GANADERÍA
NEGOCIOS
Brasil y Estados Unidos aparecen como los dinamizadores del mercado global, frente a la desaceleración de la economía china. Ligera mejora en el precio de la vaca, que podría derramar a otras categorías, según el reporte semanal del ROSGAN.
EN ARGENTINA, el precio de la hacienda en pie sigue muy retrasado. La expectativa es que, si los valores internacionales consolidan su tendencia alcista, y la industria recuperara parte del margen ahora erosionado (según dicen) por falta de competitividad cambiaria, el sector exportador termine derramando esa mejora «hacia atrás», a los primeros eslabones de la cadena. FOTO / Revista Campo Andino & Agroindustria.
Los precios internacionales de la carne vacuna comienzan a mostrar mejoras cada vez más sostenidas, al punto que consolidan una tendencia alcista por quinto mes consecutivo.
De acuerdo al índice de precios que elabora mensualmente la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) llevan acumulada una mejora del 10% en lo que va del año.
El índice correspondiente a octubre se sitúa en los 128 puntos básicos, lo que lo convierte en el nivel más alto para ese mes desde que se elabora esta serie (1990), destaca el análisis de fondo contenido en el informe semanal que difunde el Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El reporte, cuya edición coordina la analista María Julia Aiassa, avanza en otros detalles relacionados con ese indicador internacional de precios de referencia, que es calculado en base a las cotizaciones de los principales proveedores a nivel mundial.
Señala que, «en términos interanuales, la suba de valores respecto de los niveles registrados en octubre de 2023 refleja una mejora del 8%, posicionándose apenas un 6% por debajo de los máximos registrados en 2022″.
CHINA parece haber empezado a mover hacia arriba (desde mediados de agosto) los precios que paga por la carne vacuna. Se explicaría por la presencia de EEUU en el mercado, como fuerte demandante, coincidente con el adelanto del ciclo de retención en Brasil, que desencadenó una suba de precios.
En este contexto, el mercado se encuentra a la espera de los resultados que puedan surgir de las negociaciones que -la semana pasada- tuvieron como marco la séptima edición de la China Internacional Import Expo (CIIE), realizada en Shanghai.
Aiassa recuerda que es una de las ferias más esperadas por el sector, porque todos los años congrega, entre otros rubros, a los principales exportadores e importadores de carne vacuna en el mayor comprador mundial del rubro.
Entiende, por lo pronto, que «las primeras declaraciones de algunos de los asistentes -tanto privados como institucionales- dejan ver señales de lo que, en principio, podría considerarse un mercado firme y demandante«.
El informe del ROSGAN apunta que, pese al ajustado margen que dicen tener los importadores, durante la feria se habrían logrado «convalidar ciertas mejoras en las ofertas, que consolidan la ligera tendencia al alza que se viene marcando en los últimos dos meses».
Recuerda que China absorbe cerca del 35% del mercado mundial de carne vacuna, lo que la posiciona como el actor más determinante de la evolución del mercado internacional, incluida -por supuesto- la variable precios
La analista explica que, desde la crisis de la peste porcina en 2018, China experimentó una fuerte suba de precios hasta que, a fines de 2019, «el gobierno terminó desactivándola abruptamente mediante el retiro de apoyo financiero a los importadores».
Añade que luego, tras la salida de la pandemia del COVID, los valores volvieron a escalar fuerte durante los primeros meses de 2022; pero un recrudecimiento de los controles sanitarios con la llamada política de «COVID Cero» y el consecuente freno a la economía, volvió a quebrar aquella escalada de precios.
Desde entonces, China siguió mostrando firmeza en los volúmenes de compras, pero a valores más bajos que los que llegó a pagar, porque su economía «sigue inmersa en un proceso de deflación del cual le está costando salir», advierte.
Admite que, a fines de septiembre, el Banco Central de China anunció medidas de apoyo monetario (las más agresivas desde la pandemia de COVID-19) para reactivar el crecimiento económico. «Sin embargo, los resultados aún no llegan» señala.
De hecho, «este fin de semana las autoridades chinas dieron a conocer los datos de la inflación de octubre, con los que se confirma una nueva desaceleración de precios que ajusta el Índice de Precios al Consumidor (IPC) interanual del 0,4% al 0,3% en esta última medición».
Por lo pronto, los datos de importación de carne vacuna provenientes de la Aduana china hasta el mes de septiembre, muestran valores de compra que permanecen estancados fluctuando entre 5% y 10% por debajo de los niveles registrados el año pasado y 35% inferiores a los máximos alcanzados en 2022.
UNA VENTANA de oportunidad podría abrirse en las próximas semanas, para que esa mejora de precios en el mercado internacional (si se consolida) pudiera tener correlato en los valores pagados por la hacienda en pie, en Argentina.
Pero el informe del ROSGAN remarca que, si se parte con la lectura de los precios desde agosto, puede verse que comienza a percibirse mayor firmeza, en especial a partir de mediados de ese mes en adelante.
Sucede que, más allá de la situación que atraviesa la economía china, en el escenario actual entran en juego otros actores capaces de desafiar el poder de compra y negociación que concentraba China. Esos jugadores son Brasil y de Estados Unidos.
Aiassa explica que, en el caso de Brasil, «si bien se esperaba un cambio de ciclo ganadero que favorecería la retención de hacienda y el consecuente incremento de los valores, esta restricción de oferta de animales listos para faena se adelantó a lo esperado», y generó, «en consonancia una fuerte demanda exportadora, una drástica suba en los valores del ganado en pie» .
Detalla que «a lo largo de octubre, el Indicador de Ganado en Pie CEPEA/B3 -referencia de precios para el mercado de San Pablo– registró un aumento en términos reales del 16% mensual, acumulando una ganancia de más del 40% en los últimos dos meses» .
En efecto, «los datos de exportación de octubre reflejan para la carne vacuna (brasileña) un promedio de venta de USD 4.660 por tonelada exportada, más de 200 USD/ton por encima del piso de USD 4.410 por tonelada de julio» apunta la analista del ROSGAN.
Interpreta que, esta vez, ese aumento del precio de la hacienda en Brasil se puede trasladar a los valores de exportación «debido a la presencia de Estados Unidos como sólido demandante del producto».
Según datos del USDA, de enero a septiembre de este año las importaciones de carne vacuna de EE.UU. crecieron un 18% en valor, alcanzando un total cercano a los 8.000 millones de dólares en los primeros nueve meses del año.
Esto permite no solo a Brasil, si no al resto de los países proveedores de carne vacuna, posicionarse con otra firmeza ante el gigante asiático, impulsando así una mejora general de las cotizaciones.
Para Argentina -donde el precio de la hacienda en pie, lejos de reflejar la firmeza que presenta Brasil, continúa muy retrasado– «en la medida que los valores externos consoliden la tendencia alcista, permitirán a la industria exportadora recuperar parte del margen que hoy está siendo erosionado por la falta de competitividad cambiaria» razona la referente del ROSGAN.
En este punto, refiere datos informados por APEA (Asociación de Productores Exportadores Argentinos), según los cuales, «los valores de referencia de los principales cortes exportados a China se apreciaron entre 100 y 200 dólares promedio en el último mes» .
Pone como ejemplo los precios de garrón y brazuelo, con USD 4.700; Bola y Cuadrada USD 5.000 y otros cortes entre USD 4.000 y USD 4.400 por tonelada; y remarca que esto «los posiciona, ya, un 10% por arriba del promedio de valores pagados a igual fecha, un año atrás» .
En este sentido, las próximas semanas -coincidentes también con el momento de mayor demanda por parte de China– ofrecen una ventana de oportunidad para que esta potencial recuperación de valores pueda ser traslada a los precios de la hacienda en pie.
Esto último comienza a percibirse «ligeramente», aclara, «en los valores de la vaca; y debería comenzar a derramar también hacia otras categorías, en la medida que –al igual que nuestros vecinos- sigamos aumentando la diversificación hacia otros mercados» .
MARIA JULIA AIASSA PRECIO DE LA HACIENDA EN PIE PRECIOS INTERNACIONALES DE LA CARNE VACUNA ROSGAN