso que sea parte del proyecto- alivie al productor, al bodeguero, al emprendedor, de tener que distraer tiempo de su día a día para reunir documentación, iniciar el trámite y darle continuidad».
Por eso «pedimos que se junten 7; 8; 10 productores… y cada técnico asesor se ocupará de gestionar los proyectos de ese grupo». Las demandas, dentro del grupo, pueden ser diversas. «Alguien va a necesitar manguera de riego, otro una bomba, el otro una desmalezadora… La idea es que el beneficiario quede liberado de esas gestiones. Los honorarios de ese profesional son solventados por el Programa”, indicó el funcionario.
Apuntó que, quien esté vinculado con un profesional, puede solicitar que sea él quien coordine. Si no, puede solicitarlo. Ese técnico (puede ser un ingeniero agrónomo, un contador… dependerá de las características de la iniciativa) va a formular el proyecto y hacer el seguimiento administrativo.
Si hay presentaciones de productores individuales que no tienen técnico ni forman parte de un grupo, el Programa asignará un técnico cada cierto número de productores que estén en esa condición.
Por otra parte, Hinojosa aclaró que «el productor no recibirá el dinero, ni lo va a manejar el INV». Precisó que «le daremos al beneficiario el certificado, el documento, donde consta la asignación… por el monto que corresponda, según el caso».
Explicó que con ese documento el productor irá al proveedor de la maquinaria, del implemento, del insumo o del servicio que sea, y concretará la operación. Una vez verificado que el bien adquirido está en poder del beneficiario (sea la maquinaria, el insumo) o que el servicio fue prestado… el INV le transferirá el monto correspondiente al proveedor. Hinojosa apuntó que habrá un registro de proveedores, y precios referenciales.
Se estima que serán beneficiarios directos unos 2.200 pequeños y medianos viticultores; 280 establecimientos vitivinícolas de menor escala y unas 400 MiPyMes de servicios rurales, en su mayoría (se estima) creadas en el marco de este Programa.
En forma indirecta, la iniciativa debería impactar en unos 18.000 proveedores de paquetes tecnológicos, insumos, servicios y logística vinculados con la actividad. Es que el alcance territorial del PROVIAR se extenderá a las 18 provincias argentinas con producción vitivinícola: Mendoza, San Juan, La Rioja, Salta, Catamarca, Jujuy, Río Negro, Neuquén, Chubut, La Pampa, Córdoba, Buenos Aires, San Luis, Tucumán, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Santiago del Estero.
Sugerencia. Es probable que en ciertas zonas de alguna de las 18 provincias de Argentina a las que deberá llegar este programa de asistencia, haya potenciales beneficiarios con algún tipo de restricción para acceder a Internet.
Por eso sugerimos aprovechar el tránsito por lugares con mejores condiciones de conectividad para descargar estos archivos al dispositivo móvil y poder leerlos luego, detenidamente, evitando el excesivo consumo de datos móviles.
PROGRAMA DE APOYO PARA PEQUEÑOS PRODUCTORES VITIVINÍCOLAS DE ARGENTINA PROVIAR II
Buen día para acceder al registro de proveedores del sistema, cómo se hace?
Buenas tardes, Armando.
Si se refiere al registro de proveedores para PROVIAR II, considerando que la Unidad Ejecutora es el Instituto Nacional de Vitivinicultura suponemos que es allí adonde deberá dirigirse. Pero no podríamos asegurarlo. De todos modos, haremos la consulta y lo tendremos al tanto.
Agradecidos por su contacto.
¡Saludos!
Buen día, Armando (y demás empresas interesadas).
Ante nuestra consulta al Instituto Nacional de Vitivinicultura sobre el procedimiento a seguir para registrarse como proveedor de PROVIAR II, nos indicaron un sitio web, un correo electrónico y los teléfonos de la Oficina de PROVIAR. Son ellos:
1. https://www.argentina.gob.ar/economia/planificacion-del-desarrollo-y-la-competitividad-federal/proviar-ii/convocatoria
2. consultas_proviar@inv.gov.ar
3. 0261 521-6658 / 0261 521-6665
Esperamos que la información le sea de utilidad, y pueda canalizar satisfactoriamente la gestión.
Siempre a disposición.
¡Saludos!