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Esperan una producción récord de tomate para industria en Argentina

27 de enero de 2021

Cosme Argerich, referente del INTA en la materia, dijo que se proyecta una cosecha que podría superar los 540 millones de kilos en todo el país.


A un mes de iniciada en firme la cosecha, la cadena del tomate para industria proyecta una campaña que podría marcar un récord de producción en Argentina. El ciclo agrícola había arrancado ya con expectativas favorables, lo que se evidenciaba en las aproximadamente 7.300 ha cultivadas en el país (unas 900 más que en la temporada 2019/2020) de las cuales cerca de 3.600 están concentradas en Mendoza y otras casi 2.300 en San Juan.

Del resto, unas 400 ha se hicieron en La Rioja, 150 en Río Negro y se estima que un equivalente a 800 hectáreas, más o menos, sería tomate del NOA cultivado para el mercado de consumo en fresco, que termina siendo derivado a industria.

UNA COSECHA RÉCORD

Lo cierto que, habiendo transcurrido el primero de los tres meses fuertes de cosecha (concentrada en el inicio en San Juan y algo en La Rioja) “estamos viendo muy buenos rendimientos” aseguró el Ing. Agr. Cosme Argerich, también Supervisor de la Asociación Tomate 2000.

En diálogo con Campo Andino, el profesional fue más allá al señalar: “creo que vamos a tener una cosecha récord este año”. Estima que “la producción de esta campaña podría superar las 540.000 toneladas, aunque hasta que no termine la cosecha no podremos saber con precisión”.

CONFLUENCIA DE FACTORES

El Ing. Argerich atribuye este escenario de mayor producción a una conjunción de factores, como una mayor superficie cultivada (en las provincias de Mendoza y en San Juan, alrededor de 900 ha más), condiciones climáticas favorables y mejor tecnología aplicada a los cultivos.

Sobre la decisión de expandir el área cultivada para el ciclo 20/21, el referente del INTA apuntó a un escenario más favorable a la producción dado por las condiciones del mercado de cambios y las restricciones para importar.

En realidad, Argentina nunca llegó a autoabastecer la demanda interna de tomate industrializado. Las inversiones en producción local siempre han fluctuado al ritmo de los cambios que cíclicamente ha experimentado el escenario macroeconómico -básicamente el tipo de cambio- y las políticas nacionales en materia de comercio exterior.

Ahora, están dadas las condiciones para que las industrias se vuelquen más a la producción local, porque “les conviene más hacer puré en forma directa que importar pasta y reprocesarla”, explicó Argerich. Aunque señaló que es posible hacerlo en condiciones de competitividad, debido “al know how que desarrolló la Asociación Tomate 2000”.


COSME ARGERICH. «Hemos constituido entre todo el sector una verdadera alternativa rentable para la horticultura cuyana», afirmó el Supervisor de la Asociación Tomate 2000.

El referente internacional del INTA en esta materia remarcó que «debemos seguir en forma gradual pero sostenida al autoabastecimiento, que hoy se calcula en 700 millones de kg». FOTO / CAMPO ANDINO.


ALTOS RENDIMIENTOS

Sobre este punto cabe aclarar que, del área total cultivada a nivel nacional esta temporada, unas 4.200 ha están dentro del Programa Tomate 2000, una iniciativa encauzada a través de la Asociación de Tomate 2000, que integran productores, industriales, proveedores de insumos y de servicios y el INTA.

Este esquema de integración ha permitido -a lo largo de más de dos décadas de investigación, desarrollo y transferencia de tecnología- incrementar exponencialmente la productividad y dar sostenibilidad al negocio, particularmente en las provincias de Mendoza y San Juan, implementando herramientas de seguimiento geoposicional, determinación de la calidad de la materia prima y con un Fondo de Compensación de daños de granizo para todas las fincas de los 163 productores adheridos.

Esto se ha visto reflejado -también en esta campaña- en rendimientos promedio de 110 t/ha en San Juan y de 80 t/ha en Mendoza, con máximos de 160 t/ha y 135 t/ha respectivamente.

UNA OPCIÓN PRODUCTIVA RENTABLE

Por eso es que, con rindes relativamente parejos con los que exhiben los países que lideran la producción mundial, es posible también (siempre para quienes estén en ese esquema de integración) acordar un valor de referencia que, si bien está algo por debajo del que perciben los productores europeos, “es un buen precio porque los costos europeos son mayores”, según el Ing. Argerich.

Así, los contratos en general, celebrados actualmente entre las industrias y los agricultores que son parte de la Asociación Tomate 2000, comprometen un precio base al productor de USD 75/tonelada (o siete centavos y medio de dólar por kilo) introduciendo una mayor previsibilidad al negocio.

La cosecha comenzó firme en la primera semana de enero y se prevé que proseguirá, en forma sostenida, hasta fines de marzo, pero continuará -de manera decreciente- hasta fines de abril. “Hemos constituido entre todo el sector una verdadera alternativa rentable para la horticultura cuyana y debemos seguir en forma gradual pero sostenida al autoabastecimiento, que hoy se calcula en 700 millones de kg” sostuvo el Supervisor de la Asociación Tomate 2000.

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